Los deudores de Monet
Monet junto a una parte de su famoso mural Nenúfares |
Francisco Calvo Serraller
La influencia de Claude Monet sobre el arte de vanguardia del siglo XX es fundamental, es decir, la ortodoxia académica del arte del siglo XX
de inspiración estadunidense, había establecido que el expresionismo
abstracto estadunidense genuino había surgido de la nada; esto es, de
Dios, mientras que sus componentes bastardos o luciferinos, los
adscritos a la abstracción lírica estadunidense, eran el resultado
viciosamente incubado en la decadente Europa procedente de Monet. En
una palabra: lo genuino del arte estadunidense procedía de Pollock, De
Kooning, Gorky, Rothko, etcétera, mientras que Helen Frankenthaler,
Joan Mitchell, Sam Francis, etcétera, eran unos retardatarios
paisajistas semifigurativos, al margen del cauce principal de la
modernidad.Frente a este código, hoy considerado cada vez más obsoleto, la historiadora y curadora Paloma Alarcó, que presentó hace un par de meses en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid la exposición Monet y la abstracción, ha hecho el esfuerzo considerable de precisar mejor el desarrollo del arte de la segunda mitad del siglo XX, demostrando cómo la deuda contraída con Monet sirvió por igual a los dos cauces divergentes del arte abstracto estadunidense. Pero aún más, a pesar de las limitaciones que impone siempre una exposición temporal, nos proporciona las referencias necesarias para que nos percatemos de que la huella de Monet no sólo quedó circunscrita al ámbito de Nueva York, sino que afectó a todas las áreas de innovación moderna del arte occidental, utilizando en su exposición inteligentes referencias al arte europeo de los años cincuenta y sesenta, e incluso, en un argumento más difícil todavía, alargando la influencia del genial pintor francés hasta la génesis del minimalismo.
Claude Monet, Puente sobre estanque de lirios de agua, 1899 |
fuente, vìa :
http://www.jornada.unam.mx/2010/08/29/sem-francisco.html
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