lunes, 25 de octubre de 2010

Chile : ANTOFAGASTINOS PODRÍAN SEGUIR RESPIRANDO PLOMO HASTA EL AÑO 2012 Por Cristian Reyes Herrera

ANTOFAGASTINOS PODRÍAN SEGUIR RESPIRANDO PLOMO HASTA EL AÑO 2012
El 28 de Junio, el Seremi de Salud de Antofagasta, Dr. Marcos Madrigal, entregó un mediático “ultimátum” de 90 días a la Empresa Privada Portuaria de Antofagasta y las Empresas Transportistas, para que dejen de contaminar con Plomo, peligrosa sustancia que sigue siendo parte del aire de Antofagasta. Sin embargo, a 150 días del anuncio, la autoridad de gobierno señaló que el plazo “aún no se cumple”, ya que el “ultimátum” rige desde la publicación en el diario oficial, por lo que en la práctica, hay permiso para contaminar hasta el 2012. Aquí le mostramos algunas claves de este negro conflicto.
Este lunes, el Concejal y Vice-Presidente del Colegio Médico de Antofagasta, Dr. Hugo Benítez, realizó un vehemente llamado al Gobierno Regional, para que explique por qué no se ha cumplido el “ultimátum” de 90 días que entregó el Seremi de Salud, Dr Marcos Madrigal, a la Empresa Portuaria de Antofagasta y transportistas de metales pesados, para que dejen de contaminar el aire de Antofagasta con plomo.
El Doctor Benítez Recordó que en su oportunidad la autoridad gubernamental realizó dos resoluciones sanitarias. La primera, otorgó un plazo de 90 días para que el transporte de plomo y zinc se realicen en contenedores herméticamente cerrados, mientras que la segunda, entregaba 180 días para que la empresa presentara un proyecto de Ingeniería que creara una Bodega de Transferencia, obra que debería estar construída dentro de un año.
Sin embargo, cumplidos 150 días desde la realización del anuncio, los avances, en opinión del Doctor Benítez, han sido nulos y considera que las resoluciones no fueron más que “letra muerta”.
“Da la impresión de que siguen transitando camiones “encarpados” con diferentes sustancias y entre ellas plomo y zinc por la ciudad de Antofagasta y no en contenedores herméticamente cerrados, es decir nada ha cambiado después del severo anuncio del Seremi de Salud”, indicó Benítez.

Permiso para contaminar hasta el 2012

Consultada al respecto por La Alternativa, Comunicaciones de la Secretaría Regional Ministerial de Salud de Antofagasta, manifestó que existiría un “error en el cálculo” respecto al ultimátum, dado que el Plazo de 90 días comenzaba a contarse desde el día en que esta resolución era publicada por el diario oficial y no desde la realización del anuncio, además de que el Plazo no corrresponde a días seguidos, sino que a días “hábiles”.
“La resolución fue publicada en el diario oficial el día 21 de Agosto”, manifestó la fuente de la Secretaría Regional Ministerial del Salud, agregando que existen informes de avances por parte de la Empresa Portuaria de Antofagasta.
Esta versión fue confirmada luego mediante un comunicado oficial de la Secretaría General Ministerial de Salud, en la cual Andrea Espinoza, abogada del departamento jurídico, desmintió que el “ultimátum” se haya cumplido, ya que considerando que el Plazo fue en días hábiles contados desde la publicación en el Diario oficial, éste se cumple el 31 de Diciembre del 2010 en lo que respecta al Traslado de metales pesados, y luego existe otro plazo de 365 días (también hábiles) para la Construcción Definitiva de un Centro de Acopio no contaminante, plazo que se cumple recién dentro del año 2012.

Grave riesgo para la salud que se mantiene por años


La contaminación se puede apreciar a simple vista
Independiente de plazos con o sin letra chica, la tóxica realidad de Antofagasta, es un problema de que arrastra por años y que es conocido a nivel nacional. Durante el 2007, el Colegio Médico, junto al toxicólogo de la Universidad de Chile, Andrei Tchernitchin, realizaron un estudio que reveló una importante concentración de plomo en sectores residenciales de Antofagasta, por lo que exigieron mayor fiscalización a las empresas que almacenan y transportan metales pesados. En tanto, durante este año, dos de las estaciones de monitoreo detectaron en el Sector Costanera de Antofagasta, niveles de Plomo superiores a la permisiva norma chilena de 300 partes por millón.
A la par, diversos casos emblemáticos han surgido en la ciudad. Entre ellos, el caso de la pediatra y cirujano infantil de Antofagasta Ingrid Bravo, madre de un niño autista y quién asegura que a su consulta llegan muchos niños con esta enfermedad, todos con una característica en común: “En todos hay una presencia aguda o crónica de plomo, mercurio y arsénico, entre otros metales pesados”, aseguró a una importante revista de circulación nacional.
De acuerdo a los especialistas, El Plomo, que puede entrar en el agua potable a través de la corrosión de las tuberías, puede causar varios efectos no deseados, como son, Perturbación de la biosíntesis de hemoglobina y anemia, Incremento de la presión sanguínea, Daño a los riñones, Perturbación del sistema nervioso, Daño al cerebro, Disminución de la fertilidad del hombre a través del daño en el esperma y Perturbación en el comportamiento de los niños, como es agresión, comportamiento impulsivo e hipersensibilidad.
El Plomo puede entrar en el feto a través de la placenta de la madre. Debido a esto puede causar serios daños al sistema nervioso y al cerebro de los niños por nacer.

Cómo contaminan


Ubicación del Centro de Acopio de metales peligrosos Portezuelo.
El principal foco de contaminación se produce en el traslado de metales pesados realizados por Empresas Transportistas desde el centro de acopio de Portezuelo, ubicado cerca del Parque Industrial La Negra, en las afueras de Antofagasta; hasta el Puerto de Antofagasta, que es operado mediante una concesión por la Empresa Portuaria de Antofagasta, compañía que tuvo hasta hace pocos meses como Gerente al actual Intendente de Antofagasta, Arturo Fernández Slater.
El traslado se realiza mediante camiones recubiertos pobremente con una lona, por lo cual la diseminación de estos peligrosos metales a la atmósfera resulta evidente.
“Basta pasar un paño al parabrisas de cualqueir automóvil para notar que queda impregnado de una sustancia negra”, comenta Juan Carrasco, vecino de la población Playa Blanca.
Y es que más allá de la basura, Antofagasta sigue viviendo múltiples otros focos que afectan negativamente a la salud de sus habitantes. Los especialistas y los afectados ya han hablado, pero ahora es el turno de que las empresas contaminantes respondan y pongan término de una vez por todas a este mal que ennegrece a “La Perla del Norte”.
Fuente, vìa :

http://www.laalternativa.org/local/7174
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