LA HABANA, 26 de julio (apro).- El llamado judicial para Joel Max
Marambio Rodríguez, empresario chileno de pasado izquierdista,
desenterró los viejos enfrentamientos entre el gobierno comunista de
Cuba y la extrema derecha de Chile, ahora en el gobierno.
El actual presidente chileno Sebastian Piñera mantiene en
su agenda la búsqueda de la “democracia en Cuba”, y sus críticas contra
el régimen de la isla son atizadas por las graves acusaciones de
corrupción contra el empresario chileno Max Marambio, hechas públicas
por las autoridades cubanas.
Piñera abrió fuego el 24 de febrero pasado, unos días
antes de su toma de posesión, cuando criticó la falta de derechos
humanos en Cuba y la existencia de “presos de conciencia”. Ello provocó
una andanada de cuestionamientos de representantes de la izquierda
chilena, entre ellos los del destacado jurista Eduardo Contreras, quien
le recordó a Piñera que él fue uno de los oradores del acto organizado
por el “pinochetismo” cuando el dictador estaba preso en Londres, en
1998.
Un mes después, ya ungido presidente, Piñera aseguró que
su gobierno haría “lo que esté a su alcance” para que en Cuba se
recupere pacíficamente la democracia y se respeten los derechos humanos.
Pero fueron las acusaciones hechas el pasado 20 de julio
en contra de Marabio lo que enfrió las relaciones entre La Habana y
Santiago de Chile. El gobierno cubano acusó al empresario de cohecho,
actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación,
malversación, falsificación de documentos bancarios y de comercio y
estafa.
La vinculación del empresario Max Marambio con el gobierno
cubano se forjó desde el golpe de Estado que derrocó en 1973 a Salvador
Allende. En esa ocasión, Marambio fue el personaje que quedó al cuidado
de la embajada de Cuba en Santiago.
Viajó a Chile para participar en la fundación de uno de
los grandes corporativos aún vigente en La Habana: Cimex, e inventó el
negocio de las plumas de ganso.
Marambio fue uno de los primeros empresarios chilenos que
invirtieron en Cuba durante la crisis económica de principio de los años
noventa. A través de su empresa ING, el holding que realiza todas sus actividades en la isla, se hizo propietario de varias empresas mixtas en Cuba.
El rico empresario chileno es propietario del 50 por ciento
de la empresa Río Zaza, una de las más importante productoras y
exportadoras de alimentos en la isla. Río Zaza era la única empresa en
Cuba en producir y vender jugos concentrados y congelados con base en
ingredientes naturales envasados en caja.
Las empresas de Marambio surtían envases “Tetra Pak” para
la industria de jugo, ron y leche. Las fábricas de Río Zaza cerraron en
febrero pasado por problemas de liquidez y falta de insumos.
Pero la familia Marambio tiene participación en la agencia
de turismo “Sol y Son”, una de las cinco empresas cubanas (dos de ellas
de inversión mixta) que son investigadas por la Fiscalía General de la
República de la isla por corrupción y desvío de fondos estatales.
De acuerdo con fuentes del gobierno cubano consultadas por Apro,
existe una relación entre la familia Marambio y varias de las
operaciones que realizó el general Rogelio Acevedo González, destituido
en marzo pasado como presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de
Cuba, acusado de corrupción.
Entre el amor y el desamor
"Suponía que ni siquiera me había notado, pero casi al momento de
despedirse, (Fidel Castro) se volvió hacia mí y, como quien reanuda una
vieja conversación, me preguntó: `Y tú, ¿por qué no te quedas a estudiar
con nosotros?`”.
Así recuerda el rico empresario chileno Max Marambio su
primer encuentro con el exmandatario cubano Fidel Castro Ruz, a quien
considera su segundo padre.
La cita textual se encuentra en su libro de memorias Las armas de ayer (editado
en 2007 por la Tercera-Debate, con prologo de Gabriel García Márquez)
en el que narra su primer viaje a La Habana (1966), con apenas 17 años
de edad, acompañando a su padre, el entonces diputado socialista Joel
Marambio, y al senador Salvador Allende.
A partir de ese encuentro, Cuba fue el punto de llegada y
de partida en la vida de Max Marambio: entrenó en los años sesenta como
guerrillero en las montañas y campamentos castrenses de la isla bajo la
batuta de Fidel Castro; en los años setentas formó parte del Movimiento
de Izquierda Revolucionaria (MIR), y organizó el dispositivo de
seguridad del presidente Salvador Allende, conocido como “Grupo de
Amigos Personales” (GAP).
En su libro, Marambio hace una valoración de la
personalidad de Allende: "Como era un hombre de honor, su decisión final
fue consciente. Murió defendiendo la institucionalidad chilena; otra
cosa no formaba parte de su proyecto. Hoy que vivimos en un mundo de
políticos sin convicciones, al pensar en Allende siento nostalgia por su
ausencia y lamento mucho nuestras incomprensiones de
entonces”.
También recuerda su relación personal con el líder de la Unidad Popular de Chile.
"Mi relación personal con Allende no fue la de íntimos
amigos, ni la de un padre y un hijo. No estuvo marcada por una atracción
visceral hacia él, sino por un compromiso con el hombre y los fines que
perseguía, a pesar de mis diferencias en cuanto a los métodos escogidos
para alcanzarlos.
“Con el tiempo tengo la sensación de que lo quiero más que
antes. Estoy consciente de que conocí a una persona excepcional, que
necesita de un plazo mayor para que se revele su figura íntegra y su
profunda condición humana. El futuro le hará más justicia, cuando la
historia logre separar la paja del trigo”.
En el libro, de 181 páginas, Marambio narra con detalle
tres momentos importantes de la vida política de Chile: el golpe militar
del 11 de septiembre de 1973; el asedio militar contra los opositores a
la dictadura del general Augusto Pinochet, y el combate en la embajada
cubana en Santiago.
Confirma que su objetivo, días después del golpe militar,
era defender la sede diplomática cubana (entre 1973 y 1974), salvar el
arsenal de armas escondidas en su interior y, en cuanto fuera posible,
distribuir el armamento entre quienes permanecían en el combate contra
Pinochet.
En 1974, tras salir exiliado de Chile, Marambio regresó a
Cuba. Se integró a las Tropas Especiales del Ministerio del Interior
con el grado de teniente coronel y participó en misiones
internacionalistas cubanas en África. Recibió altas condecoraciones
castrenses.
La vida al lado de Fidel
Su lealtad y admiración no sólo era por el expresidente socialista
chileno Salvador Allende. En su vida la figura de Fidel Castro es clave.
En febrero de 2009 presentó la edición española (en Chile va por la quinta edición) de su libro Las armas de ayer. En esa ocasión, el empresario reafirmó su admiración por el expresidente cubano.
“A Fidel empecé admirándolo tremendamente siendo muy niño,
y con los años lo he ido conociendo y he ido queriéndolo en una lógica
personal de amistad, que se mantiene hasta nuestros días”, escribió.
Y más: “Con tu padre tu puedes tener los juicios que
quieras, pero lo sigues queriendo y respetando. Eso es lo que a mi me
pasa con Fidel. Tiene un derecho histórico ganado conmigo, porque es una
persona que admiro y quiero mucho, y eso posiblemente no va a cambiar
jamás”.
Como si estuvieran en consonancia, Fidel Castro le
respondió el 14 de febrero de 2009. Alabó el libro del empresario en una
de sus reflexiones. La tituló El colmo del ridículo. En su texto, Castro se congratuló de que Chile ya no viva “bajo la férula” de Augusto Pinochet.
Anotó: “Leyendo el capítulo 12 del libro de Max Marambio Las armas de ayer, refresqué aquellos tétricos días en que el tirano ordenó el bombardeo de la vivienda del presidente (Allende) en Tomás Moro…
“Juro que si tuviera dinero pagaría la edición masiva de ese libro.
Tal vez su texto está en la red de Internet. De no ser así, lo
lamentaría muchísimo”, escribió Castro del libro del hombre que en 1978
encomendó, junto a otros oficiales, montar la primera empresa cubana de
libre mercado en la isla: el corporativo Cimex
Esa empresa fue el punto de partida del hoy millonario
empresario chileno. Ahí empezó su metamorfosis de guerrillero a
empresario exitoso en Cuba.
La empresa de alimentos Río Zaza del ahora millonario Max
Marambio es investigada desde diciembre de 2009 por las autoridades
cubanas por supuestas “irregularidades y violaciones a las leyes
vigentes”.
Marambio se encuentra en medio de una trama de suspenso que gira en torno a una red de corrupción en la isla.fuente, vìa :
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/81685
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