(APe).-
El 2012 se nos fue, sin fin del mundo, sin profecías apocalípticas
cumplidas, no obstante los grandes y verdaderos desastres
autoprovocados, tienen como coautor al ser humano que es coadyuvante y
sinérgico con cualquier catástrofe natural.
No nos agarra por
sorpresa que la corrupción exista en funcionarios cipayos y genuflexos
que habitan en nuestra república. El morbo aparece cuando ante nuestra
mirada perpleja se exhibe un escenario increíble, pero lamentablemente
previsible, más que el ocaso de nuestro planeta.
Hago mención
al premio no solo entregado, sino que también aceptado por el Ministro
de Salud de la Nación, Juan Luís Manzur, por el plan aplicado para la
reducción de la mortalidad materno –infantil, de la mujer y de las
adolescentes. Dicha distinción llamada Premio Américas 2012, fue
entregada por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Por otro
lado, los premios para Manzur, no son solamente galardones
internacionales. El Vicegobernador de Tucumán en uso de su licencia por
estar a cargo de la cartera de salud, es investigado por
enriquecimiento ilícito, otro de los tantos términos ya olvidados,
porque la moneda corriente, y los billetes que llueven sobre el techo de
los funcionarios, ya no sorprenden, ni indignan, y a veces nos hacen
caer en el pantano de la resignación.
Desde su llegada a las filas
del gabinete Nacional, ha aumentado su patrimonio de 4,6 millones de
pesos en el 2009, a 8,2 millones en el 2011.
El sonriente ministro,
tiene quien le cuide las espaldas, ya que quien encabeza el gobierno del
Jardín de la República, el Radical–Peronista José Alperovich, ha
dicho: “cuando vos tenés y demostrás no es pecado tener”, esta solidaria
declaración, defendiendo a su compañero de fórmula en el 2007 y en el
2011 esta última de manera testimonial, quizás pueda hacer que el
ministro tenga un sueño tranquilo, y si fuese “pecado tener”, existe
el “Opus Dei” para limpiar culpas a Manzur.
La llegada
El
individuo en cuestión llega al Ministerio de Salud, en el 2009 en medio
de la epidemia de Gripe AH1N1, que puso en evidencia el desastre
sanitario argentino, lo que provocó la renuncia de su antecesora
Graciela Ocaña. Sin embargo La pandemia de la temida “gripe porcina”,
que responde a la teoría del shock tan bien descripta por Naomí Klein,
no presentó un nivel de mortalidad mayor, al producido por otras
patologías, basta con citar como ejemplo a la gripe estacional, la
malaria, o la diarrea . Obviamente palpable y cierta fue la epidemia,
mas también fue cierto el crecimiento de las acciones de 3 grandes
industrias farmacéuticas productoras de vacunas y antivirales, que han
comercializado sus productos con los gobiernos de las diferentes
naciones. El caso del Tamiflú cuya venta ha elevado las arcas de Roche y
en 5 días multiplicó sus acciones de manera exponencial en el 2009, es
el más relevante. Argentina incorporó rápidamente el medicamento a los
protocolos y guías terapéuticas, y las vacunas han sido incorporadas al
calendario obligatorio de vacunación.
Muertes infantiles
Con
respecto al manoseado índice de mortalidad infantil, si bien la data
oficial nos muestra un descenso con respecto a años anteriores, y la
tasa nacional se ubica en 10,52 muertes/1.000 nacimientos, las cifras no
dejan de ser controversiales, ya que la ciudad de Buenos Aires capital
de la República, muestra un ascenso de muertes infantiles y neonatales
de hasta un 26% en el 2011 con respecto al 2010. Obviamente que el
ministerio de salud de la Nación, al ser la Capital un distrito
gobernado por un opositor al gobierno nacional, se quita
responsabilidad. Pero en fin, no resulta difícil poner en tela de
juicio la inoperancia a las que el Jefe de Gobierno Porteño ya nos
tiene acostumbrados. La dificultad, en cierta forma surge al realizar
intentos de cuestionar a un gobierno autoproclamado Nacional y Popular
que ha puesto al frente de un sector tan importante como el de la Salud
a un vicegobernador proveniente de un feudo, donde las cifras se
imponen a fuerza de impunidad, donde los capitanes de la muerte y de la
trata son cómplices con los poderes del estado.
Mortalidad materna
A
la luz o a la sombra de evidencias foráneas, que provienen en forma
contradictoria de organismos que han participado en premiar a Manzur,
como son OMS, Unicef, Unfpa y el Banco Mundial, se deja entrever que
Argentina no está colocada en el camino tendiente a descender la
mortalidad materna entre 1990 y 2010. Un informe que se desprende del
estudio realizado por un grupo interagencial de la ONU hizo público el
dato que en Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay y Bolivia hubo una
reducción de hasta 57 por ciento, mientras que en Argentina se
incrementó un 8 por ciento. “De esta forma, el único Objetivo del
Milenio que no podrá cumplir en 2015 el país es el de reducción de la
mortalidad”, (Zulma Ortiz, experta en Salud de la oficina local de
UNICEF, en nota a página 12 el 29/05/12).
Profilaxis inicua
Para un desenlace de año premiado no hay mejor comienzo que una compra
millonaria para enaltecer el festejo. Una compra hecha por licitación a
tres empresas productoras de preservativos y gel lubricante, fue
autorizada por el ministerio de salud según la decisión administrativa
1412, la misma consiste en la adquisición de 82 millones de
preservativos y 17 millones de pomos de gel lubricante por un total de
39 millones de pesos, números aportados por el boletín oficial el
03/01/2013. Las empresas favorecidas fueron Kopelko SA, Laflance SA y
Buhl SA.
Si bien Manzur homenajea y cita a Ramón Carrillo,
quien sigue siendo homenajeado pero no estudiado, advierte que este
prócer del sanitarismo argentino “Tras el derrocamiento de Perón, en
1955, la dictadura instalada bajo la denominación de Revolución
Libertadora lo acusó de enriquecimiento ilícito y, a pesar de que el
sanitarista justificó todos sus bienes, sufrió confiscaciones y una
persecución que le obligó a abandonar el país para trabajar en Brasil,
donde falleció a los 50 años.”
La comparación desafortunada que
realiza el ministro Manzur , que cumple con el lavado de culpas, no
hace mas que llenar de certezas el camino para quienes creemos que, la
salud pública no es un bien del estado sino de la población, lo
“estatal” no es condición sine qua non para que sea público, y a las
pruebas me remito.
La tasa de mortalidad, es el reducto
siniestro del estado para resumir que niñas, niños, madres y
adolescentes con nombre y apellido, con un mañana reducido a cenizas,
con el sueño interrumpido de habitar nuestro suelo, son un vil precio
en el mundo del libre mercado para gestionar créditos, para acarrear
deudas que pagaran con la vida misma los que mas adelante formen
parte de las tasas, es decir niños, niñas y adolescentes, un ciclo que
es bola de nieve en descenso y crece en millones para el capitalismo y
sus cómplices , y en muertes para los plebeyos y despojados del
historial exitoso y de las declaraciones juradas de funcionarios.
No cabe duda que la necesaria erradicación de enfermedades de
transmisión sexual, la prevención de embarazos no deseados, ameritan
intervenciones contundentes de quienes gestionan, pero son aún
insuficientes, y cargadas de intereses espurios, por lo cual, no van a
prevenir el nacimiento, ni la osadía de ese fruto renovador de la
especie humana, que saldrá luego de un prolongado trabajo de parto,
pero con los tapones de punta , a derribar las puertas de los edificios
ministeriales y a confiscar la riqueza para distribuirla entre sus
pares, y al fin puedan enterrar con dignidad a sus muertos y cumplir el
sueño del país para todos que queremos los que aún vivimos.
Fuentes de datos:
Organización
Panamericana de la Salud. (2 de noviembre de 2012) y diarios Clarín,
23/12/2012, Página/12 29/05/2012, La Gaceta de Tucumán 15/12/2012,
Diario El Siglo 03/01/2013.
Vía:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=7627:juan-de-los-palotes&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106
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