sábado, 29 de mayo de 2010

Argentina: La salud de las mujeres Por: Alejandra Angriman (ACTA)


Sin duda las mujeres constituyen la mitad de la población y los problemas que las afectan como colectivo deben tener máxima prioridad. La salud de las mujeres se ve afectada por una vasta cantidad de situaciones a lo largo de su vida, agravadas por las desigualdades de clase social, étnia, edad, lugar de residencia, el racismo, el sexismo y otros sistemas de opresión y discriminación.

En una nueva conmemoración este 28 de mayo de 23 años de la declaración del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, desde la Secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA una vez más considermos que existe una necesidad impostergable y urgencia que el Estado garantice a las trabajadoras (ocupadas y desocupadas) en todo nuestro país una cobertura y acceso al derecho a la salud colectiva de forma gratuita, pública, universal, integral y de calidad por el simple derecho de ciudadanía o residencia. También insistimos con la necesidad desde la salud pública de abordar la violencia de género como problema sanitario en todo el país y financiar la Ley de Protección Integral (Ley Nº26.485), la despenalización del aborto, entre otras medidas.

Como año a año lo venimos sosteniendo, en la Argentina hoy existen enfermedades de sencillo tratamiento que son actualmente las principales causantes de muerte materna, creando una enorme brecha de desigualdad e inequidad en salud.

Morbi-mortalidad materna a causa de abortos inseguros en la clandestinidad de la pobreza, VIH-SIDA, tuberculosis, mal de chagas, cáncer de cuello de útero, infecciones, malnutrición-desnutrición, la epidemia de la violencia de género son problemas de salud-enfermedad determinados por procesos sociales, económicos, políticos y culturales. Que indiscutiblemente cada vez más tienen una cara predominante: Mujeres.

Es decir, la salud colectiva no podrá ser garantizada por el Estado sin una mejora/transformación en la protección social y condiciones de vida de las mujeres de todo el país.

Bajo el proceso de feminización de la pobreza y exclusión social, las compañeras trabajadoras junto con sus hijos cotidianamente son las principales víctimas de la falta de acceso a la salud pública en todas sus dimensiones. El rol injusto que la sociedad patriarcal nos asigna como la forma en que accedemos a los recursos materiales y simbólicos para vivir dignamente también son determinantes de nuestra salud.

Hoy más del 50% de las mujeres trabajadoras tienen empleos precarios e informales con lo cual no pueden acceder al tradicional seguro social (Obra Social) para ellas ni para sus familias. Aquí radica la importancia estratégica de transformar nuestro modelo de salud para que el Estado asuma como deber y obligación garantizar la salud colectiva como derecho de ciudadanía y no por condición social, económica o laboral.

Por último, en Argentina en una de cada cinco parejas se presentan situaciones de violencia contra la mujer. En 42% de los casos de mujeres asesinadas, el crimen lo realiza su pareja. Treinta y siete por ciento de las mujeres golpeadas por sus esposos lleva 20 años o más soportando abusos de ese tipo. Se estima que 25% de las mujeres argentinas es víctima de violencia y que el 50 % pasará por alguna situación violenta en algún momento de su vida. La violencia de género expresa relaciones de poder y un ataque a la salud de la mujer sin duda también.

Por eso, en este día nos sumamos a los millones de reclamos en nuestro país asumiendo nuevamente las necesidades colectivas en salud de las mujeres y de nuestro pueblo:

- Que exigimos el cumplimiento real y políticas públicas de educación sexual y reproductiva desde el Estado en todas las provincias por igual, con participación directa en control de las organizaciones sociales para desarrollar nuestra sexualidad desde la autonomía.

- Que el Estado modifique la legislación despenalizando y legalizando el aborto como principio esencial de salud pública, practicándose en los hospitales públicos con accesibilidad por el principio de ciudadanía o residencia en todo el territorio nacional.

- Que seguimos sosteniendo que nuestras mujeres no alcanzarán mayores niveles de salud colectiva si no se atiende simultáneamente a los determinantes sociales-económicos de la misma: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, trabajo decente, acceso al agua potable y servicios sanitarios, medio ambiente saludable, entre otros derechos. Todos ellos son derechos humanos fundamentales y no pueden resultar sino de políticas activas universales e integrales. Se trata, en definitiva de redistribuir la riqueza para lo que proponemos un sistema tributario justo –en el que realmente paguen más los que más tienen.

- Que necesitamos prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer familiar y/o laboral, con presencia del Estado, Tribunales especializados para tal efecto y un plan nacional de prevención con real participación de las compañeras. Esto implica el cumplimiento y financiamiento efectivo de la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Ley Nº26.485) a nivel nacional

- Que el derecho a la salud de las mujeres también tiene que ver con un salario digno acorde a la canasta familiar, el tipo de condiciones de trabajo y los derechos respaldados por la Ley de Contrato de Trabajo y la Constitución Nacional.

- Que se debe luchar contra la impunidad que existe en el delito de trata de personas. Los poderes del Estado tienen hoy herramientas para actuar sin perjuicio que debe mejorarse la legislación existente.

- Crear, fortalecer y jerraquizar las áreas específicas de Mujer en el Estado como en los sindicatos como espacio de planificación, de monitoreo y desarrollo de planes de igualdad y de las acciones concretas para el efectivo cumplimiento de los derechos de las mujeres.

- Que necesitamos preservar nuestro ambiente sano para garantizar la Salud de la Mujer y nuestros pueblos.

- Que ante la crisis del capitalismo en su fase financiera, el camino en enfrentarla resulta ser una oportunidad para que sea con profundización de políticas universales socio-sanitarias como derecho de ciudadanía, que dinamicen la distribución de la riqueza en Argentina y que reviertan las profundas inequidades de género, clase social y etnia.

- Que la Salud de las Trabajadoras esta determinada por las propias condiciones de trabajo no asumidos hoy por las patronales que se niegan a reconocer a la Mujer como sujeto de derecho (Ej: como licencias por maternidad/adopción, cobertura de guarderías, reglamentación de Jardines Maternales, etc). También debemos terminar con las ART como formar de privatización de la salud de las trabajadoras.

Hoy existe una evidente segmentación con servicios sanitarios para mujeres ricas y otro para las más pobres. Es claro que Todas las mujeres no somos ciudadanas que tengamos iguales posibilidades de acceso al derecho a la salud. Por eso como trabajadoras debemos continuar luchando porque el Estado nacional invierta más fondos públicos para mejorar la oferta de servicios públicos de salud para las mujeres de todo el país.

En Argentina, claramente, el derecho a la salud no es de acceso igualitario para todas las mujeres, sufriendo en especial las más pobres y las más jóvenes, las que pertenecen a minorías étnicas/raciales y minorías sexuales, para quienes se potencian las discriminaciones, violencias y exclusiones negándole su goce efectivo.

Desde la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) tenemos un compromiso y una bandera de lucha: construir entre todas las compañeras y compañeros un país con igualdad, soberanía y más democracia, donde el derecho a la salud de nuestro pueblo sea gratuito, universal y de calidad tanto para varones como mujeres.

Alejandra Angriman es Secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA; Coordinadora Nacional de la Constituyente Social.

fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/05/argentina-la-salud-de-las-mujeres.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario