Primero fue
“El señor de los cielos”, Amado Carrillo Fuentes, el que impuso la
estrategia
de trasportar toneladas de cocaína en avionetas desde
Colombia a Estados Unidos. Pero la radarización del espacio aéreo en el
país donde más se consume esa droga y la entrada definitiva de los
narcos mexicanos obligó a sus colegas colombianos a buscar alternativas
en el nuevo milenio. Y entonces aparecieron las lanchas rápidas que
descartan el cargamento al ser descubiertas. Pero hubo un hombre que
según la agencia antidrogas norteamericana (DEA) revolucionó el tráfico
al perfeccionar un nuevo sistema: pasar la carga en precarios
submarinos. Se llama Ignacio Alvarez Meyendorff y fue detenido el
domingo pasado en el Aeropuerto de Ezeiza. Tiene pedido de captura del
gobierno estadounidense, que lo acusa de pasar, bajo el agua, al menos
ocho toneladas del oro blanco.
Alvarez Meyendorff viajó en un vuelo comercial proveniente de la
paradisíaca Tahití, en la Polinesia Francesa, con escala en la Isla de
Pascua. Llegó al aeropuerto de Ezeiza alrededor de las 17. “Era un día
complicado para hacer un arresto por la cantidad de gente que volvía del
fin de semana largo”, contó a este diario Miguel Robles, subsecretario
de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad de la Nación. Alvarez
Meyendorff no se operó la cara, como ya hicieron otros narcotraficantes,
y tampoco ofreció resistencia cuando se le acercaron los agentes de la
Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).Luego de secuestrarle su equipaje, el sospechoso fue alojado en una dependencia del Servicio Penitenciario Federal y puesto a disposición del juez federal de Lomas de Zamora, Carlos Ferreiro Pella. El magistrado, según aseguró una fuente de la investigación, ya estaba al tanto de la llegada de Alvarez Meyendorff, también conocido como “Nacho”, “El Viejo” o “Gran Hermano”. La información le habría sido suministrada por la DEA y la Oficina de Inmigraciones Ilegales de Estados Unidos, país que reclama la extradición inmediata del detenido.
El pedido de captura internacional fue solicitado por la fiscal de Nueva York Bonnie Klapper, que lo investiga por participar en varias actividades relacionadas con el narcotráfico. Supuestamente, El Viejo pertenece a una fracción del Cartel del Norte del Valle en Colombia y se cree que actúa como testaferro de esta organización. Para Klapper, el sospechoso está vinculado con el lavado de dinero por una suma millonaria y es el cerebro detrás de los pequeños submarinos de fibra de vidrio, que no se sumergen completamente y trasportan cocaína de Colombia a Estados Unidos.
“Por la información que manejamos, él tendría a cargo la logística de los submarinos y perfeccionó ese sistema. Lo acusan de transporte a Estados Unidos y además del tráfico con la misma técnica a Europa desde algunas islas del norte de Africa”, informó Miguel Robles. Según comentó este funcionario, Alvarez Meyendorff ingresó al país utilizando su nombre y ya se está “chequeando” si estuvo antes en el país. “Ya se había escapado en varias oportunidades de las Justicia norteamericana”, agregó.
El último submarino descubierto no era tan precario como los primeros que se conocieron. Fue encontrado en un río de la región del Cauca colombiano, el 13 de febrero pasado, y cuesta más de dos millones de dólares. “Tenía una tecnología de avanzada, que incluía tanques de compensación que le permiten navegar sumergido y un periscopio, con cámaras de video para conocer la situación de la parte externa sin salir a flote”, explicó en su momento Hernando Wills Vélez, comandante de la Fuerza Naval del Pacífico de Colombia.
La organización que integraría Alvarez Meyendorff creció a mediados de los ’90, tras la fragmentación de los carteles de Medellín y Cali. Sin embargo, en julio del año pasado fue detenido en Venezuela Alberto Rentería Mantilla, uno de líderes de ese cartel. Según las autoridades colombianas, esta organización que empieza a disgregarse envió al mercado estadounidense unas 500 toneladas de cocaína entre 1990 y 2004.
emilioru@pagina12.com.ar
Vìa :
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-167098-2011-04-27.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario