Ha sido recurrente que a través de los
medios de comunicación se haga responsable a los trabajadores de los
Servicios Públicos de Salud y en particular a los médicos, de las
deficiencias del sector. Sin embargo el año 2008 la Cámara de Diputados
aprobó el informe que consigna la crisis del sistema público chileno:
falta de resolutividad de la atención primaria, déficit de camas
críticas, distribución inequitativa y falta de especialistas en el
sistema público. Cada vez existen más listas de espera de patologías no
incluidas e incluidas en el Auge, infraestructura deficitaria, etc.
El modelo económico impuesto en nuestro
país no es ajeno a nuestro sector. El derecho a la salud preventiva y
curativa para el 100% de la población desaparece constitucionalmente en
1980. La Constitución del 80 asegura el “acceso individual” según
capacidad de pago y a partir de allí, se incorpora definitivamente la
salud al sistema de mercado.
El sistema creado incentiva a los
Servicios a resolver las patologías GES, cuando financia el 100% del
costo del tratamiento, a diferencia del financiamiento de no más del 70%
del costo real de las patologías no incluidas en el Auge. A pesar de
ello, las listas de espera Auge son crecientes.
Los incentivos al subsistema privado y a
las Isapres, han llevado a que hoy día el 70% de las horas
especialistas se encuentran en el sistema privado.
La salud fue transformada en una
industria y el médico ha pasado a ser un engranaje más de esta
industria, en muchos casos transformando a médicos y otros profesionales
en nuevos proletarios.
Quienes vieron el programa escucharon al Sr. Ministro de Salud,
su preocupación mayor: hacer trabajar a los médicos. Los satisfactorios
resultados sanitarios se deben al compromiso de los médicos y de todo
los funcionarios del sistema público con sus pacientes y ello a pesar de
sueldos y condiciones de trabajo muy por debajo de standards para
nuestra labor.
Sin embargo, Chile no es un caso especial. En su informe del 2008, la OMS afirma que “las políticas de ajuste estructural -impulsadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial-
han hecho tambalear seriamente el sistema de salud pública” y añade que
“la mercantilización no regulada de los sistemas de salud los hace muy
ineficaces y muy caros; acentúa las desigualdades y lleva a una atención
de calidad incluso hasta peligrosa”.
Las propuestas contenidas en el Informe de la Comisión Presidencial de Salud,
publicadas en diciembre recién pasado y tristemente avaladas por el
presidente de nuestro gremio al participar en dicha comisión, resume la
visión mercantilista de los grandes inversionistas en salud, tras el
propósito de expropiar el presupuesto de la salud pública.
A) SUBSIDIO AL SECTOR PRIVADO CON LOS FONDOS DEL ESTADO Y DE LAS COTIZACIONES PREVISIONALES DE LOS TRABAJADORES.
Medidas anunciadas o ya puestas en
práctica, reducen cada día más la capacidad del Sistema Público de Salud
para dar protección y atención a la salud de todos los chilenos.
Bono Auge, nueva canasta, bonos
portables, concesiones, no son más que el traspaso de fondos públicos
hacia la gran empresa de la salud. En lugar de destinar recursos al
fortalecimiento que requiere con urgencia el Sistema Público de Salud,
su transferencia destinada a subsidiar el crecimiento del sector
privado, contribuye a debilitarlo aún más.
B) DESINTEGRACIÓN DE LA PROTECCIÓN DE LA SALUD Y MÁS DESIGUALDAD EN LA ATENCIÓN DE SALUD.
La reducción de los insuficientes
recursos presupuestarios del sector público, provocan una cada vez mayor
disminución de los recursos humanos vía la “fuga de cerebros” hacia el
sector privado, debilitándose cada vez más el acceso a la atención
integral que la población requiere con urgencia. Los efectos y
consecuencias, son esgrimidos para desacreditar el sector público por
los medios de comunicación con intereses en la privatización de la
salud.
Lejos de corregir la inequidad en salud y
propender a la igualdad de oportunidades, las medidas propuestas no
hacen más que profundizar el afán mercantilista del sistema neo liberal,
transformando el derecho a la salud de todo individuo y de la sociedad,
en una mercancía más.
Transferencias, bonos, pérdida de
personal calificado y concesiones hospitalarias, unido a malas
condiciones de trabajo y sueldos insuficientes, conducen al
desmantelamiento del sistema público de salud.
Es hora de exigir sueldos acordes con nuestra función profesional y Ley Médica Única para todos los médicos.
Sin embargo, la recuperación de nuestra dignidad, pasa también porque el Colegio Médico vuelva a ser la conciencia de la salud del país.
Dr. David Peralta Castro
ICM: 11.635-1
Vìa :
http://www.elciudadano.cl/2011/05/01/medicos-%C2%BFresponsables-de-las-politicas-de-salud/
http://www.elciudadano.cl/2011/05/01/medicos-%C2%BFresponsables-de-las-politicas-de-salud/
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