John Lennon a los 10 años
70 con John Lennon,
30 sin la Morsa
30 sin la Morsa
Alonso Arreola
Escuchar
“Stand by Me” en la voz de John Lennon nos hace comprender su
preponderancia ecuménica como intérprete, su capacidad para entender la
obra de otros y hacerla propia no desde la virtud de la garganta sino
desde la fuerza de la entraña. Nos hace mejores hombres. Escuchar
“Mother” nos ayuda a entender la cuna del compositor, la desgracia
familiar que tantas veces impulsó su creatividad, la necesidad de ser
reconocido y querido por los otros. Nos hace mejores hombres. Escuchar
“I am the Walrus” es reconocer lo poco que, finalmente, deben importar
esos otros cuando de experimentar y buscar oro en el aire se trata. Nos
hace mejores hombres. Escuchar “Beautiful Boy” es enternecerse ante un
instante de amorosa privacidad universalizado por la belleza. Nos
hace mejores hombres. Escuchar “God”… eso simplemente nos hace hombres. En todos los casos, escuchar a John Lennon afecta, conmueve, pues hay algo en su timbre vocal intensamente unido a una visión vital. Hecho de cristales rotos, incluso cuando suena sereno parece un tanto desesperado, lo que no reduce su capacidad humorística dentro y fuera del estudio de grabación. ¡Cuán poco vemos esta dualidad en los artistas de nuestro tiempo! ¡Cuán poco se ha dado a lo largo de la historia! De Louis Armostrong a Thom Yorke pasando por Elvis Presley, Nina Simone, Ella Fitzgerald, Frank Sinatra, Bob Dylan, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Jim Morrison, entre otros, han sido escasas las figuras populares que prefirieron contar con el canto, en lugar de cantar el cuento. Esto es, apostar a la historia transportada por notas en lugar de estilizar melodías soportadas por letras que, aunque valiosas, terminan sobajadas o envilecidas con la superficialidad y el glamur. De ahí que muchos de los mejores cantantes no sean los más técnicos ni los más preparados. Pero bueno, esa es historia vieja y conocida. Feeling versus escuela.
Fotos: www.iloveyoujohn.com |
Nacido en Liverpool, Lennon aún no cumplía los veinte cuando ya estaba enamorado de la música skiffle (folk influenciado por el jazz, el blues y el country), al frente de proyectos como The Quarry Men, Johnny & The Moondogs y John & The Silver Beetles, que más tarde se convertiría en The Beatles. A propósito del género skiffle, vale la pena decir que otros músicos importantes, como Mick Jagger de los Rolling Stones, se formaron a la luz de sus acordes ganando experiencia y conocimientos para lo que después sería la “música beat”, importante contribuyente a la Invasión Británica. Así las cosas, diez años en los Fabulosos Cuatro y diez más en solitario le bastaron a Lennon para convertirse en leyenda esa noche de diciembre, cuando Mark David Chapman –a quien le negaron la libertad por tercera ocasión en estos días– decidió acabar con su vida en Nueva York.
Como parte de los homenajes que se planean en el mundo entero desde octubre y hasta diciembre de este año, destaca el lanzamiento de la caja de discos Power to the People: The Hits Gimme Some Truth, que incluye trece álbumes, entre los que se hallan siete en estudio remasterizados, más trece piezas inéditas grabadas en casa con anotaciones de Yoko Ono, Sean y Julian Lennon. Asimismo, los conciertos del 1 y 2 de octubre en el teatro Orpheum de Los Ángeles a cargo de la Plastic Ono Band, Eric Clapton, Iggy Pop, Lady Gaga y demás invitados de distintas generaciones, resultan memorables por obvias y justas razones. Las ganancias de tales eventos, por cierto, serán donadas a la Playing for Change Foundation, organización benéfica que promueve la paz construyendo escuelas de música en el mundo en desarrollo.
Más allá de todas estas acciones de aniversario, empero, nunca habrá mejor homenaje que el que un artista hace a otro. Por ello, y a manera de despedida, citamos un fragmento de la pocas veces recordada “Life is Real (Song for Lennon)”, compuesta por Freddy Mercury para Queen en 1982 como tributo al desaparecido John: “Life is real, life is real, life is real. Music will be my mistress. Loving like a whore. Lennon is a genius. Living in every pore. Life is real, life is real, life is real, so real. Life is cruel. Life is a bitch. Life is real, so real.”
Fuente, vìa :
http://www.jornada.unam.mx/2010/10/10/sem-arreola.html
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