miércoles, 21 de abril de 2010

¿Se acuerdan de Honduras? Por: Carlos Iaquinandi Castro (SERPAL)

Tras el traspaso del gobierno golpista de Micheletti al “elegido” en los comicios militarizados y sin libertades, la oligarquía hondureña sigue siendo quien manda y dispone. El presidente constitucional Manuel Zelaya fue derrocado y expulsado del país de forma violenta e ilegal, y amparándose en falsedades tales como la que le imputa que “pensaba perpetuarse en el poder”. (A menor escala y salvando distancias, un argumento tan cierto como las armas de destrucción masiva que justificaron la invasión, ocupación y martirio del pueblo iraquí). Esa violencia inicial de junio del año pasado, continúa y se refuerza con este gobierno ilegítimo. Y con el amparo de Estados Unidos y de otros países complacientes, consiguen “tapar” crímenes, abusos y violaciones de los derechos fundamentales de sus ciudadanos.

Regresa la “normalidad”

Se han modificado leyes del gobierno de Zelaya que otorgaban beneficios sociales y laborales. Se restablecen y aumentan los privilegios de los grandes terratenientes y empresarios, que todo sea dicho, apenas habían sido afectados durante el gobierno derrocado. Todo eso en nombre de la “democracia” y con el apoyo público de personajes de la oligarquía hondureña, como los empresarios Facussé, Rafael Ferrari, Fredy Nasser, Schucry Kafie o del propio Roberto Micheletti, que en lugar de ir a la cárcel, ha sido designado “diputado vitalicio” por el Congreso hondureño controlado por los golpistas para asegurarle impunidad de por vida. La jerarquía católica, tan próxima a los poderosos de Honduras y que en junio se definió golpista, ahora promueve “olvido y reconciliación” y mira para otro lado cuando los sicarios siguen asesinando. Pero el papel más siniestro y perverso lo cumplen los medios de comunicación que en lugar de informar, ocultan y manipulan lo que sucede en el país. Las pocas voces independientes se reducen a algunas emisoras de radio y pequeños periódicos. Los “grandes”, responden a empresarios ligados con el poder y son parte del conglomerado mafioso que gobierna y controla Honduras. Uno de ellos es Jorge Canahuati, un ultraderechista que financió la campaña pro golpista en Washington. Ese muro de silencio y mentiras, no se reduce al interior del país. También los grandes medios y agencias de América Latina y del mundo, se “olvidan” de Honduras. Ellos ya archivaron el expediente de ese entrañable país centroamericano en el cajón de “países normalizados”, y por tanto allí “no pasa nada”. Pero pasa....

Caza y exterminio de periodistas

Esta semana fue asesinado otro periodista, el séptimo desde el mes de febrero, a poco de asumir Porfirio Lobo el nuevo gobierno. Luis Antonio Chévez Hernández de 22 años, comunicador de W105, fue asesinado en San Pedro Sula por sicarios que detuvieron su vehículo. El 17 de febrero pasado apareció muerto en Tegucigalpa el periodista Nicolás Asfura. El 1 de marzo, mataron en una emboscada a Joseph Ochoa, del canal 51 e hirieron a la periodista Karol Cabrera. El 11 de marzo fue asesinado de varios balazos David Meza, reportero de Radio El Patio y corresponsal de Radio América. El dia 14, el periodista Nahúm Palacios Arteaga, de Radio Tocoa y de Aguán ‘Canal 5’, fue asesinado tras ser interceptado y embestido su vehículo. Palacios había denunciado las agresiones y los intentos de desalojos contra unas tres mil familias del Bajo Aguán y su versión ponía en evidencia la falsedad de informaciones publicadas por el diario La Prensa, propiedad del magnate Jorge Canahuati, que pretendía señalar a los campesinos como parte de un intento "guerrillero". A fines de marzo, fueron emboscados en pleno dia los comunicadores José Bayardo Mairena y Manuel Juárez cuando circulaban en un automóvil por la carretera a Juticalpa, Olancho. A pesar de las promesas de esclarecimiento por parte del gobierno, ninguno de esos asesinatos ha sido aclarado y nadie permanece detenido como sospechoso. La impunidad ampara a los sicarios. Entre los medios que han sufrido cierres, censuras, ataques o amenazas están Radio Globo, Cholusaat Sur, Diario El Libertador, Diario Tiempo, Canal 11, Radio Gualcho, Radios comunitarias por Internet y la Radio Garifuna Faluma Bimetu en San Juan Tela, que fue incendiada por grupos operativos parapoliciales. A ellos se suma Radio Progreso vinculada a la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica ALER, y que emite en el norte de Honduras. Los miembros de la emisora han sido también amenazados. Hace unos dias José Alemán (corresponsal de Radio América y colaborador del diario Tiempo) abandonó el país poco después que sicarios intentaran asesinarlo en plena calle, luego de tirotear su domicilio. ¿Cómo puede ejercerse la tarea periodística en este marco de inseguridad y acoso permanente? ¿Cómo puede hablarse de "libertad de prensa"? ¿Porqué callan quienes tendrían que denunciar?

Y la represión sigue...

Pero no son los periodistas las únicas víctimas. Varios dirigentes del Frente Nacional de Resistencia integrado por diversas asociaciones y entidades de la sociedad civil hondureña también han sido asesinados en los últimos tres meses. La lista de muertos en atentados selectivos desde el golpe de junio (miembros de sindicatos, de asociaciones diversas, campesinos, periodistas o estudiantes) supera las 150 personas. Entre los últimos asesinados se cuenta Francisco Castillo, miembro de la Resistencia, defensor del patrimonio forestal hondureño y colaborador del sacerdote Andrés Tamayo, reiteradamente amenazado con el silencio cómplice de la jerarquía eclesiástica hondureña y del Vaticano. Otra víctima ha sido el destacado dirigente del gremio de maestros, José Manuel Flores, miembro del Partido Socialista y militante del Frente de Resistencia. Fue acribillado por sicarios en pleno dia y en el instituto donde dictaba clases. "Nos están matando. A campesinos, a maestros, a sindicalistas, a periodistas. Y lo peor es que no hay nadie procesado por los brutales crímenes cometidos antes y ahora. Los han cubierto con un manto de impunidad y de injusticia", afirmó Rasel Tomé, coordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras. Hace pocos dias, un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) indicó que en Honduras hubo "matanzas ilegales realizadas por miembros de la policía y agentes del gobierno; masivas y arbitrarias matanzas cometidas por vigilantes y miembros de las fuerzas de seguridad; duras condiciones de prisión; violencia contra detenidos y corrupción dentro de las fuerzas de seguridad; largas detenciones y fallas en el debido proceso de ley; detención arbitraria y uso desproporcionado de las fuerzas de seguridad; limitaciones en la libertad de movimiento y asociación, etc., etc." Pero estas categóricas afirmaciones apenas se difunden dentro y fuera de Honduras. Y cuando eso ocurre, las declaraciones que se publican se atrincheran en el cinismo y la impunidad. Ramón Custodio, "Comisionado Nacional de los Derechos Humanos" en Honduras respondió a preguntas de los periodistas: "no tengo comentarios sobre eso, en este momento estoy de viaje y no puedo responder, mis disculpas, tengo que cortar". Este personaje -aunque parezca insólito por el título de su cargo- fué cómplice del golpe contra Zelaya y jamás denunció los gravísimos hechos represivos ocurridos desde entonces en su país. Y el portavoz de las familias de la oligarquía que impulsaron el golpe de junio, Adolfo Facussé dijo sobre el informe del CIDH "me suena exagerado; aquí lo que hubo fue un evento político y lo que hay que admirar es la moderación de las Fuerzas Armadas y de la policía". Facussé es presidente de la Asociación Nacional de Industriales.

Lobo, "mascarón de proa" de la segunda fase del golpe

La conspiración de silencio sobre lo que ocurre diariamente en Honduras, pretende ser un manto de olvido del golpe impune que terminó violentamente con el mandato constitucional del presidente Manuel Zelaya. Pero también bajo ese manto, intenta cumplir tres objetivos de la conspiración de las familias e intereses que controlan el país: el primero de ellos es recuperar poder y beneficios, rectificar leyes sociales y laborales y reorientar los presupuestos; el segundo, lograr progresivamente el reconocimiento diplomático y el regreso pleno a organismos regionales e internacionales. O sea, hacer realidad el "aquí no ha pasado nada". El tercero, es continuar la tarea represiva iniciada por el General Romeo Vázquez y el títere Roberto Micheletti, y seguir eliminando selectivamente a los dirigentes de la resistencia y a los líderes naturales de la sociedad civil en sindicatos, asociaciones, campesinas y urbanas, etc. De los elementos que componen esta segunda fase del golpe el más visible y "mascarón de proa" es el presidente Porfirio Lobo, que es la cobertura civil. Los organismos de seguridad con sus mandos golpistas, son los ejecutores de los operativos represivos. Lo hacen en forma directa o bien mediante el empleo de "paras" o dejando campo libre a sicarios. Y los que mueven los hilos del poder, los de siempre: los componentes del conglomerado de intereses políticos y empresariales que Juan Almendares, médico y ex rector de la Universidad Autónoma de Honduras definió como el "Complejo Militar-Minero-Agroindustrial". Obedeciendo los dictados de dicho complejo, el gobierno de Lobo aumentará el presupuesto anual de la Secretaría de Defensa de 105 millones de dólares a 137 millones. Con ello se propone la creación de mil nuevas plazas de soldados y la compra de helicópteros, que han demostrado ser una "herramienta" ideal para el control de manifestaciones y protestas urbanas. La Secretaría de Seguridad también será compensada económicamente y su presupuesto pasará de 142 a 154 millones de dólares. El de Educación, aumentará sólo un 0,6 por ciento. Y el del Fondo Hondureño de Inversión Social sufrirá un recorte del 25 por ciento.
"El paquetazo": catarata de impuestos

Antes de la Semana Santa, el gobierno aprovechó para aprobar una serie de medidas económicas y fiscales conocidas como "el paquetazo". Durante el debate en el Congreso, Marvin Ponce del partido Unificación Democrática se opuso a la medida oficialista y afirmó: "No es posible que en Honduras los más pobres sigan siendo los más sacrificados y ese grupo de empresarios que tiene deudas millonarias con la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) siga beneficiándose del Estado". Este partido opositor fue el único que presentó candidaturas porque el resto de las fuerzas populares decidió boicotear el proceso por considerarlo ilegal. Las medidas fiscales aprobadas han respetado las exenciones que gozan los establecimientos de comidas rápidas y otras empresas de los grandes capitales ligados al poder político y económico de Honduras. La recaudación del Impuesto Sobre Ventas (12 por ciento) extendida a otros insumos y servicios, puede representar un aumento importante en los ingresos tributarios. Pero como no se ha dispuesto paralelamente ninguna medida de control, los empresarios anticiparon que trasladarán los incrementos de impuestos a sus productos y servicios, con lo cual será el consumidor el que finalmente deberá afrontar esos aumentos. Así ocurrirá por ejemplo con los servicios de telefonía y de comunicaciones en general. Esa consecuencia también la anticipa el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras cuando afirma que estas medidas dispararán la inflación a un 10%, con lo cual terminarán castigando a los trabajadores. La mayor repercusión del alza que registrarán productos y servicios de consumo básico recaerá sobre los sectores sociales más desprotegidos. No caben dudas de que estas medidas son producto de las presiones del Fondo Monetario Internacional, organismo con el cual desean congraciarse tanto el gobierno de Lobo como la oligarquía hondureña. El propio director del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Benjamín Bográn, reflexionó sobre la cuestión afirmando que "los organismos internacionales de financiamiento exigieron que se hicieran elecciones generales para reconocer al nuevo gobierno y restablecer relaciones, pero nadie nos dijo - se lamentó - que antes de reanudar los préstamos a Honduras debíamos aplicar un paquetazo fiscal." Bueno, en definitiva el Sr. Bográn sabe que "los daños colaterales" de estas medidas económicas, las terminarán pagando los de siempre. Ni el gobierno ni nadie sabe como se financiará este presupuesto y la deuda existente, ya que el "paquetazo" fiscal, a pesar de su importancia, será insuficiente. El economista Rafael Flores resumió esa duda con una sola frase: "hay que esperar la cooperación internacional o ponerse a rezar". Eso también lo sabe el gobierno de Lobo, por eso se apresuró en aprobar las medidas exigidas por el FMI. Pero ya se anuncia para el mes próximo la visita de una delegación del organismo financiero y no se descarta que exijan "otra vuelta de tuerca" en la economía hondureña que agravaría la ya crítica situación de millones de personas. En Honduras, recordemos, más del 70% de la población sobrevive con salarios bajísimos, mientras el 5 % controla el 70 por ciento del Producto Bruto Interno. Las medidas aprobadas constituyen un "asalto al pueblo" como clamó Juan Barahona uno de los líderes del Frente de Resistencia Popular. Pero los congresistas, incapaces de defender los intereses de las mayorías tuvieron imaginación a la hora de bautizar las medidas y no tuvieron reparos en denominarla "Ley de Fortalecimiento de los Ingresos, Equidad Social y Racionalización del Gasto Público". La gente fue más sencilla y clara y le llama "el paquetazo".

Lobo busca "blanquearse" y tiene ayudas

Dentro de este contexto, es evidente que obtener el reconocimiento internacional pasa a ser un objetivo fundamental del gobierno de Porfirio Lobo. En ese sentido ha desplegado una tarea diplomática que tiene total sintonía con la secretaria de estado norteamericana. Hillary Clinton y sus inmediatos no se cansan de promocionar la "democratización" de Honduras y presionan para que el mundo olvide el golpe y el origen del gobierno actual. En esa línea ya han avanzado sobre gobiernos centroamericanos y en otros como el de Colombia, que cuando "sancionaron" a Micheletti lo hicieron obligados por las circunstancias, pero a disgusto. La reelección de José Miguel Insulza como secretario general de la OEA con el beneplácito norteamericano confirma que ha hecho bien su transición de "duro e inflexible contra el golpe" a "comprensivo y pragmático" y que puede "ayudar" al reconocimiento del gobierno Lobo. El chileno propuesto antes por Bachelet y ratificado ahora por el derechista Piñera, demuestra que aquella encendida demanda para que Londres "devolviera al encarcelado dictador Pinochet a Chile para ser allí juzgado por su país", no fue un error, sino que fue una decisión consciente que permitió la muerte del sátrapa en total impunidad. ¿Que deseo de poder, de figuración, pudo llevar a este hombre que fué colaborador de Clodomiro Almeyda en la cancillería del gobierno de Salvador Allende a tener esta penosa deriva? Lo previsible entonces es que Insulza en su cargo de la OEA estará más pendiente de H.Clinton que del pueblo hondureño. Pero al gobierno norteamericano le han salido otros colaboradores espontáneos en este empeño por "blanquear" a Lobo. Me refiero al presidente nicaragüense Daniel Ortega, que sorprendió a propios y extraños recibiendo con afectuosos abrazos al sucesor de Micheletti. Ante el desconcierto y las protestas incluso dentro de sus propias filas, argumentó que "todavía" no ha reconocido al nuevo gobierno hondureño, y que espera que sea una decisión colectiva de los mandatarios centroamericanos. O sea que no es una cuestión ética o de principios, sino simplemente de tiempo. A ver cuantos sandinistas se tragan este nuevo sapo del ex-comandante.

Palo y zanahoria

Mientras Lobo espera que internacionalmente le vayan otorgando la legitimidad que no tiene, no pierde el tiempo. Se mueve con habilidad y demuestra que la oligarquía hondureña y sus asesores internacionales no le han elegido sucesor de Micheletti por casualidad. Su intervención en el conflicto campesino del Bajo Aguán, que afectaba unas 3.000 familias, combinó el palo y la zanahoria. Tras varios meses de reclamo campesino por 12.000 hectáreas de tierra en el fértil valle del Aguán (a unos 600 kms al noreste de Tegucigalpa), la situación se había tornado explosiva en la región. Inicialmente el gobierno pareció optar por la vía represiva, enviando 2.500 soldados y policías y estableció un cerco en la región. La presión de las "fuerzas de seguridad" se hizo muy fuerte en las áreas de las cooperativas como San Esteban, Suyapa del Aguán, Guanchías, Buenos Amigos, Quebrada Honda, Despertar, Trinidad, Marañones y Bolero. El gobierno quiso imputar actividades guerrilleras a los campesinos y envió más tropas. Se produjeron incidentes que provocaron la muerte de varios campesinos y de guardias. Ante la crítica situación Lobo optó por abrir negociaciones que derivaron en una propuesta. Esta fue finalmente aprobada en asamblea por el MUCA, el Movimiento Unificado Campesino.

El gobierno comprará 3.000 hectáreas cultivadas con palma africana que entregará a los campesinos, que firmarán títulos que los comprometen a pagar al Estado, solo que a largo plazo, el valor de las tierras. ¿Saben quien es el propietario de esas 3.000 hectáreas? El empresario agrícola Miguel Facussé, familia de la oligarquía hondureña y uno de los impulsores del golpe de junio contra Mel Zelaya. ¿Saben cuanto pagará el estado a Facussé? Mil millones de lempiras por unas tierras cuya propiedad han puesto en duda los campesinos, pero que al parecer el gobierno está dispuesto a pagar por ellas al empresario. El compromiso incluye la entrega de otras tres mil hectáreas no cultivadas que serán compradas en zonas aledañas a terceros empresarios agrícolas que quieran vender. Yoni Rivas, miembro del MUCA afirma que lo conseguido es parte de un proceso, pero que "nuestra lucha sigue, porque nuestra demanda es la recuperación de 20.000 hectáreas de tierra." "Además, explica, mientras no nos entreguen las áreas acordadas en el acta, no nos vamos a mover de las tierras que hemos recuperado durante estos meses de lucha. Añadió que consideran un avance haber logrado detener el intento de atar a miles de familias campesinas a la venta forzada de la producción a los terratenientes que en su momento usurparon esas mismas tierras. "También logramos incluir en el acta - concluyó - el tema de la reforma de la legislación agraria de los años 90, que tanto daño trajo al sector campesino". Pero la preocupación no desaparece. Al momento de redactar esta crónica seguía pendiente el retiro de los retenes militares y de cientos de soldados y policías distribuidos por el valle que durante varios días llegaron a cobrar peaje a los campesinos para dejarlos circular con sus productos por las carreteras del Valle de Aguán.

Nuevamente, el amigo americano

Por otra parte, Lobo confirmó al gobierno norteamericano que su gobierno no dará problemas a Washington. Y para demostrarlo firmó con el embajador Hugo Llorens un acuerdo por el cual su país recibirá cuatro millones de dólares para programas de entrenamiento militar, inspección fronteriza y apoyo a unidades especiales del ejército, entre otros propósitos. El acuerdo denominado "Mérida Carcy" fue definido por Llorens como una enmienda del Plan Mérida que involucra a Estados Unidos, México y Centroamérica. En este caso, una vez más el pretexto del apoyo militar es "la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado". Lobo fue más sutil y aprovechó para decir que en su país los ricos tienen medios propios para protegerse de la delincuencia, guardias, muros y alarmas, pero "los miembros más vulnerables de la sociedad, dependen exclusivamente de las instituciones de su gobierno para protegerlos”. Este es el mismo embajador que en junio pasado condenó y rechazó el golpe en nombre del gobierno de Obama. Y el mismo que luego dijo que trabajaba por la normalización constitucional y la reposición de Zelaya.

Hace unos días, ambos gobiernos inauguraron una base naval en el departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua, en el cual Estados Unidos invirtió dos millones de dólares. Esa instalación tendrá el asesoramiento de oficiales del Comando Sur del ejército norteamericano. Y por supuesto, Estados Unidos conserva jurisdicción y operatividad militar en la base aérea de Palmerola, en el departamento hondureño de Comayagua. Curiosamente, esta base fue el primer destino en su camino al exilio del presidente constitucional Manuel Zelaya cuando las tropas del golpista General Romeo Vázquez lo sacaron de su casa en pijama y a punta de metralleta. A propósito, aquel guerrero que apuntó y disparó contra su propio pueblo indefenso y que - como recuerdan las hemerotecas - encabezó una banda de ladrones de coches cuando era teniente, ahora viste ropas civiles. No porque haya sido degradado y condenado, no. Sino que ahora, con traje y corbata preside Hondutel, la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones, una especie de premio que le otorgó Porfirio Lobo por los servicios prestados al frente del Ejército golpista.

Y la historia seguirá

Esta es una parte de la tragedia que vive gran parte del pueblo hondureño, pero que resulta casi imposible encontrar en las crónicas de diarios, o en los informativos de radio y televisión. Para los que controlan los medios, Honduras ya está “normalizada”. Y mientras, dedican todo su empeño tergiversador en atacar y difamar a aquellos países, gobiernos y pueblos que en el continente americano intentan encontrar su propio camino.

La historia seguirá, y como decía Allende "la hacen los pueblos". Es lo que intenta en difíciles condiciones el Frente de Resistencia Popular, organizándose y tratando de evitar ser blanco de los asesinos que operan libremente bajo el gobierno de Lobo.

Como escribe Juan Almendares "asesinar a las maestras, maestros, periodistas y campesinos es el monstruoso crimen contra la educación, la soberanía alimentaria y la libertad de expresión de nuestro pueblo en Resistencia." Y añade, "tarea esencial es profundizar en el desarrollo de la conciencia organizativa, unitaria y movilizadora de la Resistencia, proteger a los y las dirigentes y miembros del Frente, y demandar la solidaridad de todos los pueblos del mundo contra este régimen opresor y trabajar por la Refundación de Honduras e instalar la Asamblea Nacional Constituyente".

Precisamente el Colegio de Profesores Unión Magisterial de Honduras, realizó un llamamiento a la Unión Europea, especialmente a España y también a toda América Latina para que sea cancelada la invitación a Porfirio Lobo para participar en la próxima VI Cumbre América Latina y el Caribe (ALC) y la U.E. , prevista para realizarse en Madrid el 18 de mayo próximo. Será difícil que gobiernos y cancillerías escuchen ese reclamo. El muro de silencio construido con la complicidad de los grandes medios de comunicación facilitará la previsible voluntad de "mirar hacia otro lado" que tendrán los presidentes y ministros de relaciones exteriores.

Una vez más, serán los pueblos, sus organizaciones sociales, las que tendrán que ocupar ese espacio en defensa de la dignidad y los derechos de la mayoría de los hondureños.

Y cada uno de nosotros recordar cada día la injusticia estructural que padece ese pueblo hermano y ser solidario con sus luchas y sus esperanzas.

http://www.argenpress.info/2010/04/se-acuerdan-de-honduras.html

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