La movilización comenzó el 15 de marzo con un paro indefinido que se
ha mantenido hasta la fecha. Ya posee una adhesión del 85% de las
faenas portuarias.
El miércoles 03 de abril la Unión
Portuaria de Chile realizó diversas acciones de solidaridad por las y
los trabajadores portuarios de Mejillones. Para lo cual, decidieron
darle más dinamismo y fuerza a la movilización con el objetivo de romper
el cerco mediático, que invisibiliza una paralización que ya posee una
adhesión del 85% de las faenas portuarias. De esta manera, desbordaron
las calles de diferentes ciudades realizando marchas, concentraciones,
miting, etc. En el caso de la capital del Biobío cerca de 2000
trabajadores marcharon por las arterias del centro de Concepción,
expresando de forma clara y sin titubear“con l@s trabajador@s portuari@s no se juega”
——–
Si algo ha caracterizado las luchas
sindicalistas durante el periodo postdictatorial es, en primer lugar, su
dispersión y atomización, y, en segundo lugar, su marcado carácter
economisista. Brotes aislados de movilización y demandas relativas al
aumento del salario han sido la tonica de este movimiento desde que
llego la “democracia”. Por otro lado, si algo ha caracterizado la
reciente lucha de los portuarios ha sido precisamente lo contrario; una
batalla coordinada y a nivel nacional, junto con demandas que traspasan
lo meramente económico son las primordiales características de esta
movilización. Los sindicatos portuarios, dispersos en todo el
territorio, han vuelto a utilizar una pequeña, pero simbólica palabra:
“solidaridad”
Breve reseña de la lucha portuaria
El inicio del conflicto fue el puerto de
Angamos en la región de Antofagasta, en donde diversos trabajadores de
la empresa portuaria transnacional Ultraport se organizaron para exigir
principalmente dos demandas. En primer lugar condiciones dignas para la
alimentación de los obreros portuarios, en segundo lugar fin al
hostigamiento a los trabajadores que participaban en la organización del
sindicato. Es importante destacar que los trabajadores ni siquiera
estaban teniendo la media hora de colación exigida por la ley. Asunto
que los obliga a trabajar en duras faenas sin alimento en el cuerpo, lo
cual, entre otras cosas, produce enfermedades a largo plazo como cáncer
al estomago.
La movilización comenzó el 15 de marzo
con un paro indefinido que se ha mantenido hasta la fecha. También ha
existido una férrea actitud confrontacional de la familia Von Appen
dueña de la empresa que, dicho sea de paso, maneja cerca de una veintena
de puertos en américa del sur. Ultraport aceptó solamente la demanda
relativa al almuerzo. Los trabajadores exigían un bono de 4000 pesos por
jornada laboral hasta que se instalaran los comedores para su
alimentación. La empresa ofreció un bono de 3200 pesos, lo cual fue
aceptado por los portuarios. Sin embargo la empresa se opuso firmemente a
la segunda demanda relativa al fin de la persecución sindical.
Actualmente varios trabajadores se están viendo impedidos de regresar a
las faenas por ser sindicados como agitadores. De esta manera Ultraport
sigue la lógica de la mayoría de las empresas, las cuales están
dispuestas a dar dinero cuando tienen movilizaciones, pero nunca a
aceptar a los agitadores dentro de sus filas, incluso prefieren pagar
juicios millonarios para expulsarlos sin ninguna indemnización.
Situación paradójica porque incluso les sale más barato pagar una
indemnización que los juicios, sin embargo así se aseguran que los
trabajadores se vallan sin nada para sus casas. Es una batalla sutil e
ideológica para demostrar quien es el que manda y castigar a aquellos
que han osado a levantar la voz.
Tras 2 semanas de paro de los
trabajadores de Ultraport diferentes puertos a nivel nacional se
organizaron y desataron un paro que cruza casi todo el territorio
nacional. Esto ha producido un paro de las principales exportaciones del
país, así como perdidas millonarias para los empresarios. El motivo del
paro del resto de puertos en la región chilena es netamente de
solidaridad. Los puertos agrupados en la Unión Portuaria de Chile exigen
la restitución de los compañeros que la empresa quiere destituir. En el
caso de que estos no puedan integrarse exigen de Ultraport una
indemnización digna para sus compañeros. Hasta el momento el paro
nacional lleva cerca de 7 días de duración y tiene a la clase
empresarial muy preocupada.
Los empresarios gritando como nunca
A diferencia de otros conflictos
sociales de grandes proporciones, en este caso el gobierno ha mantenido
un férreo silencio. Esto se entiende, ya que al Estado no le interesa
perder su prestigio como garante de la estabilidad económica del país.
Hablar sobre el paro portuario seria como demostrar que $hile no es un
país confiable para las inversiones extranjeras y las mega-empresas que
extraen los recursos naturales de nuestro país.
Una actitud totalmente diferente es la
que optaron por tomar diversos sectores empresariales que han emitido
particulares opiniones. En el portal Terra.cl el presidente de la
Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo, declaró duras
palabras al movimiento y ordenó al gobierno “aplicar el artículo 11 de
la Ley de Seguridad del Estado a fin de restituir el libre tránsito de
mercancías en los terminales”. Estas declaraciones representan
principalmente al sector empresarial de la zona central que produce
alimentos que salen por los puertos de Valparaiso. Por otro lado,
también en terra.cl, el presidente de La Corporación Chilena de la
Madera (CORMA), Fernando Raga, rechazó la paralización de los
principales puertos de la Región del Biobío “haciendo un llamado a las
autoridades a hacer respetar el Estado de Derecho y a aplicar la ley
[...] denunciando que hay miles de vehículos de carga que se han visto
inmovilizados de manera forzosa o sufren esperas interminables”. El
medio de comunicación de la clase empresarial Diario Financiero relata
la molestia de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de
Chile (CNC), la cual afirma que “el valor diario de exportaciones e
importaciones paralizadas suma más de US$207 millones promedio,
considerando sólo la paralización de los terminales de Antofagasta, San
Antonio y Talcahuano”
Todas estas afirmaciones del
empresariado se suman a las declaradas por el vicepresidente de la
Camara Maritima y Portuaria, Rodolfo Garcia, organización que agrupa los
intereses empresariales en este grupo. En un hecho bastante particular
el señor Garcia expresó sus opiniones representativas del sector en un
vídeo que dura 10 minutos, en donde realiza varios llamados al gobierno y
la ciudadanía a no tolerar este tipo de acciones.
Todo esto nos demuestra el miedo de la
clase empresarial frente a este tipo de movimientos. Si su actitud suele
ser de silencio frente a los conflictos sociales, ahora, en cambio, es
de visualización publica en una clara señal política de poner su poder
sobre la mesa y apurar a que su perro guardián, (el Estado) aplique su
fuerza sobre el movimiento. Resulta llamativo que frente a la respuesta
solidaria a nivel nacional de los portuarios, también los empresarios de
diferentes zonas del país responden con declaraciones provocativas. Sin
duda el asunto les complica, estan perdiendo dinero y su querida
reputación internacional.
Un movimiento con fuerza
La extensión del movimiento portuario ha
sorprendido a gran parte del empresariado y a la comunidad en general.
Su rasgo expansivo y la solidaridad son dos características pocas veces
vistas en el alicaído movimiento sindical chileno. Los empresarios
además de estar preocupados por las perdidas millonarias, no logran
entender esa palabrita llamada “solidaridad”. No comprenden el hecho de
que se este exigiendo algo más que dinero, tampoco que tengan que pagar
los costos de una movilización que se libra a miles de kilómetros de sus
centros de explotación productiva.
Esta solidaridad no es un hecho
totalmente espontaneo. Responde a un trabajo sindical ejecutado por
diversas organizaciones portuarias dispersas en el territorio nacional.
Es posible observar, tanto en las opiniones del empresariado como en las
de los mimos portuarios, que el sector más avanzado esta constituido
por los puertos de la región del Bio-Bío. Desde el 2010 existe en la
región la Unión Portuaria del Bio-Bio que agrupa a los principales
puertos del sector, establecidos en Coronel, Talcahuano y Lirquen. La
Unión portuaria del Bio-Bio tuvo su prueba de fuego en 2011 cuando los
portuarios de Lirquen comenzaron una paralización por diversas demandas.
Rápidamente los otros puertos apoyaron a sus compañeros paralizando las
faenas y logrando acuerdos para los compañeros de Lirquen. Ese mismo
año, en un hecho inedito, los portuarios paralizaron sus actividades por
varias horas en apoyo a las demandas estudiantiles. Todos hechos que
demuestran que el concepto de solidaridad se encuentra bien dentro de
estos sectores de trabajadores.
Desde esta y otras zonas del país se
intenta fortalecer la incipiente Union portuaria de Chile, que busca
agrupar a la mayor cantidad de puertos a nivel nacional. Es de esperar
que esta experiencia sirva para afianzar dicho proyecto y acumular
experiencias para otras futuras movilizaciones.
Por último dejamos con ustedes las
fotografías de una marcha de portuarios de la región del Bio-Bio en
apoyo a sus compañeros del puerto de Angamos en Antofagasta y
un vídeo explicativo al respecto.
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