MÉXICO, D.F., 27 de mayo (apro).- El cártel de La Familia Michoacana
vino a llenar el vacío creado en México por la desconfianza pública
hacia la policía y los tribunales, señala un texto de la revista
estadunidense The New Yorker, que aparecerá publicado en su edición del
próximo lunes 31.
Escrito por William Finnegan, el reportaje titulado “Silver or lead”
(Plata o plomo) apunta que en la última década el tráfico de drogas
floreció en México y que “sus practicantes (los narcos) mantienen
relaciones estables con el sector oficial”.
Según Finnegan, la elección de Vicente Fox en el 2000, “cambió el
status quo entre narcotraficantes y el gobierno”.
El autor del texto estuvo dos meses en la zona de influencia de La
Familia Michoacana, donde pudo constatar el poder “omnipresente” que
tiene ese grupo criminal en todo el país.
En su visita a Zitácuaro, por ejemplo, lo primero que encontró al
llegar a esa localidad fue el cuerpo desmembrado de un hombre joven que
quedó en medio de la intersección principal. “Fue un ejemplo de lo que
llaman cadáver de mensajería”, añade.
Y menciona que al lado de los cuerpos mutilados generalmente aparecen
“mensajes de terror” escritos a mano “suficientemente claros”, como uno
que decía: "Usted consigue lo que usted se merece".
La Familia Michoacana, agrega, es un grupo del crimen organizado
“cuyas depredaciones impregnan la vida de la región”, luego de que el
presidente de México, Felipe Calderón, declaró la guerra a los
traficantes de drogas en el país cuando asumió el cargo, en diciembre de
2006.
De acuerdo con The New Yorker, más de 23 mil personas han muerto
desde la declaración de guerra de Calderón. La inseguridad, apunta, se
ha vuelto envolvente, y la población mexicana debe cuidarse cada vez más
del secuestro, la extorsión, la tortura, el desempleo…
Y, mientras, anota, las grandes organizaciones del crimen organizado,
que “se han diversificado de manera rentable”, siguen ganando miles de
millones de dólares. En Michoacán, agrega, una estimación reciente
encontró que entre 5 y 8% de los negocios legítimos participan de alguna
manera con La Familia.
Entre las organizaciones criminales de México, precisa, La Familia ha
ganado un lugar preponderante, y recuerda que ganó la atención nacional
en septiembre de 2006, cuando cinco cabezas rodaron sobre la pista de
baile en un club nocturno de Uruapan, Michoacán.
El periodista de la prestigiada revista señala que entrevistó a un
alto funcionario estadunidense en la ciudad de México, quien le dijo que
"La Familia se parece cada vez más a una insurgencia y menos a un
cártel."
Además, ofrece un resumen sobre otros cárteles mexicanos de la droga,
incluido el de Sinaloa y Los Zetas, organización esta última, dice, que
antes había ocupado Michoacán.
fuente, vìa :
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/79762
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