Me contaba, hace no mucho, un empresario de la Cámara de la Construcción, que en función de las necesidades de una población de 6 millones de habitantes, el país tiene una estructura edilicia, física estructural, vial, sanitaria, educativa, que está proporcionalmente construida en un 5 %.
No es casualidad que ayer la nobel directora del lado paraguayo de la hidroeléctrica Yacyretá, compartida con Argentina, nos informaba que se inundarán frente a la creciente del río Paraná, el lado paraguayo en 30 centímetros en Encarnación y en un metro veinte centímetros (1,20 mt) a la altura de Ayolas, ciudad paraguaya en las márgenes del río.
Mientras esto ocurre del lado paraguayo, en el lado argentino nada ocurrirá en materia de inundación, porque más allá de que las obras de la represa han sido conjuntas, en el lado argentino las obras están concluidas para usar la energía, y para que la gente no sufra consecuencias de haber construido la hidroeléctrica binacional. ¿Por qué del lado paraguayo, esto no es igual?. Porque más allá de que en su momento el gran corrupto presidente argentino, Carlos Saúl Menen, parado frente a la binacional haya dicho que la misma era “el templo de la corrupción…”, del lado paraguayo al igual que en Itaipú, los sacerdotes del templo superan en materia de corrupción a cualquier alumno avanzado en América Latina.
El 95 % estructural que le falta al Paraguay en materia de desarrollo material, fue a parar a las faltriqueras de una corrupta oligarquía que poco le importó la miseria e ignorancia de su pueblo.
No solo los pueblos paraguayos que están en las márgenes de los ríos se inundan. Hace no mucho y durante todo el tiempo, frente a una copiosa lluvia, una madre de tres niños que venía con ellos, al cruzar un destartalado puente de madera de la ciudad de Ñemby, cayó a las aguas y apareció muerta tres kilómetros más abajo. Una calle que separa la ciudad de Asunción de la de Fernando de la Mora, tenía un anchuroso arroyo que se desbordaba durante las lluvias, y solía chuparse a familias enteras, de a pie o en vehículos. Y así en la capital Asunción o en muchas zonas del interior, suma y sigue. El Ministerio de Obras y Transportes, Comunicaciones, dio hace no mucho la cifra de 150 puentes de madera colapsados, que cubren distintos pasos de caminos interiores del país, los mismos también han sido motivo de trágicos accidentes con saldos fatales de pérdidas humanas, ómnibus o vehículos particulares. Nada han hecho, ni el ministerio actual ni los anteriores por solucionar estas situaciones, todo sigue igual, promesa tras promesa. A esto se suma una ciudadanía con poca conciencia colectiva social, que se indigna frente a situaciones concretas, pero nada hace en forma consecuente por combatir las causas que generan estas situaciones. Cientos de barrios de capital e interior carecen de servicios básicos, agua potable, luz, salud, telefonía, veredas, calles asfaltadas, escuelas, secundarios, universidades, bibliotecas…
Hay una frase que por repetida parece conformar a todos…”así somos, y así nos va…”.
Parecía que algo comenzaba a cambiar
Empezamos con los ríos que inundan a las poblaciones humanas. No son los ríos los que suben, sino los seres humanos que bajan. Esto se da porque las márgenes de los ríos son tierras fiscales, y en esto de los desalojados, de los excluidos, de los indigentes, los mismos terminan en las márgenes de los arroyos y ríos. En Europa inclusive, como hay buenos puentes y muchos, los mismos garantizan un “techo”, pero en los nuestros con destartalados puentes de madera, el techo son el cielo y las estrellas. Pobreza, paradojalmente poética.
A dos años del gobierno de Fernando Lugo, en lo que hace a la pobreza indigente algo comenzó a cambiar. Pensiones para los más pobres a cambio de que enviasen sus niños a la escuela, gratuidad de la salud, de la enseñanza pública con distribución de útiles y merienda, alimentos y meriendas a niños de la calle (que son miles), concurso de oposición y méritos para entrar a los empleos públicos y cargos técnicos, cargos de confianza en la administración pública a gente con méritos de idoneidad…todo parecía apuntar a un país que se dejaba del nepotismo, amiguismo político, favoritismos por identidad política, y que rumbeaba a una gestión gubernativa de desarrollo y ruptura con más de 100 años de entreguismo y vaciamiento de la nación.
A dos años de prometidos cambios
El 26 de abril se cumplen años del asesinato del periodista Santiago Leguizamón, a manos de sicarios del actor intelectual y verdadero responsable de dicha muerte, el ciudadano de origen árabe Fayid Amil. El referido siempre ha tendido sus tentáculos de mafioso sobre el Paraguay desde el Brasil.
Este lunes 26 de abril del 2010, la curiosidad fue que con dicho aniversario, también se iniciaba el Estado de Excepción en cinco departamentos del Paraguay, uno de los cuales fue escenario del asesinato de Leguizamón, Amambay cuya capital es Pedro Juan Caballero, donde se produjo el citado hecho.
Es un secreto a voces que en Paraguay existen “mafias instaladas” en el Estado y que las mismas transitan también con total impunidad dentro de la propia sociedad. Nadie podrá instalar “una nueva sociedad o Estado”, sino lucha contra estas mafias decididamente. Inclusive puede decirse que las mismas han instalado una suerte de “cultura o mentalidad mafiosa” que permea a clases y sectores de la sociedad paraguaya, sin mucha resistencia de parte de la misma o de los mismos.
El general que nos trajo la democracia, consuegro del que estaba en el poder hacía varias décadas, el general Andrés Rodríguez, estaba sindicado por narcotraficante por la Interpol. Fue blanqueado por la misma cuando dio el necesario “golpe dentro del golpe”. De ahí en más “así nos fue”, el presidente pasó a ser el jefe del cártel de Santa Cruz, y a su muerte sustituido por uno de los principales golpistas y criminales del país, el general Lino César Oviedo.
Detrás de los “conversos demócratas” venía la misma catervada de gente que había sustentado la dictadura, políticos, jueces, abogados, fiscales, curas, médicos, sindicalistas, gremios empresariales, aduaneros, en fin mujeres y hombres de la actividad pública y privada apegados a los “beneficios” de la época dictatorial…dos estamentos se destacan como los más penetrados de los mayores males de “la mafia instalada”…cuerpo policial y militar…
Hoy día después de muchos cambios de cúpulas, las cosas siguen como antes…poco pueden hacer los ministros del gobierno de los cambios sino se atreven a “desarticular mafias instaladas”. Más cuando las mismas, además de en estamentos fundamentales que hacen al desarrollo de la democracia, están instaladas en dos poderes del Estado Paraguayo, Poder Judicial y Ministerio Público, que tendrían que ser los que por lo menos igualaran a los ciudadanos frente a la Ley. No queremos ser expansivos en nuestro comentario, pero con el mediocre Poder Legislativo existente, y con la catadura moral de sus integrantes, poco se puede también esperar. Enriquecimientos ilícitos en gestión de gobierno, no es que cientos, miles estén “sospechados”, a “ojos vista” se han enriquecido, las investigaciones van al cajoneo de los no menos corruptos del Ministerio Público o del Poder Judicial…y de nuevo la poca consecuencia de los sectores populares para perseguir a estos “enemigos del pueblo”.
Además de los que nos paso, que nos esta pasando
La semana pasada, fin de semana mediante, ambas cámaras recibieron del poder ejecutivo un petitorio de declarar el Estado de Excepción en cinco departamentos, para dar captura al grupo de secuestradores autodenominados guerrilleros Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Los mismos según la “inteligencia” del Ministerio del Interior, ligado a las asesorías de los aparatos del gobierno del narcotraficante y criminal Alvaro Uribe de Colombia, y del joven y “aplicado” ministro Rafael Filizola, vienen operando desde 1997 con diversos nombres, y se ofrece a la población por información para darles captura, una recompensa que tiene un fondo de 100 mil dólares.
El paranoico gobierno de Lugo ya esperaba que este grupo les tirara el primer muerto sobre la mesa, cuando asumió con el secuestro del estanciero Lingstron. Esto no fue así, pero luego vino lo del estanciero Fidel Zavala, y también tuvo la suerte de que el mismo volvió con vida.
El fantasmagórico EPP, pese a querer ser categorizado por la derecha paraguaya y sus respectivas amplias expresiones nacionales que van desde la ARP hasta sus abundantes medios de comunicación, como una guerrilla marxista apegada a lecciones de la FARC, no pasa de ser un grupo de alucinados funcionales, creo y me hago cargo, a la mejor oferta. No han emitido ningún documento político que los identifique a nada. Por lo tanto son eso, nada. Solo otros alucinados, los pueden o quieren convertir en “algo” funcional a sus intereses discursivos.
Tras la cortina de humo del EPP, se refugian varias perversas razones. Una de las mismas el deplorable estado de mafia y corrupción en el que está la Policía Nacional. “Zonas liberadas”, donde se asalta impunemente a los sectores medios de la sociedad, secuestros y muertes por encargo en la que participan sub – oficiales y oficiales de la misma, secuestros en el mismo tenor, humildes barrios donde bandas de marginales contienen también a elementos policiacos que les avalan todo tipo de atropellos contra la comunidad, hace poco violaban en un barrio a dos jovencitas uno de estos grupos, 5 cadetes de la academia de policía fueron procesados por violar a una compañera, durante el gobierno de Nicanor crearon la policía urbana – un fiasco de muchachitas/os que pasan el día con sus celulares y comiendo empanadas en copetines y que no hacen absolutamente nada por el prójimo. Otro tema los guardias privadas, ex –policías o militares o ambos frustrados, de casas privadas que vigilan financieras o bancos. Por lo general son los que organizan o son cómplices del robo y nos tratan a los ciudadanos como delincuentes potenciales.
Ni que hablar del concepto en que tienen los militares a los civiles, mientras que los mandos de las pundonorosas fuerzas militares devastaron esta nación a límites inimaginables, en todas las áreas que uno pueda imaginar, económica, social, de soberanía, rollo tráfico, auto tráfico, narcotráfico…sigo ¿?...no vale la pena, la gente sabe más que yo…
Este Estado de Excepción abre el quinto operativo conjunto de policías y militares, ya el ministro del interior está pidiendo más recursos al Congreso, el mismo Congreso que recortó para Gastos Sociales, y que ahora se prepara a suspender dos años más el Impuesto a la Renta.
Torturas y desolación para la población campesina trajeron los cuatro operativos anteriores, porque habría que pensar que este traiga algo distinto…?
fuente, vìa:
http://www.argenpress.info/2010/04/paraguay-el-anciano-regimen-esta.html
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