El ejercicio de los
derechos humanos y la equidad de género, más que el crecimiento
poblacional, fue colocado en el centro de la agenda mundial de población
desde 1994 en que se realizó la Conferencia Internacional de Población y
Desarrollo en El Cairo. Hoy que se realiza la evaluación de los logros a
20 años, el subcontinente de América Latina y el Caribe logró un avance
inédito en términos de los derechos sexuales y reproductivos de
adolescentes, de jóvenes y de las mujeres.
Representantes oficiales de 38 países miembros, de 24 organismos
internacionales y de 260 organizaciones no gubernamentales (redes
feministas, de jóvenes, de mujeres afrodescendientes e indígenas) se
reunieron en la primera Conferencia Regional sobre Población y
Desarrollo del 12 al 15 agosto en Uruguay, y elaboraron un documento
denominado Consenso de Montevideo sobre población y desarrollo. El
presidente de la conferencia y subsecretario de Salud Pública de
Uruguay, Leonel Briozzo, sostuvo la importancia de que el consenso
precise que la educación y la laicidad son ejes fundamentales para
profundizar los derechos humanos. Alicia Bárcena, mexicana secretaria
ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
reconoció que para alcanzar la equidad de género la región tiene que
romper con el modelo de desarrollo, tal como algunos países
latinoamericanos han dado avances en el concepto de Estado social, y hoy
nos señala el camino el gobierno de Uruguay, donde se han jugado
políticas de Estado en marcos más progresistas y más solidarios en un
contexto de derechos universales: han logrado desjudicializar los
derechos sexuales y reproductivos, además de extender los derechos
sociales.Cuando por primera vez hay un Papa latinoamericano, la ratificación del carácter laico de los estados parece un impulso secular para fortalecer la democracia y la autonomía ciudadana, el consenso precisa el compromiso de “invertir en la juventud, a través de políticas públicas específicas y condiciones diferenciales de acceso, especialmente en la educación pública, universal, laica, intercultural, libre de discriminación, gratuita y de calidad…” Inédito es también el compromiso por avanzar en el acceso al aborto: “Eliminar las causas prevenibles de morbilidad y mortalidad materna, incorporando en el conjunto de prestaciones integrales de los servicios de salud sexual y salud reproductiva medidas para prevenir y evitar el aborto inseguro, que incluyan la educación en salud sexual y salud reproductiva (…) asegurar, en los casos en que el aborto es legal o está despenalizado en la legislación nacional, la existencia de servicios de aborto seguros y de calidad para las mujeres que cursan embarazos no deseados y no aceptados e instar a los Estados a considerar la posibilidad de modificar las leyes, normativas, estrategias y políticas públicas sobre la interrupción voluntaria del embarazo…”
El actual presidente de la República Oriental de Uruguay, José
Mujica Cordano, quien fue líder del Movimiento de Participación
Popular, sector mayoritario de la fuerza política de izquierda Frente
Amplio, en su mensaje sobre la inversión en los jóvenes afirmó: “Hay
mucho dinero pero está concentrado, y hay mucho más egoísmo que dinero…
Nadie le va a regalar a los jóvenes, nunca les regalaron nada; los
jóvenes en la historia humana se abrieron paso a los codazos, los
jóvenes no son imberbes o niños, son adultos fuertes y pueden y deben
(…) Yo creo que no tenemos crisis con los jóvenes, tenemos crisis
civilizatoria que es distinto, que incluye a jóvenes viejos y al destino
de la vida humana arriba de la Tierra... y mucho mas grave, nos
queremos consolar creyendo que esto se arregla gastando un poco más en
los jóvenes y educándolos, calificándolos, y no les preguntamos ¿por qué
estamos vivos?.... Para luchar por ser felices y libres, el concepto de
felicidad no se cuantifica: este es el problema si queremos que
trabajen ocho, diez o doce horas, paguen impuestos y las cuotas de
jubilación… eso queremos, un mundo arregladito, como se nos ocurre a
nosotros, como hemos tenido que soportar nosotros. ¿Será ese el destino
del hombre? O en las rebeldías y en las inconformidades juveniles aletea
algo que no podemos definir, tal vez un destino de libertad y
civilización distinta… No lo tengo claro, permítanme: ese mundo
cuadradito y organizado no hace feliz a la gente. Son interrogantes que
no son sencillas de contestar (...) No se puede mejorar el mundo a costa
de perder la libertad, de ser un tipo esclavizado con una rutina que
empieza hoy y termina en el cajón; creo que nuestra civilización
cristiana y occidental es un gigantesco fracaso, porque ha transformado a
la vida en una operación para gastar, consumir y acumular y lo que se
está despilfarrando son horas de vida arriba del planeta. Y creo que los
jóvenes lo sienten porque necesitan tiempo, tiempo libre, tiempo que no
se cuantifica, tiempo para amar, tiempo para cualquier cosa…”
Twitter: @Gabrielarodr108
Twitter: @Gabrielarodr108
Vía:
http://www.jornada.unam.mx/2013/08/23/opinion/022a1pol
http://www.jornada.unam.mx/2013/08/23/opinion/022a1pol
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