Leonardo Valdés/Foto: BFlores, proceso.com |
Solamente alguien muy ingenuo podría ver una casualidad en la decisión
del Instituto Federal Electoral (IFE) de destruir las boletas
electorales de 2006 unos días antes de que termine el mandato de Felipe
Calderón. Los consejeros y los magistrados electorales no se cansan
nunca de declarar que todo lo que hacen está “apegado estrictamente a
derecho”. Pero el caso de las boletas electorales demuestra precisamente
lo contrario. Cuando fuertes intereses políticos y económicos se
encuentran de por medio, las autoridades de nuestro país están
dispuestas a hacer absolutamente todo, menos lo que indica la ley.
Como ya hemos argumentado en numerosas ocasiones en estas mismas páginas (más recientemente en http://www.proceso.com.mx/?p= 288777),
la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental y el artículo 6° de la Constitución no solamente permiten,
sino que obligan al IFE a poner las boletas electorales de 2006 a
disposición de los ciudadanos. Ello se refuerza con las recientes
reformas al artículo 1º de la Constitución, donde quedó plasmado el
principio pro persona, según el cual la interpretación de las normas
relativas a los derechos humanos debe dar “en todo tiempo a las personas
la protección más amplia”.
Sin embargo, el IFE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación (TEPJF), la Suprema Corte de Justicia y la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han inventado un sinnúmero de
argumentos ad hoc para evadir la ley y negar las solicitudes de acceso
presentadas por la revista Proceso y por miles de ciudadanos. Pero
ninguna de las múltiples resoluciones y sentencias ordenan al IFE
triturar las boletas de 2006 antes de que Calderón entregue la banda
presidencial. Estas resoluciones tampoco prohíben al IFE permitir el
acceso ciudadano a las boletas antes de la eventual destrucción del
material.
Las instancias revisoras se han limitado a ratificar la decisión del IFE
de negar las solicitudes realizadas hasta la fecha. No han emitido
orden alguna hacia los consejeros con respecto a acciones específicas en
el futuro. Si mañana una mayoría de integrantes del Consejo General del
IFE quisieran poner las boletas electorales a disposición de la
sociedad, podrían hacerlo sin incurrir en falta alguna...
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