sábado, 2 de abril de 2011

Noticias : Los rebeldes libios, dispuestos a un alto el fuego, y la coalición internacional asesina a civiles . Yemen: opositores y partidarios del régimen toman las calles, mientras Estados Unidos apoya la dictadura

Los rebeldes libios, dispuestos a un alto el fuego, y la coalición internacional asesina a civiles
Los líderes de la revuelta libia están dispuestos a acordar un alto el fuego con Muamar el Gadafi si se cumplen ciertas condiciones. Así lo ha anunciado este viernes Mustafa Abdel Jalil, jefe del Consejo Nacional, quien ha comparecido ante la prensa en Bengasi tras reunirse con el enviado especial de la ONU para Libia, Abdelilah al Jatib. “Las tropas de Gadafi deben abandonar sus posiciones alrededor de las ciudades sitiadas y el sitio tiene que ser levantado", ha declarado Abdel Jalil, quien también ha exigido que el régimen de Gadafi "permita libertad a la gente para que exprese sus puntos de vista". Abdel Jalil ha advertido que los sublevados necesitarán armas y asistencia, y ha reiterado su demanda de que el coronel y su familia abandonen Libia. Mientras tanto, siguen conociéndose datos de los civiles asesinados por la coalición internacional. En una aldea a 15 kilómetros de Brega, siete civiles, la mayoría niños, murieron el miércoles en un bombardeo de la coalición. Según un médico libio, un misil alcanzó un convoy con municiones que circulaba entre las casas, causando una fuerte explosión, la muerte de las 7 personas y heridas a otras 25. La ONU no ha cuestionado a la coalición estas muertes de civiles, cuando su Resolución está encaminada a salvaguardar la vida de civiles y no precisamente a matarles.
Yemen: opositores y partidarios del régimen toman las calles, mientras Estados Unidos apoya la dictadura
El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, cuya dimisión pide la oposición desde hace semanas, ha vuelto a anunciar este viernes que no dejará el poder. Ante decenas de miles de partidarios reunidos en Saná, la capital del país, Saleh ha jurado sacrificar su sangre y su alma antes que abandonar el poder. Las protestas contra Saleh, que lleva 32 años en el poder, han puesto al país al borde del colapso. Pero el dictador tiene el apoyo de Estados Unidos, que en este caso se olvida de la democracia, y de la mayor dictadura de la región, Arabia Saudí, quienes temen que un proceso democrático pondría en riesgo sus intereses geoestratégicos y económicos. Durante este viernes, día de rezo musulmán, miles de manifestantes pro-gubernamentales y de la oposición han tomado las calles de Saná, separados tan sólo por 4 kilómetros de distancia. Hasta ahora, 82 personas han muerto en las protestas, incluyendo la masacre del pasado 18 de marzo, donde fueron asesinadas 52 personas.
Bahrein: el régimen aumenta las detenciones de opositores
Las autoridades de Bahrein han puesto en libertad al destacado bloguero opositor Mahmud al Yusif, pero en contraposición han detenido a decenas de activistas opositores, en un nuevo síntoma del endurecimiento de la represión contra las protestas prodemocráticas. Más de 300 personas han sido detenidas en este pequeño país desde que estallaran las protestas, hace semanas, mientras que hay decenas de desaparecidos. Las manifestaciones han sido prohibidas desde la imposición del toque de queda, pero no fueron efectivamente silenciadas hasta la entrada en el país de tropas del Consejo de Cooperación del Golfo, la mayoría procedente de la dictadura de Arabia Saudí. En contraste con el discurso internacional de las potencias mundiales, que justifican los bombardeos en Libia, supuestamente para apoyar un proceso democrático, en el caso de Bahrein apoyan sibilínamente a la dictadura, como en el caso de Yemen. Los medios de comunicación internacionales cada vez hablan menos de Bahrein, o de Yemen, centrando toda la atención en Libia o Siria.
Siria sigue reprimiendo las manifestaciones con gases lacrimógenos
Cientos de personas han vuelto a salir a la calle en Siria este viernes, declarado como el "Viernes de los mártires" en recuerdo de las personas que han perdido su vida en las manifestaciones. Las marchas tienen lugar en las ciudades costeras de Latakia y Banias, y en el suburbio de Douma en la capital, Damasco. Las fuerzas de seguridad han usado gases lacrimógenos para dispersar a la gente. Tanto la Policía como grupos de seguidores del presidente sirio, Bachar Al Asad, se han concentrado alrededor de las mezquitas, en previsión de que los opositores se concentraran tras la hora del rezo. Las nuevas manifestaciones pidiendo libertad y reformas políticas se producen dos días después de que Al Asad culpara de las revueltas a una supuesta “conspiración internacional”. El Gobierno sirio, no obstante, ha puesto en marcha una comisión para estudiar la suspensión de la Ley de Emergencia que rige en el país desde 1963.
De momento, la capital de Costa de Marfil resiste
Mientras su representante en Europa asegura que "no se rendirá", contra todo pronóstico las fuerzas leales a Laurent Gbagbo parecen estar resistiendo las primeras horas del feroz ataque lanzado contra el Palacio Presidencial de Abidjan, la capital de Costa de Marfil. En los alrededores de la sede presidencial se escucha un intenso intercambio de obuses. Se desconoce el paradero real de Laurent Gbagbo, quien podría haber escapado a un lugar indeterminado. Las fuerzas leales a Laurent Gbagbo parecen estar ofreciendo resistencia a los rebeldes. El ataque contra el Palacio Presidencial comenzó la noche del jueves al viernes y ha proseguido durante el viernes, pero aún no se ha constatado su derrota. Todas las instancias internacionales, incluyendo a la Unión Africana, han pedido a Gbagbo que deje el poder, pero los combates proseguían en la capital económica marfileña entre los partidarios de Alassane Ouattara y el presidente Laurent Gbagbo. Este enfrentamiento se lleva a cabo desde las elecciones del pasado mes de noviembre, que en un primer momento se dijo habían sido ganadas por el presidente Gbagbo, pero después con la presión internacional se rectificó para dar por ganador a Ouattara. En el conflicto median intereses internacionales, ya que Costa de Marfil es el primer productor mundial de cacao, en un negocio del que se benefician básicamente Estados Unidos y países europeos. Ouattara es un hombre más partidario de los acuerdos con las grandes potencias y sus empresas, mientras Gbagbo siempre se ha manifestado por mantener la independencia y nacionalización de sus propios recursos. Esto explica el porqué las potencias mundiales se sitúan del lado de Alassan Ouattara.

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Audio publicado en Más Voces : www.masvoces.org

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