Por Álvaro Cepeda Neri *
Canadienses, ingleses, estadunidenses y españoles se
siguen apoderando de los recursos naturales mexicanos. Incluso tienen
avionetas en las que se roban el oro, la plata y el cobre sin pagar los
impuestos correspondientes. Ahora, con las concesiones peñistas, todos
estos más los japoneses y chinos, vienen para llevarse el petróleo y el
gas, sin que a Peña, y menos a Lozoya, ambos cómplices del corruptísimo
Romero Deschamps –la otra cara de la Gordillo–, les importe asegurar el
abasto interno, pues quedaremos en manos de los inversionistas que ya
exploran dónde están los mejores yacimientos para llevárselos y
revendérnoslos cuando necesitemos lo que era nuestro desde la
Expropiación Petrolera de 1938 (cuando tuvimos un presidente honrado y
patriota), enriquecida por López Mateos.
También la minería ha sido entregada al capitalismo
salvaje y los mineros abandonados en la más completa y bárbara
inseguridad, por lo cual constantemente hay cientos de sepultados en
vida y asfixiados, como cuando el foxismo dejó en la impunidad al
imbécil y despiadado dueño del Grupo México, Germán Larrea, porque 66
mineros quedaron enterrados por un derrumbe en Pasta de Conchos,
Coahuila, donde a los Moreira y sus secuaces sólo les importaba
enriquecerse. Hasta la fecha no ha sido atendida la demanda de los
familiares de estos mineros y sólo han recibido limosnas de Larrea.
Hoy, en una mina del municipio de Charcas, en San
Luis Potosí, cinco mineros murieron porque los mandaron a realizar
labores de mantenimiento en la más completa inseguridad y corriendo
todos los riesgos. Los enviaron a morir, y por eso son homicidios
cometidos por esos concesionarios que se comportan como dueños, ninguno
de los cuales recibe imputaciones penales. Y, por lo mismo, usan las
minas como los nazis lo hacían con los “baños”, donde gaseaban a los
judíos hasta asfixiarlos. Los “dueños” de esas minas se roban los
metales que extraen y a los trabajadores les dan miserables salarios; y
cuando los matan, mínimas indemnizaciones a sus familiares.
Los Larrea y los Slim, con sus cárteles mineros,
saquean esa riqueza subterránea y mandan a los trabajadores no a sus
fuentes de trabajo, sino a las tumbas, donde mueren con las más
dramáticas torturas: sepultados en vida. Pero al gobierno federal de
ayer y hoy nada le importa la suerte de esos mexicanos, pues protegen a
esas empresas que asesinan inmisericordemente. Las cinco víctimas de
Charcas son como para que esos patrones ya estuvieran presos sin derecho
a fianza y sancionados por lo menos con 50 años de prisión. Pero saben
que la impunidad que les otorga el peñismo los mantiene a salvo. Y es
que en un reportaje de la revista Time, pagado en dólares con todo y
portada para Peña, los estadunidenses lo han declarado el “salvador” de
México… Sí, porque salva a los Larrea, a los empresarios, a los
multimillonarios. Pero deja que los trabajadores sean explotados
impunemente y víctimas de homicidios, en el contexto de la violencia
sangrienta cuya fuente son Michoacán, los Larrea, los Slim, los narcos,
los sicarios, Los Caballeros Templarios.
vía:
http://apiavirtual.net/2014/03/08/los-german-larrea-y-slim-homicidas-de-mineros/#more-64422
http://apiavirtual.net/2014/03/08/los-german-larrea-y-slim-homicidas-de-mineros/#more-64422
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