Cada vez me llega más spam sobre facebook y otras redes sociales. Al
igual que el negocio de los blogs ha triunfado y ha machacado la
posibilidad de una internet más abierta, libre y participativa al tomar
su control los grandes grupos económicos que potencian las herramientas
para ’prosumidores’ y ’prosumidoras’, estoy convencido (hay demasiados
intereses económicos, ideológicos y políticos detrás) de que esta nueva
vuelta de tuerca todavía mucho más rentable y controladora, las redes
sociales, se va a imponer y nos va a alejar cada vez más de ese sueño y
de las posibilidades transformadoras de internet en esta sociedad
digital que no “de la información” o “del conocimiento” (mitos del
negocio digital).
Por eso, para abordar el tema de las redes sociales de forma
reflexiva y crítica, me parece interesante, además de recordar que
algunas de esas redes como Facebook tienen de socios a las
“tradicionales” multinacionales como Microsoft en su desesperado intento
de ponerse al día en los nuevos negocios de la sociedad digital, leer
la traducción que hacen en la Revista Arcadia de parte del artículo
publicado por Tom Hodgkinson en “The Guardian” y que titulan La verdad
sobre Facebook:
“[…] Facebook es un proyecto muy bien financiado, y los capitalistas
detrás de esta exitosísima red social pertenecen a Silicon Valley, y
conciben el mundo desde una clara postura ideológica. Facebook, al igual
que su predecesor PayPal, es un experimento social de perfil
neoconservador. En Facebook, uno es libre para ser quien quiera ser,
siempre y cuando a uno no le importe ser bombardeado por la publicad de
las grandes marcas del mundo.
Aunque el proyecto fue concebido por Mark Zuckerberg, la cara real
detrás de Facebook es Peter Thiel, inversor de capital de riesgo y
filósofo futurista. Solo hay tres miembros en la junta de Facebook:
Thiel, Zuckerberg y un tercer inversionista llamado Jim Beyer. Thiel
invirtió 500.000 dólares en Facebook cuando los tres creadores fueron a
visitarlo en San Francsico en junio de 2004. Hoy es dueño del 7%, que
equivale a más de un billón de dólares.
Thiel es visto en Silicon Valley como un genio. Es el cofundador y
presidente del sistema de pago en línea PayPal. También dirige un fondo
de cobertura llamado Clarium Capital Fund y uno de capital de riesgo
llamado Founders Fund. La revista Bloomberg Markets lo llamó hace poco
“uno de los más exitosos inversionistas de capital de riesgo en el
país”. Es también un vigoroso activista del neoconservadurismo. Se
graduó en Filosofía en Stanford y es coautor del libro El mito de la
diversidad, un ataque minucioso al multiculturalismo y al liberalismo.
Durante sus años en la universidad, fundó un periódico de derecha
llamado The Stanford Review. Es también miembro de TheVanguard.org, un
grupo de presión neoconvervador basado en internet y creado para atacar
MoveOn.Org, un grupo de presión liberal. Su filosofía la resume el
propio website: “Vanguard.org es una comunidad en línea de
norteamericanos que creen en los valores conservadores, en el libre
mercado y en limitar la interferencia del Estado”. Describe su política
como reaganista-tatcherista. El mensaje del director dice: “Hoy les
enseñaremos una lección que nunca olvidarán a MoveOn, a Hillary y a la
prensa liberal”.
Su postura política es clara. Pero, ¿y su filosofía? Básicamente, es
esta: Desde el siglo xvii, algunos pensadores iluminados están
alejandose de la vieja noción de la vida ligada a la naturaleza (cita la
famosa definición de Thomas Hobbes de la vida como “desagradable,
brutal y corta”), para acercarse hacia un nuevo mundo virtual en el que
habremos conquistado la naturaleza. El valor ahora solo existe en las
cosas imaginarias. Thiel dice que PayPal fue motivado por esta creencia:
que puedes encontrar valor no en objetos manufacturados, sino en las
relaciones entre los seres humanos. PayPal fue una manera de mover
dinero alrededor del globo sin restricciones, saltándose todos los
controles de divisas”. Facebook es otro experimento ultracapitalista:
¿Se puede hacer dinero con las amistades? ¿Puedes crear comunidades
libres de fronteras y venderles Coca-Cola? Facebook no fabrica
absolutamente nada. Es un simple mediador de relaciones que ya existían.
El mentor filosófico de Thiel es René Girard, de Stanford, quien
propone la teoría de que el comportamiento humano funciona por deseo
mimético. Girard alega que la gente es esencialmente borrega y se copia
una a otra sin mucha reflexión. La teoría parece ser correcta en los
mundos virtuales de Thiel: el objeto de deseo es irrelevante. Todo lo
que se necesita saber es que los seres humanos tienden a moverse en
manadas. De ahí las burbujas financieras. Y de ahí la enorme popularidad
de Facebook. Girard es un asiduo invitado a las tertulias intelectuales
de Thiel. Pero en ellas nunca se habla de conceptos como el arte, la
belleza, el amor, el placer o la verdad. Inernet es muy seductor para
neocons como Thiel porque promete un tipo de libertad en las relaciones
humanas y en los negocios, libertad de las leyes de los países. Internet
abre un mundo de expansión del libre mercado y laissez faire. A Thiel
también le encantan los paraísos fiscales y dice que 40% del dinero del
mundo está entre Vanuatu, las Islas Caimán, Mónaco y Barbados. Si en el
pasado la vida era desagradable, bruta y corta, en el futuro, Thiel
quiere alargarla. Por eso ha invertido en una compañía que explora
teconologías para extender la vida. Ha donado 3.5 millones de libras al
gerontólogo británico Aubrey de Grey, quien busca la clave de la
inmortaldiad. También está en el consejo del Singularity Institute for
Artificial Intelligence. En su fantástico website se lee: “Singularity
busca la creación tecnológica de una inteligencia superior a la humana”.
Thiel admite que quiere reemplazar el mundo real, que llama
“naturaleza” por un mundo virtual. Es en este contexto que debemos ver
Facebook. Facebook es un experimento deliberado de manipulación global. Y
Thiel es un brillante genio en el panteón neoconservador, con una
curiosa inclinación hacia las fantasías tecno-utópicas.
El tercer miembro de la junta de Facebook es Jim Breyer. Socio de
Accel Partners, invirtió 12,7 millones de dólares en Facebook en abril
de 2005 y está en la junta de gigantes como Walmart y Marvel. Fue
presidente del National Venture Capital Association (nvca).
La más reciente inyección de capital a Facebook –27,5 millones de
dólares– fue liderada por Greylock Venture Capital. Uno de los socios de
Greylock es Howard Cox, también ex presidente de nvca), y miembro de
junta de In-Q-Tel. ¿Y qué es In-Q-Tel? Pues nada menos que el ala de
inversión en capital de riesgo de la cia. Creada en 1999, su misión es
la de “identificar y asociarse con compañías que estén desarrollando
nuevas teconologías para ayudar a proveer soluciones a la Agencia
Central de Inteligencia”.
Aún si no compran la idea de que Facebook es un híbrido, extensión de
un programa imperialista cruzado con una herramienta masiva de
recolección de información, no se puede negar que, como negocio, es
absolutamente genial. A sus dueños, les basta con sentarse a ver cómo
millones de adictos a Facebook ofrecen de forma voluntaria información
sobre su identidad, fotografías y listas de sus objetos de consumo
favoritos. Esta gigantesca base de datos es vendida a los anunciantes,
como dice Zuckerberg, “para tratar de ayudar a la gente a compartir
información con sus amigos sobre las cosas que hacen en la red”. El
pasado 6 de noviembre Facebook anunció que 12 marcas globales
–Coca-Cola, Blockbuster, Verizon, Sony Pictures y Conde Nast, entre
ellas– se habían unido a Facebook. “Compartir” es la palabra de Facebook
para “publicitar”. Admita en Facebook que le gustó una película y
apenas salga una película similar, puede estar seguro de que le enviarán
un aviso.
Lea la política de privacidad de Facebook y se dará cuenta de que
prácticamente no existe. Facebook parece más un regimen totalitario
virtual, ideológicamente motivado, con una población que crece unos dos
millones de personas por semana y que ya ha superado los 60 millones.
Thiel y sus socios han creado su propio país. Un país de consumidores.
Puede que Facebook sea un experimento genial, pero tal vez usted no
quiera formar parte de un proyecto cuyo fin es crear una república
virtual global, donde usted y sus relaciones con sus amigos son
convertidos en bienes que se venden a las grandes marcas globales.”
Si ya tienes una cuenta de Facebook y te planteas abandonarlo, te
recuerdo que no lo tienes fácil pues no hay un enlace directo para
hacerlo desde tu cuenta. Para ello puede ayudarte este enlace: borrarse
de facebook:
http://www.facebook.com/help/contact.php?show_form=delete_account, e
incluso así lo que hayas subido se lo queda Facebook y no se elimina tu
cuenta hasta pasados 14 días… por lo menos
Vìa :
http://www.apiavirtual.com/2011/01/24/facebook-un-gran-negocio-neoconservador/#more-36719
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