1. Desde el sexenio de Fox, dice la revista Proceso, México y EEUU
acordaron colaborar en materia de inteligencia estratégica. Hoy, con la
venia del presidente Calderón y pese a las reticencias del Ejército y
la Marina, ya operan abierta y libremente en territorio mexicano los
agentes de nueve instituciones de espionaje del vecino país. Bajo la
cobertura de una denominación equívoca (Oficina Binacional de
Inteligencia), el gran centro de espionaje de Washington funciona desde
agosto pasado en un edificio ubicado en la avenida Paseo de la
Reforma, en la Ciudad de México, muy cerca de la embajada
estadounidense. Con Calderón, EEUU logró lo que siempre ambicionó:
establecer en la Ciudad de México un centro de espionaje. El
narcotráfico en el país abrió la puerta a todas las agencias de
inteligencia de EEUU, en particular militares, para que operen desde el
Distrito Federal sin encubrir a sus agentes como diplomáticos.
2.
Ayer decía en mi artículo que a los agentes de espionaje yanquis ya
los tenemos hasta en la taza del retrete; hoy lunes se publica que ya
operan abierta y libremente en todo el territorio mexicano, es decir,
se ha establecido en México un gran centro de espionaje en la Embajada
yanqui y los gigantescos edificios que la rodean. El pretexto que se usa
desde que en 2006 el ejército invadió el país: “Perseguir a
narcotraficantes, a la delincuencia organizada, la insurgencia, los
terroristas”. Y esto lo hemos denunciado durante muchos años, sobre
todo desde que se firmó la llamada Iniciativa Mérida en marzo de 2007,
misma que equiparamos con el Plan Colombia que ha servido para asesinar
guerrilleros y luchadores sociales. ¿A cuantos mexicanos desempleados y
hambrientos usarán como espías, escuchas, soplones, orejas,
integrantes de bandas paramilitares con el fin de traicionar a su país a
cambio de unos cuántos dólares?
3. Esta invasión del
espionaje yanqui no es cualquier cosa. Se ha publicado que “Por primera
vez el Pentágono ha desplazado desde Irak y Afganistán al centro de
México a sus oficiales especializados en ataques a grupos insurgentes y
terroristas”. Como hace unos años la Escuela de las Américas –manejada
por el ejército yanqui- servía para capacitar ejércitos de combate
contra las guerrillas de América Latina y África, ahora se imparten
cientos de cursos a miles de policías y soldados en “operaciones de
inteligencia y ataque al narcotráfico, aplicando tácticas
contrainsurgentes y antiterroristas” como lo han hecho en países
asiáticos invadidos. Fox y Calderón resultaron mucho más peleles de los
yanquis que los priístas. En los sesenta y setenta salíamos en grandes
manifestaciones a la calle a protestar y, muchas veces, a arrojar
piedras contra los militares asesinos que se escondían en su interior.
4.
No sólo la izquierda debería salir a la calle a repudiar esa terrible
invasión de espías y militares especiales yanquis a México; en décadas
anteriores salían socialdemócratas, cardenistas, incluso muchos altos
políticos del PRI que se autocalificaban como antiimperialistas y
antigringos. Hoy los políticos guardan silencio con cualquier pretexto
para no ser “mal vistos” por los medios de información y por los mismos
yanquis que intervienen directamente en la sucesión presidencial.
¿Podríamos esperar que personajes del PRD, PT, lópezobradorismo,
Ebrard, intelectuales, los líderes del legislativo, de obreros y
campesinos, se prenuncien contra esa invasión abierta de policías
yanquis al territorio nacional? ¿Seguiremos permitiendo que los
teléfonos fijos y celulares, que los medios de información, que los
aeropuertos, estaciones de autobuses, centros de recreo y diversión,
las universidades, estén atestados de espías?
5. Hasta 1982 los
gobiernos del PRI se regocijaban aún de su nacionalismo que, al
parecer se inició con la revolución mexicana y se reconfirmó durante el
cardenismo (1934-40) Aunque el endeudamiento y la dependencia
económica del país hacia los EEUU se fue incrementando desde los años
40 y el régimen de Alemán, los gobiernos mexicanos –junto a la llamada
gran burguesía nacional- demostraron siempre una relativa independencia
con cierta asociación y competencia con el capital yanqui. A partir de
los gobiernos de Reagan (EEUU) y la Thatcher (Reino Unido), que
impusieron la economía neoliberal y privatizadora en el mundo, México
(aún con gobiernos del PRI) adoptó esos programas durante cinco
gobiernos (De la Madrid, Salinas, Zedillo, del PRI, así como en los Fox
y Calderón del PAN); en resumen llevamos ya 28 de neoliberalismo y
privatización que ha polarizado más a multimillonarios y miserables.
6.
Si antes hubo ciertos márgenes de independencia y un “nacionalismo
revolucionario”, desde 1982 los yanquis –aprovechándose del desplome
económico de México producto de la tremenda caída de los precios del
petróleo, del gigantesco endeudamiento y del saqueo de la economía por
grandes políticos y empresarios- mantienen como perros falderos a los
gobiernos y los hacen obedecer todo tipo de indicaciones. Si antes de
1982 los gobiernos mexicanos podían apoyar abiertamente a los
refugiados españoles, argentinos, chilenos, guatemaltecos, a las
revoluciones cubana y nicaragüense y a los guerrilleros de El Salvador,
etcétera, con cierto disgusto del gobierno yanqui, desde Miguel de la
Madrid (1982-88) los gobiernos se arrastran como gusanos a las
políticas yanquis. Con ese modelo los dos gobiernos panistas (Fox y
Calderón) no sólo dieron vergüenza nacional por su sumisión sino que han
actuado como sus representantes.
7. Espero que este terrible
incremento del espionaje, la represión y los asesinatos en México no
multiplique las muertes de inocentes. Se ha rebasado el número de 35
mil caídos desde que el ejército ocupó las calles en todo el país, ¿se
espera acaso que supere a los 100 mil el próximo año con la mayor
colaboración de espías y militares de los EEUU? Los jóvenes luchadores
sociales, lo zapatistas, anarquistas, libertarios, radicales, tienen
la obligación de cuidarse ante el terrible incremento de la represión.
No se debe tener ninguna confianza en el gobierno y en las decenas de
miles de agentes disfrazados. México poco a poco se está convirtiendo
en un Estado de Sitio en el que policías y ejércitos están en las
calles vigilando a quien levantar. ¿Cuántos cientos de miles de
aparatos telefónicos están hoy intervenidos y cuantas cámaras en
edificios y sistemas de satélite están girando sobre nuestras cabezas
vigilando lo que hacemos?
http://pedroecheverriav.wordpress.com
Vìa :
http://www.kaosenlared.net/noticia/hacer-ante-espionaje-yanqui-ha-invadido-mexico-peticion-gobierno-calde
http://www.kaosenlared.net/noticia/hacer-ante-espionaje-yanqui-ha-invadido-mexico-peticion-gobierno-calde
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