Acerca de la Piratería Legal
Courtney Love hace las cuentas:
Hoy deseo hablar de piratería y música. ¿Qué es la piratería? La piratería es el acto de robar el trabajo de un artista sin ninguna intención de pagar por ello. No estoy hablando de software del tipo Napster. Estoy hablando de los contratos de las compañías discográficas.
Quiero comenzar con una historia sobre bandas de rock y compañías discográficas, y hacer cuentas con los contratos de grabación: Esta historia habla de una banda importante que consigue un ventajoso reparto con un 20% de royalties y un millón de dólares de anticipo. (Ninguna banda importante ha conseguido nunca el 20 % de los derechos, pero da lo mismo.) Estas son mis cuentas "amenas", basadas en una cierta realidad y quiero decir que como soy positiva, son unas cuentas mucho mejores que las que haría Edgar Bronfman Jr. (Presidente y CEO de Seagram, que posee Polygram).
¿Qué le sucede a ese millón de dólares?
Gastan la mitad del millón grabando su álbum. Eso deja a la banda con 500.000 dólares. Pagan 100.000 dólares a su manager (20 % de comisión). A su abogado y a su encargado de negocios les pagan 25.000 dólares a cada uno.
Eso deja 350.000 dólares para repartir entre los cuatro miembros de la banda. Después de 170.000 dólares de impuestos, quedan 180.000 dólares. Eso sale a 45.000 dólares por persona.
Que son 45.000 dólares para vivir durante un año hasta que el disco sea lanzado.
El disco es un gran éxito y vende un millón de copias. (Cómo una banda importante vende un millón de copias de su primer disco es otra historia, pero se basa en el conocimiento básico que cualquiera de nosotros tenga sobre monopolios. Simplemente, las legislaciones antitrust en este país son básicamente una broma, y apenas nos protegen de no tener que renombrar nuestro servicio de parques como el "Servicio Nacional de Parques Phillip Morris".)
Así pues, esta banda lanza dos singles y hace dos videos. Hacer los dos videos cuesta un millón de dólares y un 50 % de los costes de producción del video se recuperan de los derechos de la banda.
La banda consigue 200.000 dólares en ayuda de viajes, que se tendrán que reintegrar.
La compañía discográfica gasta 300.000 dólares para promoción en radios independientes. Tienes que pagar la promoción independiente para que pongan tu canción en la radio; la promoción independiente es un sistema donde las compañías usan intermediarios para poder fingir que no saben que las estaciones de radio -el sistema de radiodifusión unificado- están cobrando por poner tus discos.
Todos esos costes de promoción independiente se cargan a la banda. Puesto que el adelanto original del millón de dólares se tiene que devolver, la banda debe 2 millones de dólares a la compañía discográfica. Si todo el millón de discos se vende al precio completo sin descuentos u ofertas, la banda gana 2 millones de dólares en royalties, puesto que su 20 % les depara 2 dólares de cada disco.
Dos millones de dólares en royalties menos 2 millones en costos que se tienen que devolver igual a... ¡cero!
¿Cuánto consigue la compañía discográfica?
Ganaron en total 11 millones.
Cuesta 500.000 dólares fabricar los CDs y adelantaron a la banda 1 millón de dólares. Más 1 millón de dólares en los costes de video, 300.000 dólares en la promoción de radios y 200.000 dólares en ayuda de viajes.
La compañía también pagó 750.000 dólares en derechos de publicación de la música.
Gastaron 2,2 millones de dólares en promoción. Es sobre todo publicidad al por menor, pero la promoción también paga esos carteles enormes de Marilyn Manson en Times Square y a los scouts callejeros que conducen furgonetas repartiendo camisetas negras de Korn y gorras de béisbol para llevar al revés. Sin mencionar viajes a shows y efectivo por asesorar para todos sin excepción.
Lo sumamos todo y la compañía discográfica ha gastado cerca de 4,4 millones de dólares.
Por lo que su beneficio es de 6,6 millones de dólares; mientras tanto la banda podía haber estado trabajando en un 7-Eleven.
Por supuesto, lo pasaron en grande. Oírse en la radio, vender discos, conseguir nuevos fans y estar en la TV está muy bien, pero ahora la banda no tiene dinero suficiente para pagar el alquiler y nadie tiene crédito.
Lo peor de todo es que después de esto la banda ya no posee su trabajo... pueden pagar la hipoteca toda la vida pero la casa nunca será suya. Como dije: Explotación.
Los medios dicen, "Oh, pobres estrellas de pop, tuvieron una buena temporada. Que se jodan por hablar". Pero yo digo que hablar es imprescindible. Y la que gente cínica de los medios, que se fascina más con celebridad que la mayoría de las celebridades, necesita replantearse sus sistemas de valor.
Cuando miras la referencia de un CD, dice copyright 1976 Atlantic Records o copyright 1996 RCA Records. Cuando miras un libro, sin embargo, dirá algo como copyright 1999 Susan Faludi, o David Foster Wallace. El autor posee sus libros para licenciarlos a los editores. Cuando el contrato termina, a los escritores les devuelven sus libros. Pero las compañías discográficas poseen nuestro copyright para siempre.
El sistema está preparado para que casi nadie consiga ser pagado.
Asociación de la Industria de Grabación De América (RIAA)
El pasado mes de noviembre, un ayudante del Congreso llamado Mitch Glazier, con la ayuda de la RIAA, agregó una “enmienda técnica” a una ley que definió a la música grabada como “prestación de servicio” según el Acta de Copyright de 1978.
Hizo esto después de que se terminaran todas las audiencias sobre la ley. Para cuando los artistas descubrieron el cambio, era demasiado tarde. La ley estaba en camino a la casa blanca para ser firmada por el Presidente.
Este cambio sutil en la ley de copyright agregará mil millones de dólares a las cuentas bancarias de las compañías en los años próximos. Mil millones de dólares que legítimamente deberían haberse pagado a los artistas. La “prestación de servicio” ahora pertenece a perpetuidad a la compañía discográfica.
Según el Acta de Copyright de 1978, los artistas podrían reclamar el copyright en su trabajo después de 35 años. Si escribiste y grabaste “Everybody Hurts”, conseguiste por lo menos que te lo devolvieran como herencia para tu familia después de 35 años. Pero ahora, debido a este pequeño funcionario corrupto, “Everybody Hurts” nunca se devolverá a tu familia, y se puede vender al mejor postor.
A través de los años las compañías discográficas han intentado poner denominaciones de “prestación de servicio” en sus contratos, y Glazier asegura que “prestación de servicio” se refiere solamente a una práctica estándar de la industria. Pero las leyes de copyright no identificaban las grabaciones de audio como susceptibles de ser llamadas “prestación de servicio”, así que esos contratos no significaron nunca nada.
Hasta este momento. Escribir y grabar “Hey Jude” en estos tiempos viene a ser la misma cosa que escribir un libro de texto para el colegio, escribir exámenes estandardizados, traducir una novela a partir de una lengua a otra o hacer un mapa. Estos son los tipos de cosas denominadas “prestación de servicio”. Y escribir un examen estandardizado es un prestación de servicio. No hacer un disco. Por lo tanto, un ayudante alteró substancialmente una ley importante cuando él tenía solamente autoridad para hacer correcciones de estilo. Eso no es lo que aprendí sobre cómo trabaja el gobierno en mi clase de ética del Instituto de Secundaria.
Tres meses más adelante, la RIAA contrató al Sr. Glazier como alto ejecutivo con un sueldo obviamente mucho mayor que el que tenía como corrector de estilo. La RIAA argumenta que este cambio era necesario debido a una disposición en la ley que los músicos apoyaron. Esa disposición evita que cualquier persona coloque el nombre de una persona famosa como dirección de Internet sin el permiso de esa persona. Eso está bien. Yo poseo mi nombre, y debo poder hacer lo que quiero con él. Pero la ley también creó una excepción que permite que una compañía tome el nombre de una persona para una dirección de Internet si crea un “prestación de servicio”. Lo que significa que se permitiría a una compañía discográfica poseer tu Website cuando grabas tu álbum “prestación de servicio”. Como dije: Explotación.
Aunque nunca he encontrado en una compañía discográfica alguien que “creyera en Internet” todos intentan cubrir sus espaldas asegurándose los derechos digitales. Y no que saben qué hacer con ellos. Vete a un sitio Web de una banda conocida. Dame un dólar por cada vez que ves el molesto “página en construcción”. Yo solía molestar a Geffen (cuando era un sello) para que hicieran mejor su trabajo. Fui ignorada totalmente durante dos años, hasta que conseguí que me devolvieran el nombre de mi banda. Las Goo Goo Dolls están luchando para quitar el control del dominio con su nombre a la Warner Bros, la cual asegura que posee el nombre porque ha instalado una mierda de Web site promocional para la banda.
Orrin Hatch, escritor de canciones y senador republicano por Utah, parece ser la única persona en Washington con una vista progresista de la ley de copyright. Un ejecutivo dice que no hay nadie en el Congreso con una visión similar y que “esto nunca habría sucedido si Sonny Bono aún estuviera vivo”.
Por cierto, ¿qué ley piensas que utilizó la industria de la grabación para esta enmienda?
¿El Acta de Redefinición de las compañías discográficas? No.
¿El Acta de Copyright de la Música? No.
¿El Acta de Autores de Prestación de servicio? No.
¿Qué tal el Acta de Vigilancia de Hogares por Satélite de 1999?
Robar nuestras restituciones del copyright por la noche mientras nadie miraba, y sin que se lleve a cabo ninguna audiencia, es piratería.
Es piratería cuando la RIAA conspira para cambiar la ley de la bancarrota para hacer más difícil que los músicos se declaren en bancarrota. Algunos músicos se han declarado en bancarrota para liberarse de contratos verdaderamente perversos. TLC se declaró en bancarrota después de que recibieran menos de 2 % de los 175 millones ganados por sus ventas de CDs. Era cerca de 40 veces menos que el beneficio que se repartieron sus compañías de gerencia, de producción y de grabación.
Toni Braxton también se declaró en bancarrota en 1998. Ella vendió por un valor de 188 millones en CDs, pero se arruinó debido al terrible contrato de grabación que le pagaba menos de 35 centavos por álbum. La bancarrota puede ser la única defensa de un artista contra un reparto verdaderamente horrible y la RIAA desea eliminarla.
A los artistas les gusta creer que podemos hacer montañas de dinero si tenemos éxito. Pero hay centenares de historias sobre artistas de los 60s y 70s que se arruinaron porque nunca vieron una moneda de sus discos de éxito. Y hoy el éxito verdadero sigue sin estar a tiro para un artista nuevo. De los 32.000 nuevos lanzamientos que hay cada año, solamente 250 vende más de 10.000 copias. Y menos de 30 llegan a platino.
Las cuatro mayores corporaciones de grabación financian la RIAA. Estas compañías son ricas y bien representadas obviamente. Los artistas y los músicos de grabación realmente no tienen dinero para competir. Los 273.000 músicos que trabajan en América ganan cerca de 30.000 dólares por año. Solamente el 15% de los miembros de la Federación Americana de Músicos trabaja constantemente en música.
Pero la industria de la música es un negocio de 40 mil millones de dólares al año. La mitad de esa renta viene de los Estados Unidos. Las ventas anuales de casetes, de CDs y de vídeos son mayores que el producto nacional bruto de 80 países. Los americanos tienen más lectores de CDs, radios y vídeos que bañeras.
Muchas historias nos hablan de artistas -algunos de ellos de los 60s y 70s, autores de canciones de enorme éxito de las que todos gozamos, utilizamos y cantamos- viviendo en pobreza total, sin haber recibido nunca ningún pago. Sin ni siquiera tener acceso a un sindicato o al cuidado médico básico. Artistas que han generado miles de millones de dólares para la industria y que murieron arruinados y sin cuidados.
Y no son agentes o participantes. Son los dueños, los autores y los ejecutantes legítimos de composiciones originales.
Esto es piratería.
La tecnología no es piratería
Mi opinión sobre esto no está muy formada todavía por lo que, mientras hablo de Napster, entiende por favor que no estoy totalmente informada. Me pondré en primera línea para defender una acción de clase para proteger mi copyright si Napster e incluso el Gnutella más avanzado no trabaja con nosotros para protegernos. En otras palabras, estoy del lado de Lars Ulrich (batería de Metallica), y me siento realmente mal porque él no sabe cómo exponer su caso sin una pataleta que suene más razonable que la que he visto hoy.
También pienso que Metallica está dando demasiada pena. Es anti-artista, por un motivo. Si un artista habla claro, el artista consigue ser aplastado: Explotación. No se lo crea demasiado, muchacho. No es piratería cuando los chicos intercambian música en Internet usando Napster o Gnutella o Freenet o iMesh o emitiendo sus CDs en los canales de My.MP3.com o de MyPlay.com. Es piratería cuando los individuos que dirigen esas compañías hacen repartos laterales con los abogados del monopolio y los sellos mayores para así ser “el amigo de los sellos”, y no de los artistas.
Los artistas que graban esencialmente han estado regalando su música gratis en el viejo sistema, por lo tanto la nueva tecnología que expone nuestra música a un público más numeroso puede solamente ser una cosa buena. ¿Por qué estas compañías no están trabajando con nosotros para crear una cierta paz?
Hubo mil millones de descargas de música el año pasado, pero las ventas de música suben. ¿Dónde está la evidencia de que las descargas dañan el negocio? Las descargas están creando más demanda.
¿Por qué las compañías discográficas no están abrazando esta gran oportunidad? ¿Por qué no están intentando hablar con los muchachos que intercambian recopilaciones para aprender qué es lo que les gusta? ¿Por qué la RIAA está demandando a compañías que están estimulando esta nueva demanda? ¿Qué ganan yendo detrás de gente que intercambia ficheros MP3 que suenan mal? ¡dinero! Un dinero que no tienen ninguna intención de repartir con nosotros, los autores de sus beneficios.
En este momento los genios del coleccionismo de discos que utilizan Napster tampoco tienen acceso a las rarezas, a menos que se vayan al techno. Apenas algún fan de REM pre-1982, nada de punk de los 60s, incluso Alan Parsons Project estaba poco representado cuando intenté encontrar a algunos colegas en Napster. La mayor parte, eran muchachos de universidad sin mucha imaginación. Es quizá la estadística la que se ocupa de esto -y en este caso, a My Bloody Valentine y a Bert Jansch no les van a timar todavía. Aún hay tiempo para negociar.
Destruyendo el acceso tradicional
En algún sitio a lo largo del camino, las compañías discográficas calcularon que es mucho más provechoso controlar el sistema de distribución que consolidar a los artistas. Y puesto que las compañías nunca tuvieron competencia, los artistas no tenían ningún otro lugar donde ir. Las compañías discográficas controlaron la promoción y la comercialización; solo ellas tenían la capacidad de conseguir montones de tiempo de radio, y poner discos en todas las cadenas de grandes almacenes. Ese poder les puso sobre los artistas y las audiencias. Son los amos de la plantación.
Ser el guardián de la puerta era el lugar más provechoso donde estar, pero ahora estamos en un mundo casi sin puertas. Internet permite que los artistas se comuniquen directamente con sus audiencias; no tenemos que depender solamente de un sistema ineficaz donde la compañía discográfica manda nuestros discos a la radio, a la prensa o a la venta al por menor y después se sienta y espera que los fans descubran nuestra música.
Las compañías discográficas no entienden la íntima relación entre los artistas y sus fans. Ponen discos en la radio y compran una cierta publicidad y esperan lo mejor. La distribución digital nos da a todos acceso mundial e inmediato a la música.
Y los filtros están sustituyendo a los guardianes de las puertas. En un mundo donde podemos encontrar cualquier cosa que deseemos, siempre que lo deseemos, ¿para qué vale una compañía? Para filtrar. Un filtro sirve cuando entiende a la vez las necesidades de los artistas y del público. Las nuevas compañías deben ser conductos entre los músicos y sus fans.
La única manera que tienes ahora para conseguir música es pagando unos 17 dólares. En un mundo donde la música costase un centavo, un artista podría vender 100 millones de copias en lugar de apenas un millón. El sistema actual trata de evitar que los artistas encuentren una audiencia porque también tiene mucha escasez artificial: promoción de radio limitada, espacio limitado en los almacenes y un número limitado de posiciones en las listas de la compañía.
El mundo digital no tiene ninguna escasez. Hay maneras incontables de alcanzar a una audiencia. La radio ya no es el único lugar para oír una nueva canción. Y las minúsculas tiendas de discos del centro comercial no son el único lugar para comprar un CD nuevo.
Me voy
Ahora los artistas tienen opciones. Ya no tenemos que trabajar con las grandes compañías, porque la economía digital está creando nuevas maneras de distribuir y de vender música. Y los “amos” no lo van a hacer. Eso significa que la clase esclava, a la que represento, tiene que encontrar formas de salir de estos contratos. Esto carecía de importancia antes, por eso todos permanecíamos así.
Quisiera que el caso que enfrenta al código del trabajo de California con mi contrato de siete años significara algo para los otros artistas. (Universal Records me demanda porque los dejo ya que mi empleo se terminó; ellos dicen que un contrato de grabación no es un contrato personal; porque la industria de la grabación -que, como hemos podido comprobar, son un grupo de presión excelente, consiguiendo como hicieron que un funcionario rechazara el derecho de Don Henley o Tom Petty de ceder su copyright a sus familias- en California, en 1987, presionó para aprobar una enmienda que anuló los contratos de grabación como contratos personales, o algo así. Quizá. Una especie de. Un poco. Y una vez más, desapercibidamente, se salieron con la suya)
Ese es el motivo por el que estoy dispuesta a hacerlo defendiéndome con uñas y dientes. Espero que me no hagan ningún caso o que me odien por seguir este pleito. Cuento con que el tratamiento que le están dando a Lars Ulrich será el cuatro veces mayor para mí. Perfecto. Por lo menos serviré a un propósito. Soy artista, y una buena artista creo, pero no soy esa artista que tiene que estar tocando a todas horas, ni esa que tiene que dejarse joder. Quizá mi pereza y mi racha auto-destructiva finalmente recompensarán y servirán a la comunidad que las necesita desesperadamente. No pueden torturarme como hicieron con Lucinda Williams.
Vosotros, los divertidos punto-comunistas. Juntad toda vuestra mierda, Vcs mamones.
Deseo trabajar con gente que crea en la música y en el arte y la pasión. Y yo solo soy la punta del iceberg. Estoy dejando el sistema de las grandes discográficas y hay centenares de artistas que van a seguirme. Hay una oportunidad increíble para las nuevas compañías que se atrevan a hacerlo bien.
¿Cómo puede cualquiera defender al sistema actual cuando falla en entregar música a tantos fans potenciales? ¿Que solamente espera de sí mismo un ratio de éxito de un 5% al año? El status quo nos da una cultura aburrida. En una sociedad de más de 300 millones de personas, solamente 30 nuevos artistas cada año venden un millón de discos. Mirándolo como se mire, es un fallo enorme.
Puede que cada fan gaste menos dinero, pero también puede que cada artista tenga más oportunidades para vivir de esto. Puede que nuestra cultura consiga ser más interesante que la que pertenece actualmente a Time Warner. No estoy loca. Hazte una pregunta, ¿alguien de vosotros conecta de alguna manera con los medios de Time Warner? Creo que hay muchos síes a eso y tendría que decir que en ese caso, el presidente McKinley fracasó al intentar acabar con los monopolios. Quizás ahora podamos remediar eso.
Los artistas harán ese compromiso si significa que podemos conectar con centenares de millones de fans en vez de los centenares de miles que ahora tenemos. Especialmente si desechamos toda esa basura que el éxito conlleva bajo el sistema actual. Estoy dispuesta, ahora mismo, a dejar la mitad de esta parafernalia -a la mierda con toda la parafernalia- en la puerta para tener una verdadera experiencia de artista. Nos protegen con la parafernalia para hacernos callar. Así cuando decimos “¡explotador!” pueden señalar mi traje gratis y decir “Cállate, estrella del pop”.
Tomad mis pantalones de Prada. Que se jodan. Hagamos nuestro verdadero trabajo. Y los que seamos adictos a la celebridad porque no tenemos nada más que dar nos desvaneceremos. Y los que seamos adictos a la celebridad porque estaba allí encontraremos una manera mejor, más pura de vivir.
Puesto que básicamente he estado regalando mi música gratis en el viejo sistema, no me asustan los archivos de radio, de MP3 o cualesquiera de las otras amenazas a mi copyright. Cualquier cosa que pone mi música a disposición más gente es fabulosa. Un MP3 suena cutre, pero un álbum bien hecho suena fenomenal. Y no me importa lo que diga cualquiera sobre las grabaciones digitales. A estas alturas son buenas para la música dance, pero intentad escuchar un tono cálido de guitarra en ellas. Para lo que yo hago, apestan.
Las compañías discográficas están aterrorizadas con cualquier cosa que desafíe su control de la distribución. Este es el negocio que insistió en que los CDs se vendieran en cajas largas de 6 por 12 pulgadas, increíblemente derrochadoras, solo porque nadie pensaba que se podrían cambiar los compartimientos de una tienda de discos.
No llamemos “sellos” a los sellos principales. Vamos a llamarles por su verdadero nombre: Son distribuidoras. Son las únicas distribuidoras y existen debido a la escasez. Los artistas pagamos el 95 % de lo que hacemos a los guardianes de las puertas porque los necesitábamos para conseguir que nuestra música se oyera. Porque tienen un sistema, y cuando deciden gastar bastante dinero –completamente recuperable, ya que todo lo debo yo- ellos pueden empujarte de vez en cuando dentro de este sistema, dependiendo de muchos de factores arbitrarios.
El sistema de filtrado corporativo, que es el sistema que te trajo (en mi humilde opinión) un pedazo de mierda como “Mambo No. 5” y no te dejó oír el brillante disco de Cat Power o el asombroso nuevo disco de Sleater Kinney, obviamente no tiene –en modo alguno- buen gusto. Pero nunca hemos pagado a las distribuidoras/sellos importantes por su buen gusto. Nunca han sido como Yahoo y dado un servicio de filtro.
Había muchos factores que hacían que una distribuidora se decidiera a empujar un disco a través del sistema:
* ¿Qué poder tiene el manager?
* ¿Quién debe un favor a quién?
* ¿El primo de qué promotor independiente es el batería?
* ¿En qué parte del ejercicio económico (año fiscal) está sacando el disco la compañía?
* ¿Son los derechos del artista tan obscenamente malos que hay casi un 100 % de beneficios en vez de solo el 95 % de modo que si el disco vende, sea literalmente un robo?
* ¿Cuánto espacio queda en los almacenes este año?
* ¿Era el disco ya un éxito en Europa por lo que hay presión corporativa para hacerlo funcionar?
* ¿La banda mandará a la mierda sus actuaciones contratadas para tocar en shows gratuitos para las emisoras de radio?
* ¿El sonido de la canción del artista suena bastante como algún otro para que las emisoras de radio lo pongan porque entra en el sonido del mes?
* ¿El artista metió la canción en una banda sonora de alguna película de modo que el estudio de la película pague el vídeo?
Estos factores afectan las decisiones que entran el sistema. No el gusto del público. Ahora todas estas cosas se están suprimiendo. Se van o están desapareciendo. Ya no necesitamos más guardianes de las puertas. Simplemente no les necesitamos.
Y si no van a hacer por mí lo que yo puedo hacer con mi diseñadora Web de 19 años en mi propio Website, entonces que se quiten de mi camino y se vayan al infierno. Permitiré que millones de personas consigan mi música gratis si lo desean y posiblemente sean bastante buenos como para dejar una propina si les gusta.
Todavía necesito los viejos procedimientos. Todavía necesito un productor en la creación de un disco, todavía necesito salir en la radio (lo cual cuesta mucho dinero), todavía necesito el espacio de los almacenes para los CDs fabricados, todavía necesito proporcionar una oportunidad a la gente sin ordenadores para que pueda comprar el material que hago. Todavía necesito muchas de estas cosas, pero puedo conseguir estas cosas a riesgo compartido con una compañía que sirva como conducto y conozca su lugar. Servir al artista y servir al público: Ese es su lugar.
EQUIDAD PARA LOS ARTISTAS
Una nueva compañía que de a los artistas equidad verdadera en su trabajo puede asumir el control del mundo, patear culos y hacer montañas de dinero. Nos inspiramos en cómo la gente consigue ser pagada en la nueva economía. Muchos artistas visuales y diseñadores de software y de hardware tienen verdadera propiedad sobre su trabajo.
Tengo una sobrina de 14 años. Ella quería ser una estrella del rock. Antes de eso, quería ser actriz. Hasta hace seis meses. ¿Qué pensáis que quiere ser ahora cuando crezca? ¿Cuál es la carrera encantadora, emancipadora, que ha elegido? Por supuesto, ella desea ser Webmaster. ¡Es un negocio tan encantador!
Cuando la gente hace negocios con los artistas, tienen que usar un punto de vista distinto. Deseamos ser tratados con el respeto que ahora se da a los diseñadores Web. No somos trabajadores de Intel de Portland que visten Dockers y saben “controlar su stress”. No entendemos ni deseamos entender la cultura corporativa.
Siento esas obscenas vibraciones codicia-codicia-codicia de fiebre del oro que me incomodan mucho cuando hablo con la gente punto-com sobre todo esto. No podéis meter prisa así a los artistas. Al menos los tipos curtidos del A&R tienen maneras. No intentéis competir con ellos. ¡Me hace reir cuando lo hacéis! Quizás lo podríais haber hecho hace un año cuando cualquier cosa punto-com sonaba más elegante que todo lo demás, pero el timo se ha destapado.
El negocio de la “celebridad en venta” se va a acabar, espero, y la idea de un VC mamón regalando una compañía con cuatro pisos tan solo porque se puede “chatear” con “Christina” una vez o dos veces es ridícula. Entré en un chat hoy, dos veces. Maldito gran negocio. 200 pavos para el software y un poco de lubricante para la muñeca y un buen apoyo para el fin de la espalda. ¡Guau! Eso no vale 150 millones de pavos.
... Quiero decir, seguro que sí, si me los queréis dar.
Servicio “música por propinas”
Conozco mi lugar. Soy camarera. Estoy en la industria de servicios.
Vivo en de las propinas. De vez en cuando, voy a estar anclada, pero eso es aceptable. Si trabajo duro y hago bien mi trabajo, creo que la gente que disfruta con él va a querer venir directamente a mí y conseguir mi música porque suena mejor, puesto que es masterizada y empaquetada por mí personalmente. Estoy proporcionando una experiencia honesta, verdadera. Punto.
Cuando la gente compra la camiseta no oficial en el parking del concierto y no la camiseta más cara dentro del lugar, no es para ahorrar dinero. La camiseta del parking es más barata y peor hecha, pero es más fácil de comprar. Los vendedores no oficiales tienen un sistema de distribución mejor. No hay que esperar la cola y solo tardas dos minutos en comprar una.
Sé que si puedo proporcionar mi propia camiseta que diseñé, que hice, y proporcionarla tan rápidamente o más aprisa que los vendedores no oficiales, la gente que haya disfrutado de la experiencia que he proporcionado estará contenta de soltar de un poco más dinero para cubrir mis costes. Especialmente si entienden este contexto, y no están siendo enterrados con una carga de mierda sobre artistas “subidos”.
Es exactamente igual con la música grabada. La verdadera cosa que se teme de Napster es su sistema simple y excelente de distribución. Nadie prefiere realmente un archivo MP3 de Napster, que suena cutre, a lo auténtico. Pero es realmente fácil conseguir un archivo MP3. Y en el centro de Kansas puede que nunca veas mi disco porque la gran distribución es realmente mala si tu disco no está en las listas esta semana, e incluso entonces tarda un par de semanas para reponer una copia que generalmente tienen a mano.
También sé cuántas veces he oído en la radio una canción que me encantó para después comprar el disco y ver que el álbum era un pedazo de mierda. Si temen a su propio material de relleno entonces apuesto a que temen a Napster. Yo temo a Napster porque pienso que el cártel de las grandes compañías llegará a ellos antes de que yo lo haga.
He hecho tres discos. Me gustan todos. No he hecho temas de relleno y todos son trabajos sinceros. No me asusta que oigáis mi disco de antemano. Si os gusta lo bastante como para hacer que sea parte de vuestra vida, sé que vendréis a mí para conseguirlo, siempre y cuando os enseñe cómo llegar a mí, y siempre y cuando sepáis que ha salido.
La mayoría de la gente no da propina en los restaurantes, pero las discográficas representan el restaurante que fuerza a los camareros a sobrevivir con, y a veces compartir, sus propinas. E incluso luchan para quedarse con parte de sus propinas.
La música es un servicio para sus consumidores, no un producto. Yo vivo de las propinas. Regalar música gratis es lo que han estado haciendo los artistas naturalmente toda la vida.
Nuevos modelos
Las compañías discográficas se interponen entre los artistas y sus fans. Firmábamos tratos terribles con ellos porque controlaban nuestro acceso al público.
Pero en un mundo de total conectividad las compañías discográficas pierden ese control. Con un almacén de espacio ilimitado y los motores de búsqueda inteligentes, los fans no tendrán ningún problema para encontrar la música que saben que quieren. Tienen que saber que la quieren, y eso necesita un negocio de promoción que tiene un precio.
Si una compañía discográfica tiene una razón para existir, es la de llevar la música de un artista a más fans y tiene que entregar más y mejor música a las audiencias. Tráeme una audiencia mayor o una relación mejor con mi audiencia o apártate de mi camino. La próxima vez que lance un disco, podré ir directamente a mis fans y dejárselo oír antes que nadie.
Aún tendremos que utilizar la radio y la distribución de CDs tradicional. Las tiendas de discos no van a desaparecer pronto y la radio sigue siendo la parte más importante de la promoción de los discos.
Los grandes sellos están nerviosos porque no tienen ningún control en este mundo nuevo. Los artistas pueden vender CDs directamente a los fans. Podemos hacer tratos directos con miles de otros Web sites y promover nuestra música a millones de personas a los que las viejas compañías discográficas nunca habrían llegado.
Estamos a punto de tener montones de nuevas maneras de vender nuestra música: transferencias directas, paquetes de hardware, chips de memoria, emisiones Web en vivo, y montones de otras cosas que ni siquiera se han inventado.
Proveedores de contenidos
Pero hay algo que tenéis que comprender.
Aquí está mi carta abierta a Steve Case:
¡¡¡Los avatares no responden!!! ¿qué va a hacer con los verdaderos artistas?
Los artistas no son como usted. Pasamos por un proceso creativo que es demente y loco. Hay mucho de búsqueda del alma y de introspección y cosas desagradables de todo tipo hasta llegar a lo que hay “tras la música”.
Mucha gente que no ha estado rodeada de artistas se siente realmente extraña cuando se sienta a almorzar con nosotros. Quiero darle un consejo: Aprenda a hablar nuestro idioma. Hable de las canciones y de la melodía y del arte y de la belleza y del alma. No, pedazo de capullo tipo-de-los-discos, con suéter de cachemir se dedique a murmurar que el trato perfecto realmente es perfecto, Courtney. Puag. Contrate honestamente gente honestamente dedicada. Estamos en una “nueva economía” ¿no? Usted se puede permitir hacer eso.
Pero no me hable de “contenido”.
Me pongo realmente nerviosa cuando me reúno con alguien y empieza a decir que debería grabar 34 canciones en los seis próximos meses para tener bastante contenido en mi Web site. Definir la expresión artística como contenido es una maldición para mí.
¿Qué infiernos es el contenido? Nadie compra contenido. La gente real paga dinero por la música porque significa algo para ellos. Una gran canción no es solo algo para ocupar espacio en un Web site al lado de las cotizaciones de bolsa y de los resultados de béisbol.
DEN intentó construir un sitio con contenido no artístico y no me sabe mal haberlo visto caer. Los shows de DEN parecían arte si no estabas prestando atención, pero se olvidaron de emplear a alguien para ser creativo. Así que terminaron con un montón de contenido que nadie quería ver porque pensaron que podrían evitar el tratar con personalidades desafiantes y cambiantes. Porque fueron arrogantes. Y porque fueron conformistas. Los artistas tienen que tratar con gente de negocios y la gente de negocios tiene que tratar con los artistas. Nos odiamos. Inventemos compañías de intermediarios.
Cada artista que hace discos cree y espera darte algo que transformará tu vida. Si solo estás interesado en mover datos o en vender banners, habla con esos “artistas” que aspiran a ser llamados proveedores de contenidos.
No sé si un artista puede aguantar viendo el gusto actual del público, el gusto del ultimo informe trimestral. Ni pienso que puedas aguantar siguiendo las estadísticas y satisfaciendo cuidadosamente las expectativas. No conozco muchas obras de arte duraderas que fuesen condescendientes o deliberadamente estúpidas o que fuesen creadas como contenido.
No me digas que soy una marca. Soy famosa y la gente me reconoce, pero no puedo mirarme en el espejo y ver mi identidad como una marca.
Continúa hablando de marcas y ¿sabes lo que conseguirás? Ropas malas. Malos peinados. Libros malos. Malas películas. Y malos discos. Y negocios arruinados. Experiencias que fueron divertidas durante un año, pero sin lealtad por parte de los empleados que no hacen mas que enriquecerse mientras te joden. ¿Quién quiere eso? La respuesta es integridad. Podemos permitírnosla. Vayamos a por ella otra vez mientras podamos.
También me parece asqueroso intentar llamar a mi música un producto. No es una cosa que se compra para probar como una pasta dental o un coche nuevo. La música es personal y misteriosa.
El ser “proveedor de contenidos” es un trabajo de prostitución que devalúa nuestro arte y no satisface nuestros espíritus. La expresión artística tiene que ser provocativa. El problema con los artistas e Internet: Una vez que su arte se reduzca al contenido, puede que nunca tengan la oportunidad de recuperar sus almas.
Cuando crees tu negocio para gente creativa, con gente creativa, ven a nosotros con alguna idea. El proceso de cada cual es diferente. Y recuerda que es arte. No somos operarios.
Patrocinios
No sé lo que sería un buen patrocinio para mí o para otros artistas que respeto. La gente habla mucho de los patrocinios, como una manera de que los artistas consigamos que nos paguen directamente nuestra música y ganemos unos honorarios. He tratado con las grandes corporaciones el tiempo suficiente como para saber que cualquier alianza en la que soy un servicio poseído va a estar condenada al fracaso.
Cuando acepté permitir que una gran compañía de refrescos de cola promoviese un show en directo, no habría podido ser más miserable. Atornillaron sobre cada cosa imaginable. El lugar estaba vacío pero no había entradas. En el exterior había miles de personas que querían estar allí, intentando conseguir entradas. Y había asientos vacíos que la compañía había comprado en un paquete global y que no pudo repartir porque eran inexpertos en música.
Me quedé muda. Tenías que comprar el refresco de cola. Tenías que marcar un número. Tenías que presionar un puñado de botones. Tenías que hacer toda esa mierda que nadie quería hacer. ¿Por qué no solo traer una lata a la puerta?
Encima de todo esto, me sentía desconcertada por ser un agente de publicidad para un producto que nunca dejé usar a mi hija. Además eran un manojo condescendiente de niñatos. Me trataron como si fuera una putilla desagradecida que debería estar suplicando por la experiencia de tocar para su maldita soda.
Terminé tocando sin mi camisa y pidiendo sobre el escenario un pack de seis refrescos de cola de la compañía rival. También hubo montones de maldiciones malsanas y de desnudos. De esta manera sabía que sin importar lo tentador que fuese el dinero, no volverían a hacer negocios conmigo.
Si quieres algún pequeño esclavo obediente proveedor de contenidos, entonces perfecto. Pero pienso que la mayoría de los músicos no desean ser responsables de tus burbujeantes imágenes limpias, sanas, americanas, dulces corrosivas causa-cánceres, solo para blancos, no se permiten mujeres.
Ni, al contrario, queremos ser responsables de tus imágenes de licor induce-vicios, hígados descomponiéndose, violando leyes de trabajo infantil, solo para blancos, no se permiten mujeres.
Como una artista irritable y desafiante digna, tengo pensar en alternativas. Tampax, quizás.
Dinero
Como usuario, me encanta Napster. Conlleva un cierto riesgo. Oigo a gente de negocios idealista hablar de cómo los músicos seríamos músicos no importa cómo y porque, si nosotros ya lo estamos haciendo gratis ¿para qué el copyright?
Por favor. Es increíblemente fácil no ser músico. Como carrera es siempre una opción dura y peligrosa. Nos motiva la pasión y el dinero.
Eso no es un secreto mal guardado. Es un hecho. Quita el incentivo de una mayor o menor recompensa financiera y se diluirá el conjunto de los músicos. No estoy diciendo que solamente sobrevivirán los artistas puros, como algunos de los más utópicos que hablan sobre esto. No quisiera que solo sobrevivieran los artistas puros.
¿Dónde estaríamos todos sin basura? Necesitamos basura para cubrir nuestra depresión nacional. Los utópicos también dicen esto porque en sus mentes los artistas “puros” son todos Ani DiFranco y no exigen mucho dinero. De todos modos ¿por qué todos los utópicos son abogados aficionados y trabajadores de los grandes sellos? Yo exijo mucho dinero si hago un enorme trabajo de mérito y gusto a millones de personas, no os engañéis. En términos económicos, tenéis una industria que es repugnante y anticuada, pero cuando trabaja crea un cierto incentivo y una cierta eficacia aunque absolutamente nadie consiga que le paguen.
Sufrimos como sociedad y cultura cuando no pagamos el valor verdadero de las mercancías y los servicios entregados. Creamos una carencia de producción. Se graba menos buena música si quitamos el incentivo para crearla.
La música es propiedad intelectual y se requiere todo el dinero y las oportunidades para crear, para pulir y para grabar un producto acabado. Si invierto dinero y tiempo en mi negocio, debo ser protegida razonablemente contra el hurto de mis mercancías y servicios. Durante el juicio contra MP3.com, la RIAA pidió indemnizaciones de 150.000 dólares por cada pista musical “propiedad” de un gran sello en la base de datos de MP3. Multiplícalo por 80.000 CDs, y MP3.com podría deber a los guardianes de las puertas 120 mil millones de dólares.
¿Pero qué pasa con nosotros? ¿Por qué no puede MP3.com pagar a cada artista una cantidad fija basada en el número de sus transferencias directas? ¿Por qué debe pagar MP3.com 120 mil millones de dólares a cuatro compañías de distribución, que en la mayoría de los casos no tendrán que pagar a un centavo a los artistas cuyo copyright han quitado a través de su sistema de robo organizado?
Es un juicio ridículo. Creo que si se ha incorporado la evidencia de que en última instancia es solo un gran reparto de efectivo para dos o tres corporaciones, yo solamente puedo rogar que el juez en el caso de MP3.com haya visto el caso de la RIAA como la broma que es. Preferiría cerrar un trato yo misma con MP3.com, y forzarles a ser “amigos de los artistas”, en vez de ser burlada y que una compañía oculte mi dinero como cuando vende mis discos por la puerta trasera, a espaldas de todos.
¿Con qué atrevimiento se comportan tan horrorizados pidiendo respeto a la ley de copyright cuando su industria entera se basa en piratería? Cuando el Señorito Presidente del Sello, a quien mi abogado me ha suplicado no nombrar, fue sorprendido el año pasado vendiendo millones de “limpios” por la puerta trasera. “Limpios” son discos que no son para promoción pero que van a ser vendidos. ¿Quién cojones es este individuo? Él quiere ahorrar un poco de dinero, así que jode a un artista y se va a casa? ¿Le despiden? ¿Dijo algo Chuck Phillips del LA Times? ¡De ninguna manera! ¡Este individuo es una mina! ¡Te invita a cenas impresionantes! ¿Por qué joder el status quo? ¡En cambio vamos a machacar a Lars Ulrich porque sugirió un punto interesante!
CONCLUSIÓN
Estoy buscando gente que me ayude a conectarme con más fans, porque creo que los fans dejarán una propina basada en el disfrute y el servicio que proporciono. No me asusta que consigan una escucha previa. En realidad esto va a ser una aldea global en donde mil millones de personas tendrán acceso a un artista y mil millones personas podrán dejar propina si lo desean.
Es una democratización radical. Cada artista tiene acceso a cada fan y cada fan tiene acceso a cada artista, y gente que dirija a los fans hacia esos artistas, gente que dé consejo y valor técnico es la que necesitamos. La gente que llena el conducto de distribución e intenta ignorar a los fans y a los artistas no tiene ningún valor. Esto es un sistema perfecto.
Si vas a crear una compañía que trate con músicos, por favor, hazlo porque te gusta la música. Ofrece algo de control y equidad a los artistas e intenta darnos una cierta dirección creativa. Si la música, el arte y la pasión son importantes para ti, hay centenares de artistas que están preparados para reescribir las reglas.
En los últimos años, el negocio desterró de nuestra cultura la idea de que la música es importante, emocional y sagrada. Pero la nueva tecnología ha traído una oportunidad real para el cambio; podemos cargarnos el viejo sistema y dar a los músicos verdadera libertad y elección.
Un gran escritor llamado Neal Stephenson dijo que América hace cuatro cosas mejor que cualquier otro país en el mundo: música rock, películas, software y entrega de pizzas a alta velocidad. Estas son las formas sagradas del arte americano. Volvamos a nuestra pureza y a nuestro idealismo mientras aún lo tenemos a tiro.
Warren Beatty dijo una vez: “el regalo más grande que Dios nos da es gozar del sonido de nuestra propia voz. Y el segundo regalo más grande es conseguir que alguien lo escuche.”
Y por ello, os estoy humildemente agradecida.
Courtney Love
Traducción: Lino (MCD)
Revisión: McBiter
fuente:
http://www.tiffotos.com/semencultural/musica/pirata.htm