Tegucigalpa. Tres tanquetas de agua, pimienta y químicos, decenas de bombas lacrimógenas y centenares de elementos policiales y militares, fue la respuesta de parte del gobierno de Porfirio Lobo a la manifestación encabezada por el magisterio en la capital hondureña, por la exigencia de la educación pública el día de hoy.
Miles de personas llegaron al Instituto de Prevención del Magisterio de Honduras (INPREMAH), actualmente intervenido por el gobierno, alrededor de las diez de la mañana para iniciar una movilización hasta las cercanías del Hotel Honduras Maya donde se reunían autoridades estatales y alcaldes de distintas regiones que plantean la municipalización de la educación.
El seguimiento de los aparatos represivos fue constante durante toda la movilización que luego de un acto político en las afueras del fuertemente custodiado hotel decidió regresar al INPREMAH, que actualmente ha sido el principal centro de atención y en donde ya se han realizado fuertes represiones la semana pasada, siendo asesinada la maestra Ilse Velasquez luego de que una bomba lacrimógenea impactara en su rostro y fuera atropellada posteriormente en la represión del día viernes 18 de marzo.
Represión
Alrededor de la 1:30 pm la movilización llegó a su destino seguida por tres tanquetas de agua y químicos de la Policía Nacional que embistieron sin mayor reparo atacando con agua y bombas lacrimógenas a los manifestantes.
La resistencia fue mínima debido al poderío del nuevo armamento y la cantidad de elementos policiales y militares que dieron seguimiento a las personas que se dispersaron por los alrededores.
Luego del primer ataque periodistas y camarografos fueron agredidos por elementos policiales que golpearon y trataron de arrebatar la cámara de la periodista Sandra Marybel Sanchez de la Radio Gualcho, quien fue agredida en presencia de varias personas incluyendo el equipo técnico de la Comisión de Verdad que se encontraba haciendo acompañamiento y registro.
Acto seguido las agentes policiales fuertemente armados y con sus rostros cubiertos con mascaras anti-gas, comenzaron a disparar bombas lacrimógenas como proyectiles directamente al cuerpo de personas hiriendo en las piernas a Uriel Rodríguez camarógrafo del noticiero Globo TV y Bartolo Fuentes del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) entre otras personas asistentes a la manifestación. La CDV tiene pruebas de los ataques contra estas dos personas y llama a los demás manifestantes a presentarse a brindar su testimonio.
La oficinas de la CDV en Tegucigalpa están ubicadas en el segundo piso del edificio COPEMH, que también fue atacado por las fuerzas represivas que mantuvieron la persecución y el lanzamiento de bombas en lugares cerrados, residenciales y centros comerciales como Plaza Miraflores de manera indiscriminada por más de una hora de persecución.
El ataque de gas afectó a todas las personas de las localidades circunvecinas al INPREMAH afectando a niños, ancianos, mujeres embarazadas sin ningún reparo.
“El ataque ha sido brutal, no hay ningún tipo de respeto por la vida y la dignidad de las personas que ejerciendo su derecho han venido a manifestarse pacíficamente en contra de una medida que consideran les afecta y lo hacen saber, no hay necesidad de tanta violencia contra una población desarmada” aseguró Nora Miselem responsable de la Oficina de Atención a las víctimas que ya está registrando las violaciones a los Derechos Humanos acontecidas este día.
Por su parte Porfirio Lobo Sosa mantiene su posición de ataque a los manifestantes adelantando que no dará un paso atrás y que se atacará a quienes salgan a las calles a manifestarse.
Al mismo tiempo una delegación del gobierno viajó a El Salvador para una reunión con el presidente de Estados Unidos Barack Obama para tratar de mostrar los avances en Derechos Humanos en la estrategia de lograr la reincorporación de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA) este próximo mes de junio.
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