Conmociona leer el informe Tratamiento inhumano y tráfico ilícito de órganos humanos en Kosovo (1) escrito por Dick Marty para la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que lo aprobó por unanimidad. Las atrocidades sucedidas en los campos de Cahan, Kukës, Durres, Bicaj, Burrel, Rripe (La Casa Amarilla) o Fushë-Krujë (párrafos 93-167) son tales que bien pudiera suceder que en ellas se concentre la poca atención que han prestado los medios y la opinión pública internacional al memorándum del senador Marty, cuando el alcance de su contenido rebasa lo espeluznante y apunta a acabar con la impunidad de los criminales que las cometieron y a esclarecer la verdad histórica a fin de que en el futuro haya verdadera paz y justicia.
Después de tanto
cable de Wikileaks y tanta alabanza de la transparencia, indigna el
silencio sobre un documento explosivo del Consejo de Europa -veremos si
se aprueba la resolución- que avanza hacia la verdad descarnada de la
"guerra humanitaria". La OTAN bombardeaba desde las alturas; abajo las
fuerzas de seguridad serbias abandonaban el territorio; KFOR apenas
tenía instalaciones; no había ninguna autoridad administrativa y
delegaron en el Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK), o mejor dicho,
en el grupo mafioso de Drenica, el control del territorio, y eso que BND
alemán, SISMI italiano, MI6 británico, EYP griego y por supuesto FBI
estaban al corriente de la actividad mafiosa de ese grupo (lavado de
dinero, contrabando de drogas y cigarrillos, tráfico de seres humanos,
prostitución, monopolización de los sectores más importantes de la
economía kosovar como los carburantes, la construcción) y en concreto de
su líder, Hisham Thaçi, uno de los “capos criminales” más peligrosos
del UÇK (2).
Impresiona ver plasmado
(párrafo 72) el nombre del primer ministro kosovar en la lista de
acusados de haber ordenado -y en ciertos casos de hasta haber
presenciado- asesinatos, detenciones, palizas e interrogatorios en
territorio albanés entre 1998 y 2000 durante operaciones del UÇK. No
sorprende que Thaci ventile el informe diciendo
que no se trata más que de "propaganda malintencionada cuyo objetivo es
denunciar al Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) y sus líderes".
Estremece
conocer (párrafos 75-85) el currículum del “Dr. Shaip Muja”, aunque sea
parecido al de otros miembros del grupo de Drenica, incluido Hashim
Thaçi. Estudiante activista a principios de los 90. Miembro de un grupo
de élite del UÇK con base en Albania. Creador de inversiones de millones
de dólares provenientes de los “fondos de guerra” donados a la causa
del UÇK. Diseñador de la estructura de inteligencia en el Partido
Democrático Kosovar en contacto con los servicos secretos albaneses,
compañías privadas de seguridad estadounidenses y expertos israelíes de
inteligencia. Coordinador de Sanidad en el Gabinete del Gobierno
provisional de Kosovo y comandante del 40 batallón del Kosovo Protection
Corps. Político civil en el Partido Democrático de Kosovo. En diciembre
de 2010, asesor político del primer ministro, Hashim Thaçi. Durante 10
años desempeñó un papel central en el tráfico de seres humanos, así como
en las operaciones quirúrgicas ilícitas.
Inquieta
leer (párrafos 7 y 8) que cuando se creó la fuerza UNMIK, se destinaron
pocos recursos humanos y en condiciones inadecuadas para afrontar
tamaña tarea. Ya en 2008 la misión EULEX heredó una situación
dificilísima: numerosísimos archivos sobre crímenes de guerra estaban en
condiciones tan deplorables (faltaban pruebas, testimonios, abundaban
lagunas investigativas) que muchos casos tuvieron que abandonarse.
Recuerda Dick Marty en esta entrevista a Il Manifesto:
“La competencia del Tribunal penal de la antigua Yugoslavia tiene una
limitación temporal y territorial: llegaba hasta el 12 de junio de 1999 y
no incluía a Albania donde toda investigación -la de la Casa Amarilla-
tenía que contar con el acuerdo de esas autoridades; de modo que las
primeras investigaciones y testimonios fueron poco profesionales. […]
Cayeron en el vacío una serie de indicaciones y testimonios de gente que
llevaba contenedores de órganos al aeropuerto entre otras cosas. En el
año 2009 Carla del Ponte me dijo cuando nos encontramos: 'Encontrarás
todo en el archivo del Tribunal'. Pedí las pruebas al Tribunal y me
dijeron dijeron que ya no quedaba nada, que las habían destruido porque
no eran competencia del Tribunal”. A los límites espaciales y temporales
con los que se trató de embridar la verdad histórica en la
investigación hay que sumarles la escasez de recursos con la que
partieron UNMIK (personal con contratos temporales, por ejemplo, según
se dice en el párrafo 7) y EULEX, que ha tenido que bregar con
dificultades enormes a la hora de encontrar testigos. Cabe recordar
(párrafo 25) que en el caso Limaj et al., las personas que
testimoniaron durante el juicio murieron después. Pero sobre todo es una
cuestión de principio: se pretende colaboración de los sospechosos de
los crímenes. Al leer los detalles sobre la intervención humanitaria en
la guerra humanitaria se puede pensar que estas organizaciones más que
ayudar a que se desvelara la verdad colaboraron en su encubrimiento, y
todo en aras de una "estabilidad política" del territorio.
Paradójicamente,
el medio con el que se cuenta para cambiar las cosas sigue siendo
EULEX, y el informe alaba la tarea que están haciendo muchas
instituciones que combaten el silencio y quieren acabar con la
impunidad. La prioridad más acuciante es dar con los desaparecidos
(párrafo 12). El Comité Internacional de Cruz Roja (ICRC) abrió 6.005
expedientes de desapariciones: se ha encontrado a 1.400 personas con
vida; se han podido descubrir 2.500 cuerpos. También hubo desapariciones
después de la llegada de las tropas de KFOR: se trata de 470 casos,
mayoritariamente serbios.
Kosovo no
ha sido el único conflicto en el que se ha tratado de ocultar el pasado
mediante un pacto de olvido y admitiendo que la justicia puede ser
selectiva: la "justicia de los vencedores", como diría Danilo Zolo. No
puede haber justicia sin verdad. Una herida nunca cicatriza bien si está
infectada. Es loable por ello el esfuerzo de Dick Marty:
“Me ha parecido justo no refugiarnos tras declaraciones vagas que
permitieran que se sospechara de todo y de todos. Nos pareció justo
decir: miren que el grupo de Drenica era Thaçi”.
Hace
una semana el mundo conocía que se habían celebrado las primeras
elecciones democráticas en Kosovo, y se supo que el triunfador era
Thaçi, aunque el verdadero ganador fue el abstencionismo (52,2%). Al día
siguiente su victoria quedó salpicada por acusaciones de fraude: siete
observadores de la UE admitieron las denuncias de pucherazos, pero
expresaron un juicio "positivo" sobre el voto, de modo que la Alta
Representante de la Unión Europea Catherine Ashton y el Comisario para
la Ampliación Stefan Füle felicitaron al pueblo y las autoridades
kosovares por la “calma y el modo ordenado” en que transcurrió la cita
electoral y celebraron la participación de los kosovares de todas las
comunidades (3). No parece preocupante que más de la mitad de la
población, en su mayoría kosovares albaneses no acudiera a las urnas, o
que en las áreas de gran presencia serbia como Kosovska Mitrovica, se
boicoteara la cita (4). 48 horas después del domingo electoral se
publicaba el memorándum espeluznante redactado por Marty. (Una noticia
interesante recogida por Paul Lewis en el Guardian:
William Walker, diplomático estadounidense veterano, que denunció en
1999 una masacre de las fuerzas serbias, tras la cual comenzó la campaña
de bombardeos, apoyó al partido de Albin Kurty, un radical de 35 años
hostil a la presencia "colonial de la comunidad internacional en Kosovo y
favorable las privatizaciones de las empresas nacionales y a la unidad
con Albania. Cabe, pues, preguntarse si estarán cambiando los referentes
políticos estadounidenses en Kosovo).
¿Dónde
están hoy los adalides de la democracia? ¿Por qué no acaban con ese
silencio cómplice que dura ya 11 largos años? ¿Qué se hizo de los
paladines de la guerra humanitaria, de las justas causas y los "estados
de necesidad"? ¿Por qué no han respaldado inmediatamente la invitación
de la Asamblea Parlamentaria de dotar de más recursos a EULEX para que
ésta siga su función y pueda proteger a los testigos? ¿Por qué no
presionan a las autoridades albanesas y kosovares para que cooperen con
EULEX? ¿Se puede seguir sosteniendo que la “estabilidad política” de
Kosovo es prioritaria con respecto a la justicia? ¿O debemos pensar que
vivimos en un sistema capitalista que gobierna y bombardea desde las
alturas y deja suelta a las mafias para que éstas capturen el Estado e
impongan su ley criminal abajo en la tierra, incluida la
mercantilización de los cuerpos humanos en cuanto botines de guerra?
Aprovechando
que está tan de moda la transparencia, hay que exigir que se publiquen
las partes clasificadas del informe original (5). Lo pidió
el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov. Nada mejor en
este momento para acabar con la impunidad de los crímenes perpetrados en
Kosovo, cimentar un futuro sereno en esa tierra y romper el silencio
cómplice que reina en Occidente.
Notas:
1. Link al informe en .pdf (en inglés): https://wcd.coe.int/wcd/ViewDoc.jsp?Ref=PR977%282010%29&Language=lanItalian&Ver=original&Site=COE&BackColorInternet=F5CA75&BackColorIntranet=F5CA75&BackColorLogged=A9BACE
2. Ver párrafos 66 a 70.
3. Ver nota oficial del 13 de diciembre de 2010 en: http://eeas.europa.eu/news/index_en.htm#top
4. Me baso en el análisis de Tommaso di Francesco, "In Kosovo vince l'astensionismo". Il Manifesto, 14/12/2010.
5.
Es curioso que este link desde el que se accedía a los mapas que
contiene el informe ya no esté activo. El mapa de arriba está tomado del
sitio B92.
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