Presentado como un programa que apoya a
chilenos que no tienen recursos para acceder a tratamientos dentales, la
campaña ChileSonríe es en realidad un negocio privado. Y uno bueno.
Bajo el control del doctor Marco Mora, la sociedad comercial Chile
Sonríe S.A. fue constituida en 2008 con un capital de $7,8 millones. En
2009 su capital aumentó a más de $282 millones y su nombre cambió a
Servicios Para el Área de la Salud S.A. Bajo esta nueva denominación,
entre el 28 y el 29 de enero de este año ChileSonríe constituyó otras
cuatro sociedades a las cuales se comprometió a aportar un total de $
695 millones. Dos semanas antes, el Ministerio de Salud había retirado
su auspicio a la campaña debido a los múltiples reclamos de usuarios que
se consideraron engañados.
“No puedo comer bien. Se me cae mi prótesis antigua. Me siento
completamente desorientada, desprotegida. Tengo mucha rabia. ¿Cómo el Buenos días a todos
se presta para una cosa así? En la tele muestran una cosa totalmente
buena y tú vas y te das cuenta que no es así”. Blanca Córdoba tiene 48
años, es empleada doméstica, gana $120 mil mensuales y tiene un hijo de
nueve años. Como muchas otras personas se entusiasmó con ChileSonríe,
una “campaña de salud dental” que durante 2009 y hasta el primer
trimestre de este año fue promocionada por el matinal de TVN bajo la
premisa de que permitiría a personas de bajos recursos acceder a
tratamientos odontológicos.
La “campaña” era presentada en el “matinal de Chile” de manera tal
que no quedaba claro que se trataba en realidad de una iniciativa
estrictamente comercial y privada, con tratamientos que el usuario
finalmente debía pagar a precio de mercado, aunque en cuotas. Un
televidente desprevenido y poco informado, fácilmente podía confundir
esta iniciativa particular con el exitoso plan “Sonrisa de mujer”,
impulsado por el gobierno de Ricardo Lagos, y que efectivamente permitió
a miles de mujeres acceder, a bajo costo, a tratamientos dentales con
fines terapéuticos y estéticos (ver recuadro).
La confusión se potenciaba, además, porque hasta el 13 de enero de este
año la “campaña” se presentó con el auspicio del Ministerio de Salud.
Un respaldo que, debido a los múltiples reclamos, esa secretaría de
Estado finalmente canceló.
Blanca Córdoba fue una de las seguidoras del matinal que creyó estar
frente a una iniciativa de corte social que le permitiría reparar su
dentadura a bajo costo y mejorar su autoestima. No podía ser de otra
forma, porque ella había sido testigo de los casos que el programa de
TVN presentaba, protagonizados por personas de escasos recursos que
recuperaban confianza y seguridad una vez que les restituían la sonrisa.
Siguiendo las instrucciones que escuchó en su televisor, la asesora
del hogar se dirigió hasta un local Sencillito y depositó $30 mil a
nombre de la empresa Areadent. Después le hicieron un presupuesto en un
centro médico asociado a ChileSonríe. Ahí le informaron que debía tomar
el Plan A, con un costo de $240 mil, al que se le descontarían los $30
mil que pagó inicialmente. En ese momento se enteró de que debía pagar
el costo total del tratamiento para iniciarlo. Por ese motivo, se
realizó otro presupuesto con el odontólogo Jorge Díaz, en Puente Alto.
“Él me dijo que me habían estafado”, comenta.
Blanca inició el trámite para obtener la devolución de su dinero.
Primero, se contactó con María Teresa González, ejecutiva de
ChileSonríe, quien le dijo que debía dirigirse a la oficina principal de
Areadent. Cuando asistió, la dijeron que debía ingresar al sitio web
del plan. “Me dieron un papelito con mi clave, pero no sé usar un
computador”, dice.
Confusiones y reclamos
ChileSonríe
comenzó a operar en marzo de 2008. La iniciativa, operada por la
Sociedad de Servicios Odontológicos Areadent Trader Limitada, es de
carácter privado y, según sus bases, busca dar atención de calidad a
través de una red nacional de odontólogos, facilitando el pago de los
tratamientos mediante cuotas. El objetivo es apoyar la inserción laboral
y mejorar la autoestima de quienes, al no poseer una dentadura
saludable, han perdido oportunidades de trabajo o han dejado de lado su
vida social, por vergüenza.
Con tal declaración de principios, ChileSonríe consiguió inicialmente
el auspicio del Ministerio de Salud. Sin embargo, debido a que las
personas creían que era un programa de Gobierno y a los cientos de
reclamos recibidos en el Sernac en contra de la campaña, la cartera
decidió quitarle el patrocinio. Sin mayores explicaciones al público
-excepto por una publicación en el diario La Nación y una breve nota en la página del Colegio de Dentistas- el apoyo oficial se retiró el 13 de enero de 2010.
La mayor parte de los reclamos se deben a que las personas pensaban
que serían beneficiadas con una rebaja en el costo total del tratamiento
o que el gobierno financiaría parte del mismo. Y cuando se daban cuenta
de lo contrario, el trámite para recuperar sus $30 mil iniciales era
lento y engorroso.
Eso le pasó a Carolina Fernández (19), estudiante de ingeniería
eléctrica que vive en Maipú. Escuchó sobre ChileSonríe en la televisión y
el 19 de diciembre del año pasado inscribió a su pareja, Augusto
Martínez. En un Servipag le depositó a Areadent Trader Limitada los $30
mil. Carolina ya tenía en sus manos algunos presupuestos de otras
clínicas y por eso, una vez que recibió el que le ofrecía ChileSonríe,
ella y su novio decidieron no iniciar el tratamiento porque el valor era
más alto.
ChileSonríe les cobraba $429 mil, mientras que la clínica Dentalia
les ofrecía el mismo servicio por $374 mil y con más facilidades de
pago. De hecho, cuentan que sólo después de haber cursado el depósito
supieron que en ChileSonríe debían pagar todo el presupuesto para
iniciar el tratamiento. Fue entonces cuando comenzó la angustia de
ambos: obtener la devolución de los $30 mil. Angustia que han vivido
otras 161 personas que han hecho reclamos contra ChileSonríe sólo
durante el primer semestre de este año en el Sernac por el mismo motivo:
problemas para conseguir la devolución de la cuota inicial.
-En ChileSonríe te dicen que puedes usar tarjetas de diferentes
tiendas comerciales, pero eso finalmente duplica el costo del
tratamiento. No veo la ayuda, es simplemente otra empresa privada con
nombre bonito -asegura Carolina Fernández.
Otro factor que influyó en la decisión de no tomar el servicio fue la
baja disponibilidad de horas médicas. Carolina y Augusto insistieron en
que necesitaban las citas para los días sábados, y aunque en un
principio les dijeron que no había problema, en la práctica no se
cumplió. Los únicos horarios disponibles eran de lunes a viernes.
Después de meses pidiendo la devolución del dinero, Areadent decidió
entregarle un cheque por los $30 mil, pero le hicieron firmar un
documento en el que se comprometía a no hacer ningún otro tipo de
reclamo, advirtiéndole que de lo contrario, no le entregarían el cheque.
“No me dieron copia de ese documento, con suerte recibí un buen
sermón”, dice Carolina.
Las sociedades del doctor Mora
Areadent está ubicada en Encomenderos 161, Las Condes. En la fachada
no hay identificación de la empresa y se debe ingresar para confirmar
que es una de las sedes de ChileSonríe.
Servicios
Financieros y Administrativos Areadent Trader Limitada es el nombre de
la sociedad constituida el 29 de enero de 2010 por el cirujano dentista
Marco Aurelio Mora Reyes y la sociedad Servicios para el Área de la
Salud S.A. Esta última es el nombre legal con el que ahora opera
comercialmente ChileSonríe.
En efecto, ChileSonríe es en realidad una sociedad comercial. Chile Sonríe S.A. fue constituida el 1 de octubre de 2008 con un capital de $7,8 millones por los socios Marco Mora Reyes e Inversiones Indigo limitada.
Esta última constituida por el propio Marco Mora Reyes (con un 99,5% de
la propiedad) y la abogada Claudia Mora Reyes (con un 0,5%).
El 15 de diciembre de 2009, Chile Sonríe S.A. fue modificada.
En poco más de un año desde su nacimiento, la sociedad aumentó su
capital a $282.542.090. Además, cambió su nombre o razón social a
“Servicios para el Área de la Salud S.A.”.
El doctor Mora y su esposa, la también cirujano dentista María Elsa
Pavic Núñez, aparecen en el Diario Oficial como propietarios de dos sociedades comerciales también denominadas Servicios para el Área de la Salud,
pero no anónimas, sino limitadas. Y estas sociedades limitadas del
matrimonio Mora Pavic están facultadas para usar los nombres de fantasía
Chile Sonríe y Areadent.
En los días 28 y 29 de enero de este año, apenas 15 días después de
que el Ministerio de Salud le retirara el auspicio a la campaña, la
sociedad Chile Sonríe S.A., ya convertida en Servicios para el Área de
la Salud S.A., constituyó otras cuatro sociedades comerciales: la
mencionada Servicios Financieros y Administrativos Areadent Trader Limitada, Centro de Especialidades Odontológicas Limitadas, Servicios de Consultoría y Capacitación CAP-ASES Limitada y Comercializadora de Insumos y Tecnología Areamed Limitada. En las cuatro, el segundo socio es el doctor Mora.
Chile Sonríe S.A., bajo su nueva denominación legal, se comprometió a
aportar un total de $695.095.000 como capital, en la suma de las cuatro
sociedades. Un indicativo de las buenas proyecciones que el doctor Mora
le ve a su campaña.
El sistema de reparto
Alberto López, dueño de la Corporación de Salud Odontológica, ubicada
en Providencia, ha trabajado con el sistema de ChileSonríe y reconoce
que la gente no sabe de qué se trata realmente, que la mayoría de sus
usuarios cree que es un programa social e ignora que es un negocio
privado.
-ChileSonríe tiene una imagen que no corresponde a lo que inventaron.
Mora fue súper inteligente en lo que hizo: visualizar el negocio. Ellos
le exigen al paciente pagar al contado y a nosotros, los odontólogos,
nos pagan a través de un administrador de esas platas. A los únicos que
les podría beneficiar es a las clínicas de menor calidad profesional, a
donde llegan pocos pacientes -dice el doctor López.
Los pagos a los odontólogos se efectúan dos veces al mes, para ello
deben entregar sus boletas emitidas a nombre de la Sociedad de Servicios
para el Área de la Salud Ltda. Los valores que se cancelan son los
siguientes:
López dice que se asoció al sistema porque a su clínica llegaron dos
pacientes preguntando por la campaña. No se le explicó en profundidad de
qué se trataba el programa ni sus beneficios. Como los pacientes de
ChileSonríe que llegaron a su centro médico fueron pocos, no le prestó
mucha atención al sistema: “De hecho, yo mismo los atiendo, porque mis
colegas dicen que no es rentable. Al final uno termina haciendo el
trabajo por empatía con el paciente, que está ansioso de mejorar su
salud bucal”.
ChileSonríe, asegura López, ha sido incapaz de crear una red de fidelización con sus usuarios, por lo que éstos, al poco tiempo de ingresar al programa, terminan abandonándolo y prefieren entenderse directamente con la clínica del dentista que les asignaron.
ChileSonríe, asegura López, ha sido incapaz de crear una red de fidelización con sus usuarios, por lo que éstos, al poco tiempo de ingresar al programa, terminan abandonándolo y prefieren entenderse directamente con la clínica del dentista que les asignaron.
-No hay control y el paciente que está dado de alta no es auditado
por ChileSonríe, que deja totalmente a criterio del dentista lo que hizo
o dejó de hacer. No hay fiscalización -sostiene López.
El odontólogo David Merino trabaja en la clínica Dentomundo, de San
Joaquín, y se afilió a ChileSonríe en 2009. Asegura que no ha tenido
problemas con Areadent. De hecho, en los postes de avenida Santa Rosa
cuelgan carteles promocionando el convenio entre Dentomundo y
ChileSonríe. No obstante, reconoce que los usuarios manejan escasa
información:
-Los pacientes creen que ChileSonríe pertenece al Gobierno, pero
ellos (Areadent) deben aclarar que es una empresa totalmente privada y
que no tiene nada que ver con el Estado, si no (los pacientes) piensan
que uno es el malo -asegura el doctor Merino.
Mora y el don de la palabra
Son las 17:00 de la tarde de un viernes de mayo, en una de las
oficinas de Areadent, ubicada en Providencia, Milton Pavez, gerente
general de la empresa, se refiere a las quejas de los pacientes
insatisfechos:
-Queremos que la gente vaya al dentista. No nos queremos quedar con
la plata porque sí, queremos otorgar el servicio. Y lo que más nos
preocupa es que la gente gasta más plata en celular que en venir al
dentista -dice Pavez, quien al igual que Ariel Fischman, subgerente
comercial de Areadent, acepta que el programa ha sido un proceso
paulatino de ensayo y error.
Ensayos y errores que Diego Barría conoce muy bien. Él tiene 24 años,
vive en Porvenir, en la región de Magallanes. Diego conoció el programa
por Internet y depositó los $30 mil. Dice que el ejecutivo de Areadent
Miguel Urrutia lo contactó, ofreciéndole un gran número de odontólogos.
Ese “gran número” se redujo sólo a dos. Uno atendía en el horario de
trabajo de Diego, lo que le impedía tomar el tratamiento, y el otro
viajaba sólo una semana al mes a Punta Arenas, lo que no le dio
confianza.
El 24 de marzo de este año, Diego pidió la devolución de su dinero.
Cuenta que Miguel Urrutia, quien hasta esa fecha había sido un
entusiasta ejecutivo, sólo se limitó a decirle que ese trámite se hacía a
través del sitio web www.chilesonrie.cl. En la segunda semana de junio,
insatisfecho con la falta de ayuda, Diego estampó un reclamo
electrónico en el Sernac. Además, publicó otro en el sitio reclamos.cl,
página que hasta el primer semestre de 2010 recibía en promedio un
reclamo cada tres días contra ChileSonríe.
El
2 de julio, Diego recibió su dinero, dos meses y medio después de lo
estipulado en el contrato con ChileSonríe, entidad que afirma que, en
caso de que el usuario no tome los servicios, tiene un plazo de 30 días
para devolver el monto a partir de la solicitud del paciente.
Buenos días a todos, el matinal de TVN, expuso en total 25
casos de usuarios atendidos por ChileSonríe desde 2009. El programa
había creado una “franja femenina” donde presentaba historias de mujeres
que recuperaron sus piezas dentales gracias a la campaña Sonrisa de
Mujer. Al concluir ésta, el matinal decidió continuar con el tema,
trabajando primero con el doctor Esteban Flores y luego con ChileSonríe.
Aunque las notas que aparecían en el matinal tenían el tono de una campaña de interés público, en realidad era propaganda:
-La gente de ChileSonríe vio este espacio y pensó en auspiciar el
programa. Ellos llegaron a nosotros buscando la posibilidad de trabajar
en el Buenos días a todos. No es que nosotros los hayamos
buscado, ellos llegan a través de nuestra gerencia comercial, que nos
plantea la posibilidad de hacer estos casos, ya que teníamos el espacio
-dice Carolina Román, productora del matinal.
“Los productores del Buenos días a todos nos dijeron que querían hacer algo como Cirugía de cuerpo y alma,
así que empezamos mostrando cuatro casos los lunes y les gustó.
Seguimos en el segundo semestre de 2009 hasta el primer trimestre de
este año, porque ya era mucho y vas saturando -aseguró Ariel Fischman,
subgerente comercial de Areadent.
La productora Carolina Román reconoce que ha recibido correos
electrónicos con reclamos y dice que los derivó directamente al doctor
Mora.
-Mora tiene una gran capacidad para comunicar. Él confunde esa
situación con las posibilidades que le podemos dar. Siempre fuimos súper
claros en plantearle que el médico aparecía 20 segundos al aire y
hablaba 15. Esa situación generó disconformidad. El doctor se molestaba
porque le cortábamos las cuñas. Así que dijimos que lo mejor era no
volver con ellos, porque querían hacer un programa médico y nosotros,
contar una historia humana -señala Carolina Román.
En 2010 la producción estaba decidida a retomar el espacio, pero con
el doctor Esteban Flores. Carolina Román cuenta que cuando estaban
iniciando las conversaciones con él, la Gerencia Comercial de TVN les
dijo: “Si tienen contemplado hacer el espacio, deben hacerlo con
ChileSonríe porque han vuelto a auspiciar el programa, pagando todo el
año”.
Entonces, se decidió hacer un segundo ciclo de 12 capítulos: “La
mayoría fueron filmados en la empresa de Marco Mora: Mora&Pavic”,
afirmó la productora.
Desencanto en el ministerio
La doctora María Eugenia Valle, directora nacional del Colegio de
Cirujano Dentistas, reconoce que Marco Mora les presentó en 2008 el
programa ChileSonríe, pero indica que decidieron no darle patrocinio,
porque no pueden apoyar a empresas privadas. Respecto de los reclamos
contra la campaña, asegura que el colegio también recibió algunos.
-Nos preocupó mucho cuando empezamos a recibir llamados
reclamándonos. Tenían la percepción de que era un programa de Gobierno y
nos llamaban a nosotros para alegar contra las malas atenciones -dice
la doctora Valle.
La directiva decidió -en 2008- conversar con el entonces ministro de
Salud, Álvaro Erazo, para plantearle su preocupación: “Nos preguntamos
cómo era la evaluación que hacía el Gobierno para otorgarle patrocinio a
estos programas y nos dimos cuenta que era un proceso poco profundo”,
señala la dirigenta gremial.
El 1 de Agosto de 2007 el Ministerio de Salud le otorgó el auspicio al programa de salud bucal ChileSonríe.
Para ello, la cartera tomó en consideración la normativa que permite
solicitar auspicio oficial a las personas naturales o jurídicas,
públicas o privadas, con o sin fines de lucro, que tienen interés en
difundir programas de capacitación o perfeccionamiento en aéreas de
salud, o promover campañas de educación sanitaria. Bajo esa normativa,
ChileSonríe obtuvo autorización sólo para usar el logo ministerial. El
Estado no aportaba recursos financieros.
El decreto que lo aprobó señalaba: “El programa busca aumentar la
cobertura odontológica a mujeres y hombres con capacidad de pago (Fonasa
C y D), priorizando a personas que no están sujetos a crédito en
instituciones financieras”.
No obstante, casi un año después, la dirección de Fonasa advirtió que esta referencia podía llevar a confusión:
“El mencionado párrafo puede causar expectativas en nuestra población
beneficiaria C y D, que preferentemente se atiende bajo la modalidad de
libre elección, considerando que este programa conlleve a
bonificaciones de Fonasa”, señala el Ordinario 2528 despachado el 1 de julio de 2008 por el entonces director de Fonasa, Hernán Monasterio.
El 03 de octubre de 2008, la ministra María Soledad Barría emitió un nuevo decreto,
en el que reemplazó el párrafo cuestionado, indicando que la campaña
“está dirigida a toda la población que cumpla con los requisitos de
incorporación a los planes de tratamiento”.
El doctor Monasterio no estaba perdido cuando intuyó que la campaña se prestaría para confusiones.
El decreto que puso fin al auspicio,
el 13 de enero de 2010, señala: “La presencia del logo institucional de
esta cartera de Estado, ha llevado a error de las personas, en el
sentido que se trataría de una campaña con apoyo o financiamiento del
Estado (…). Dicha circunstancia ha sido puesta en conocimiento de los
responsables de dicha campaña, sin que se haya efectuado, hasta la
fecha, las aclaraciones y precisiones que ameritan”.
315 reclamos en Sernac
En 2009 y hasta el 15 de mayo de 2010 el Servicio Nacional del
Consumidor (Sernac) recibió aproximadamente 315 reclamos contra la
campaña. Johanna Scotti, directora metropolitana del servicio, explica
que las quejas están siendo mediadas de manera colectiva. Esto significa
que se reúnen los reclamos de distintas personas y al proveedor
cuestionado se le solicitan soluciones que deben cumplir ciertos
criterios básicos: que sean aplicables a todos los afectados, auditables
y dotadas de equivalencia económica entre el daño a los consumidores y
la propuesta de la empresa, entre otros factores.
-En el caso de Chilesonríe, se propuso a los proveedores que podían
responder con determinadas alternativas de solución, entre las cuales se
señalaba la devolución de los $30 mil. Respecto de los reclamos que se
hicieran a futuro, se devolvería a priori el 50% del abono, en este caso
$ 15 mil pesos -informa Scotti.
Hasta el primer semestre de este año no existían juicios en curso por
los reclamos recibidos en Sernac, porque la mediación estaba aún en
etapa de auditoría o comprobación de que los proveedores cumplan con lo
acordado.
Las quejas también llegaron hasta las oficinas de la Comisión Asesora
Presidencial para la Protección de los Derechos de las Personas, desde
donde se ofició al Ministerio de Salud, en noviembre de 2009,
solicitando explicaciones por los incumplimientos denunciados. Edith
Urra (57) es una de las personas que recurrió a la Comisión:
“El
trabajo contratado quedó muy mal terminado y no corresponde a los
servicios comprometidos, los que fueron íntegramente pagados. Me siento
engañada y estafada por ChileSonríe”, escribió Edith en su reclamo. Ella
vive en Maipú y conoció la campaña por el matinal de TVN.
-No quise hacerme otros presupuestos, porque me fié de los casos que salían en televisión -cuenta.
Edith se inscribió en septiembre de 2009 y solicitó cuatro avances en
efectivo a distintas casas comerciales para costear el tratamiento.
Depositó su dinero y confianza en ChileSonríe, invirtiendo $600 mil
pesos. Pero nunca recuperó su sonrisa.
-Este es el único programa dental en que si una persona no queda
contenta, porque queda con molestias o porque algo no le gustó, tiene el
derecho a reclamar y nosotros le cambiamos el dentista. Los reclamos de
ese tipo, siempre los hemos respondido y costeamos el tratamiento. Y
está todo dentro del precio, absolutamente -asegura Milton Pavez,
gerente general de Areadent.
Edith sostiene que en su caso, no fue así. Le cambiaron el dentista
en una ocasión, dice, pero la diferencia tuvo un costo que salió de su
cartera: $195 mil más.
Ella fue una de las personas que creyó que se trataba de un plan de
Gobierno, porque a la fecha en que se inscribió, el sitio web de
ChileSonríe promocionaba el programa como “una campaña país, de todos
los chilenos y chilenas, que involucra a distintos actores públicos y
privados con el único fin de ayudar a que la gente vuelva a sonreír con
libertad y sin vergüenza”.
Edith nunca obtuvo la libertad que le prometieron. El tratamiento fue
un fiasco y sus dientes están peor que cuando lo empezó. Hoy sufre
depresión y vive prácticamente escondida:
-Trato de no conversar con nadie para que no vean mi boca. Incluso mi
jefa me dijo: “¿Qué te pasó Edith?”. Le respondí que aún estaba en
tratamiento. Me daba vergüenza decirle que me había resultado todo mal.
“ChileSonríe es heredero de Sonrisa de Mujer”
En diciembre de 2007 la entonces subsecretaria de Salud Pública, Lidia Amarales, presentó la campaña ChileSonríe. En la nota de prensa que publicó el ministerio, el cirujano dentista, director ejecutivo del programa y miembro de las sociedades comerciales que administran la campaña, Marco Mora, explicó que el proyecto estaba inspirado en Sonrisa de Mujer, el exitoso plan que lideró la esposa del Presidente Rircardo Lagos, Luisa Durán.-(En Sonrisa de Mujer) trabajamos algunos de los odontólogos organizadores de ChileSonríe, pero ahora en una versión que recoge esa valiosa experiencia y la extiende a los hombres -dijo Mora.
La campaña solidaria “Construyamos una Sonrisa de Mujer” se inició en 2000 y concluyó en 2001. Así la recuerda Luisa Durán:
-El programa se realizó en conjunto con la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer (Prodemu), donaciones de chilenos en el extranjero, el Colegio de Dentistas y el BancoEstado. Este último fue clave porque posibilitó que las personas accedieran a créditos blandos, con tasas de interés casi de cero por ciento.
La idea era reponer dientes delanteros (mediante prótesis) para mejorar la autoestima. El programa consideró prestaciones que fluctuaron entre los $80 mil y $140 mil.
-ChileSonríe es heredero de Sonrisa de Mujer, programa que tampoco fue beneficiado por el Estado. Marco Mora, quien creó ChileSonríe, participó de alguna manera en Sonrisa de Mujer y le gustó mucho la idea y quiso llevar adelante esta locura, este sueño -dice Milton Pavez, el gerente general de Areadent.
“No recuerdo el nombre de Marco Mora, pero si está colegiado, podría haber trabajado con nosotros”, afirma Luisa Durán.
Prodemu fue uno de los pilares de Sonrisa de Mujer. En su sitio web aún recibe consultas sobre “la campaña de Luisa Durán”. La fundación responde que concluyó en 2001. Pero agrega que hoy existe una campaña llamada ChileSonríe para todo público e informa su número de teléfono.
Claudia Alvarado, quien trabajó en Sonrisa de Mujer y continúa en Prodemu, asegura que la fundación no tiene relación con ChileSonríe: “Cumplimos con informar que existe una entidad donde puede haber un cierto beneficio. Ahora, si es buena o mala, desconozco mayores antecedentes. Si uno quiere acceder a un beneficio, averigua, pregunta. Esa es la responsabilidad de cada consumidor”.
(*) Valeria Bastías, Rossana Farfán y Francisca Pacheco son
estudiantes de la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto
Hurtado y alumnas del curso de Periodismo de Investigación impartido por
CIPER en dicha universidad. Este trabajo lo realizaron durante el
primer semestre de 2010.
Fuente, vìa :
http://ciperchile.cl/2010/11/17/el-millonario-negocio-detras-de-la-campana-de-salud-dental-chilesonrie/
http://ciperchile.cl/2010/11/17/el-millonario-negocio-detras-de-la-campana-de-salud-dental-chilesonrie/
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