Bajo el eufemismo de “ampliar su rango de acción”, en referencia a agentes encubiertos de las policías chilenas, el gobierno de Piñera, en voz de Javiera Blanco,
actual secretaria ejecutiva de la Fundación Paz Ciudadana y ex
subsecretaria de Carabineros durante el último gobierno
concertacionista, se pretende infiltrar no solamente a bandas de
narcotraficantes sino también espiar a organizaciones civiles.
Así queda de manifiesto, al leer entre líneas, editoriales de El Mercurio,
que impulsa esa idea y desliza frases como terrorismo, sindicatos,
organizaciones estudiantiles, vecinales y políticas, acorde al
pensamiento de Paz Ciudadana, “think tank” de la derecha gobernante.
La búsqueda de información, a cargo de
personas ligadas a instituciones policiales, no es un hecho nuevo en
Chile ni otros países del mundo, aunque en otras latitudes ese control
ciudadano es objeto de férrea fiscalización por parte de autoridades
competentes, para no desproteger los derechos civiles.
De acuerdo al gobierno de Piñera, se
reforzarán las policías y se agregará un número indeterminado de
funcionarios, algunos de los cuales habían pasado a retiro y serán
recontratados. El problema está en los “filtros” que se utilizarán para
ese tipo de contrataciones, qué funciones cumplirán y cómo serán
fiscalizados.
Es válido considerar que, hace algunos
años, se abrieron indiscriminadamente las postulaciones a la escuela de
Carabineros, sumándose un contingente que, muchas veces, no sólo no daba
la talla físicamente hablando, sino que también moral, ética y
valóricamente, constatándose hechos delictuales perpetrados por quienes,
se suponía, debían resguardar el orden. Tras un período de
“depuración”, algunos de los denominados “malos elementos” fueron
expulsados de la institución.
Mientras Javiera Blanco ejerció como
subsecretaria de Carabineros, hubo fundadas críticas en contra de su
accionar, pues demostró que defendía a los 42 mil uniformados más allá
de lo aconsejable para una subsecretaria, y tal vez por ello fue
premiada con el cargo que hoy ostenta.
Hay que recordar que Blanco fue objeto de críticas al intervenir en el caso del senador Guido Girardi, quien le llamó por teléfono para quejarse por una infracción de tránsito cursada en su contra en la Ruta 68.
Por su parte, tanto los medios de comunicación como el gobierno de Michelle Bachelet, farandulizaron y dramatizaron al extremo la muerte en un accidente del ex director general de Carabineros, Bernales,
quien prácticamente fue elevado a la categoría de santo. Frases como
“general del pueblo” se repetían a diario, rememorando la desacertada
calificación de “Héroes de Antuco” a unos muchachitos pobres congelados
en la nieve por culpa de un oficial de Ejército. Más que héroes, fueron
víctimas del clasismo, la irresponsabilidad y el desdén de un oficial
que, felizmente, sigue preso, aunque las familias de los muertos aún
claman justicia.
El Ministerio del Interior pretende
mantener bajo la lupa a quienes, según criterios de esa repartición,
puedan representar un peligro para el Estado, entre los que se cuenta a
jóvenes, estudiantes, librepensadodres, intelectuales, periodistas y
cualquier persona u organización contraria al pensamiento
derechista-neoliberal y policíaco-militar imperante.
fuente, vìa :
http://www.elciudadano.cl/2010/07/27/agentes-encubiertos-de-la-policia-podran-espiar-a-ciudadanos/
http://www.elciudadano.cl/2010/07/27/agentes-encubiertos-de-la-policia-podran-espiar-a-ciudadanos/
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