domingo, 27 de junio de 2010

Economìa : El FMI, ariete del capitalismo Dado el protagonismo del FMI en los duros planes de ajuste que se empiezan a aplicar en algunos países europeos conviene recordar su origen, sus políticas y qué intereses defiende. Lito

Dado el protagonismo que está adquiriendo el FMI en los duros planes de ajuste que se empiezan a aplicar en algunos países europeos como Grecia o España conviene recordar su origen, sus políticas y qué intereses defiende.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), desde su creación en 1945, ha ido convirtiéndose poco a poco en la herramienta más potente de dominación mundial en manos de EEUU. Aprovechándose del momento de debilidad posbélica de las potencias imperialistas clásicas, aún bajo la inercia del colonialismo típico, EEUU inauguró un nuevo método de imperialismo que tiene menos que ver con la ocupación, digamosfísica, que con la económica. Un mecanismo que incluso le está permitiendo hoy sobrepasar las áreas tradicionalmente colonizables del Tercer Mundo yextenderse por países del Primer Mundo.
Su fin fue crear unfondo de ayuda a los países participantes con problemas económicos mediante préstamos, impulsar la cooperación internacional, facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio, promover la estabilidad cambiaria e infundir confianza entre los países miembros. Pero detrás de estos ‘buenos fines‘, había unas condiciones que determinarían toda su estrategia. Cada país participa según su capacidad económica y según esta participación se le asignaba el porcentaje de votos en las decisiones: si a Francia o a Inglaterra, por ejemplo, hoy les corresponde un 4,85% cada uno, a EEUU el 16,4% (España, 1,38%, Portugal 0,40% Lituania 0,08%). Y la cláusula clave: cualquier decisión necesita como mínimo el 85% de votos, con lo que EEUU se aseguró el control total ya que, juntos los votos de todos los otros 183 países que hoy lo participan, llegarían todo lo más al 83,6%. Democracia pura...
En tiempos de Reagan el FMI se convirtió en el agente promotor de las políticas neoliberales cuyos resultados en América Latina todos conocemos. Los países receptores de la “ayuda” fueron obligados a eliminar toda limitación a la movilidad de capitales, a privatizar sus servicios públicos, a eliminar los déficits del estado, a liquidar derechos y conquistas sociales de la clase trabajadora y a dar plena autonomía a los bancos centrales. Cualquier intervención de los estados fue proscrita y promovidas la desregularización de los mercados financieros y de capitales y del mercado laboral. El desastre, reconocido hasta por el mismo FMI, fue similar al ocasionado con esas mismas políticas, en este caso con la bendición de UE, en Lituania y en Grecia. Y mientras aquellos (Argentina, Bolivia, Venezuela…) ‘rompieron’ en su día con el FMI creando el Banco del Sur, Europa se abrió a su intervención en países como Grecia, Portugal o España, cuyos gobiernos jugaron a ser ricos al lado de países más ricos, a base de pedir préstamos para igualarse a ellos. Y las francachelas se pagan. El FMI, cada vez más ligado a los intereses de la gran banca y del complejo financiero, olvidados aquellos principios de sus inicios, que ni sabe de amigos ni de costes sociales ni medioambientales, los somete a las mismas políticas neoliberales que a aquellos gobiernos latinoamericanos.
Perdida su soberanía, al dictado del FMI con la complacencia del BCE y del gran capital europeo, los estados europeos se disponen a liquidar el “estado de bienestar”. Ese ‘sueño’ del que las clases populares han comenzado a despertar.


Artículo publicado en el periódico nº 12 de junio - julio de Corriente Roja
http://www.corrienteroja.net 
www.kaosenlared.net/noticia/el-fmi-ariete-del-capitalismo

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