Así como no se pueden imponer por decreto presidencial normas que tienen
que pasar por el tamiz del Poder Legislativo, tampoco por el mismo
tortuoso camino se le puede obligar al pueblo a creer en la “verdad
presidencial”.
Decimos lo anterior,
porque ahora se nos quiere imponer por decisión del poder, su “verdad”
de que en nuestro país a pesar de los hechos dramáticos que vive el país
no se ha presentado el narcoterrorismo.
La
declaración es oficial por parte del procurador general de la República,
Arturo Chávez Chávez, convertido en vocero de Los Pinos, cuando
candoroso o en cumplimiento de órdenes presidenciales, asegura a pesar
de la realidad, que no hay narcoterrorismo en nuestro país.
Matan
en Ciudad Juárez a un grupo de estudiantes sobresalientes, víctimas que
el presidente Felipe Calderón Hinojosa a distancia los califica como
miembros del crimen organizado, después tuvo que rectificar.
En
la dolorida Tamaulipas, primero en Reynosa secuestran a 8 periodistas,
matan a uno y de los demás no se sabe nada y la información sobre estos
terribles acontecimientos procede de Estados Unidos, porque por temor
las víctimas y familiares ni denuncia presentaron; luego en Ciudad
Victoria asesinan al candidato priísta, Rodolfo Torre Cantú y durante
todo un día en Nuevo Laredo bandas de sicarios provocan balaceras contra
las fuerzas federales.
Un coche bomba fue
hecho estallar en Ciudad Juárez a control remoto para victimar a
policías federales y en Torreón, Coahuila un comando irrumpe en un salón
de fiestas y dispara indiscriminadamente contra los jóvenes asistentes,
hecho criminal que se suma a otros tres anteriores en esa entidad que
tuvieron el mismo objetivo: la matanza de adolescentes.
La
noticia es crispante: un comando armado irrumpe y dispara
indiscriminadamente contra los asistentes a una fiesta juvenil que se
celebraba en una salón de la Quinta Italia Inn, ubicada en el ejido San
Luis de Torreón, Coahuila, arroga un saldo de 18 muertos y 15 heridos.
Según
testigos, aseguran que fue una acción del narcoterrorismo; describieron
que los sicarios que llegaron a bordo de cinco camionetas “rafaguearon a
todo lo que se movía”, según se escucharon las órdenes y “luego se
fueron”.
Los terribles hechos ocurrieron
minutos después de las 01:00 horas, cuando la fiesta estaba en pleno
apogeo. La Fiscalía General de Coahuila al informar de los hechos hizo
saber que por disposición del gobierno de la República no cuenta con
elementos de la Policía Federal Preventiva.
Estamos
de acuerdo con el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México,
doctor José Narro Robles, cuando afirma valiente, que México no merece
lo que le pasa, en particular la pobreza y la desigualdad que lo atosiga
y mucho menos la inseguridad y el narcotráfico que castiga a todos los
mexicanos por igual.
De ahí la importancia y
transcendencia de su llamado a los dirigentes para comprometerse en dar
soluciones a los hechos violentos desatados en nuestra nación, y
agregaríamos nosotros: evitando eufemismos que en forma equívoca tratan
de ocultar la cruda realidad que hoy padecemos. El narcoterrorismo es un
hecho, el compromiso es combatirlo y abatirlo.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/07/mexico-narcoterrorismo.html
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