La democracia nació con burguesía, es mayoría formal; no es libertad, mucho menos igualdad
Pedro Echeverría V.
1.
El 7 de junio habrá otra de las mil una farsas electorales en México.
Los funestos partidos políticos (PRI, PAN, PRD), el gobierno en turno,
los poderosos empresarios, los medios de información, la iglesia, dos
meses antes han perfilado a sus candidatos idóneos como gobernadores y
legisladores para la defensa de sus intereses, tal como ha sucedido
desde hace más de 100 años. Sufragará menos del 50 por ciento de los
electores, pero será suficiente ese número para que se legalicen los
comicios. Como sea, es lo que se ha conocido como democracia universal.
2.
Luchar por la democracia en el mundo es luchar por la burguesía
dominante; criticar sus fallas o errores es ayudar a la burguesía a
corregir su sistema de dominación. La definición de “democracia =
gobierno del pueblo” se aplicó en la esclavitud o en el feudalismo
cuando la burguesía era “el pueblo” y luchaba contra el sistema de
dominación de esclavistas en Grecia o señores feudales en Francia; pero
una vez que triunfó la burguesía la llamada democracia se convirtió en
el sistema más efectivo de dominación política e ideológica. “Es
obedecer a la mayoría”.
3.
En México desde hace más de un siglo se ha pensado que democracia es
igualdad; ha existido la convicción de que luchar por la democracia es
luchar por la igualdad porque se piensa que es “el gobierno del pueblo”.
Pero la democracia en México se ha reducido a la democracia electoral
que ha regido por lo menos desde 1824, cuando fue electo el primer
presidente de la República; incluso ya desde aquel año se criticó de
“antidemocrática” aquella elección por los opositores. Se critican los
errores, los vicios, los fraudes, las corrupciones, pero no la
dominación.
4.
En ningún país del mundo existe la igualdad, aunque sí la desigualdad
extrema entre ricos y pobres, explotadores y explotados; no existe la
igualdad, aunque sí en la mayoría de ellos la democracia electoral, es
decir los gobiernos, parlamentos y dirigentes electos mayoritariamente
por los asociados. Pero nunca ha habido un gobierno del pueblo explotado
y oprimido, es decir de la mayoría; todo los gobiernos –según la
democracia- han sido electos mayoritariamente por el pueblo. Es decir:
en la democracia el pueblo elige a sus victimarios.
5.
Si la democracia es el proceso electoral en el que se sufraga
libremente y se cuentan los votos, entonces México es un país
democrático aunque sea uno de los más desigualitarios e injustos del
mundo. He escrito muchas veces –desde hace 50 años- que el PRI siempre
ha obtenido la mayoría de los votos porque el fraude no se hace en las
elecciones sino meses antes: cuando la burguesía selecciona al candidato
oficial, se reúne a los personajes que financiarán la campaña y quienes
se encargarán que los electores voten. El dedo se mueve desde el
cerebro condicionado.
6.
Hemos creído ilusamente que democracia es igualdad, cuando es solo
valerse de la simple mayoría de votos que se pueden obtener mediante mil
trampas, engaños, atraso político o cultural, dinero, presiones. Fuera
de elecciones generales, también en cada partido, sindicato, liga, club,
se habla de aplicar del voto democrático mayoritario sin averiguar cómo
se llegó a ello. La mayoría de las gentes sólo vota con ingenuidad
porque ignora que mucho antes se preparó adecuadamente la jugada. La
democracia se basa mucho en la ignorancia de la gente.
7.
Así que de acuerdo a la democracia (formal, única que existe) el
Presidente, sus secretarios de Estado, los gobernadores, los
legisladores, ya tienen mandato del pueblo para hacer lo que hacen. No
tienen mandato para robar, asesinar, hacer reformas privatizadoras o
cambiar la constitución; pero ellos no roban, sólo cambian de propiedad
las cosas; no asesinan, sólo combaten la delincuencia; no hacen reformas
que no beneficien al pueblo ni hacen leyes sin ver la necesidades del
país. ¿Quién puede reclamarles legalmente si fueron electos por mayoría.
8.
Los reclamos de las oposiciones exigiendo democracia son respondidos
por los gobiernos demostrando que fueron electos por mayoría. La
realidad es que el reclamo debe ser por igualdad económica, política,
social, electoral. La libertad y la igualdad son indispensables para que
pueda haber una elección con equidad de condiciones. ¿Tendrá idea la
población acerca de los miles de millones que se mueven en cada elección
para que sean los mismos del PRI, PAN, PRD, los que se turnen cada tres
o seis años en los cargos de gobierno cobrando miles de millones de
pesos? (10/V/15)
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