Debemos alegrarnos de que connotados
líderes del actual gobierno hayan planteado la necesidad de una “nueva
derecha” en Chile. La declaración ha sido proferida por un ministro, un
senador y nada menos que por el propio Presidente de la República. La
estatura de los personajes no deja dudas sobre la importancia que tal
sector atribuye al asunto. Pareciera que el ejercicio del poder
confronta al conglomerado de derecha con una serie de tensiones que lo
llevan a un reclamo tan radical, solo comparable a la “renovación de la
izquierda” tras el regreso a la democracia. La renovación, una suerte de
refundación de ideas y perspectivas, es siempre encomiable, venga de
donde venga. El reclamo de renovación denuncia una situación de
estancamiento y extemporaneidad respecto de los cambios acontecidos en
el mundo y propone, justamente, superar, dicha situación; por ello toda
renovación promete brisas de primavera.
Una “nueva derecha” en Chile nos trae, de inmediato, a la memoria aquel Manifiesto de la “Nouvelle Droite” escrito en Francia en el año 2000 por Benoist y Champetier,
aunque sospechamos que se trata más bien de un alcance de nombre, pues
dicho texto es tan contrario al ideario marxista como a las ideas
liberales. La “nueva derecha” que proclaman nuestras figuras criollas
es, de algún modo, la versión local de un discurso conservador, una
derecha con empanadas y vino tinto, algo así como el tránsito de la “vía
chilena al socialismo” al “chilean way”.
Hay muchas razones para mostrarse más
bien escéptico y pesimista ante la buena nueva de una renovación de la
derecha. Por de pronto, el hecho indesmentible de que el actual gobierno
del sector sigue fiel a la herencia autoritaria consagrada en la carta
constitucional, administrando con “eficiencia” no sólo el ordenamiento
económico prescrito por la constitución de Pinochet sino además,
aplicando todas y cada una de las disposiciones represivas contenidas en
dicho cuerpo legal. A esto se agrega el hecho, no menor, de que
todavía, muchos de sus personeros tuvieron una activa participación en
los oprobiosos días de la dictadura militar. De suerte que, junto a una
discrepancia lógica frente a los argumentos de una supuesta “nueva
derecha”, surge la falta de credibilidad en quienes sostienen ese punto
de vista.
En pocas, palabras, plantear una “nueva
derecha” cuando toda la institucionalidad sigue anclada en el pasado
dictatorial, y quienes lo plantean son los mismos que protagonizaron
aquellos años de autoritarismo es, por decir lo menos, demagógico. No
obstante, admitamos que la actual situación política del país incomoda,
en alguna medida, a “algunos” sectores de derecha que anhelan un
retorno más decidido a los principios demo-liberales como un modo más
“eficiente” de administrar el capital.
Como se sabe, el pensamiento de derechas
no es un todo homogéneo y reconoce, por lo menos, tres fuentes
históricas, a saber: el fundamentalismo católico, el nacionalismo y una
forma sui generis de liberalismo. De tal manera que el reclamo
de una “nueva derecha” no significa lo mismo para todos sus adherentes.
En el imaginario fundamentalista, la renovación toma tintes valóricos y
populistas, mientras que para los neoliberales se trata más bien de una
inflexión tecno-económica, una “derecha 2.0”. Por último, el ideario
nacionalista está técnicamente excluido del paisaje derechista actual y
se mantiene fiel a la “obra” y la figura del dictador Augusto Pinochet.
La derecha chilena está muy lejos de
protagonizar aquello que en lenguaje marxista se conoce como una
“revolución democrático-burguesa”. La realidad chilena actual no reúne
las condiciones de posibilidad históricas en lo económico ni en lo
político para esperar un salto cualitativo de la derecha. Plantearse una
“nueva derecha” en un país latinoamericano de segundo orden que todavía
no se repone de una cruenta dictadura y en un mundo que no acaba de
salir de una crisis mayúscula del capitalismo global pareciera más bien
un chiste de mal gusto o, repitámoslo, simple demagogia.
Álvaro Cuadra
Investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados. Elap. Universidad Arcis
Fuente, vìa :
http://www.elciudadano.cl/2010/11/18/%C2%BFuna-nueva-derecha-en-chile/
http://www.elciudadano.cl/2010/11/18/%C2%BFuna-nueva-derecha-en-chile/
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