Un transgénico (Organismo Modificado Genéticamente, OMG) es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. Las técnicas de ingeniería genética consisten en aislar segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el material hereditario de otro. Por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de bacteria que le permiten producir una sustancia insecticida.
La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora genética es que permiten franquear las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían en la naturaleza. Se trata de un experimento a gran escala basado en un modelo científico que está en entredicho.
Algunos de los peligros de estos cultivos para el medio ambiente y la agricultura son el incremento del uso de tóxicos en la agricultura, la contaminación genética, la contaminación del suelo, la pérdida de biodiversidad, el desarrollo de resistencias en insectos y "malas hierbas" o los efectos no deseados en otros organismos. Los efectos sobre los ecosistemas son irreversibles e imprevisibles.
Los riesgos sanitarios a largo plazo de los OMG presentes en nuestra alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos no se están evaluando correctamente y su alcance sigue siendo desconocido. Nuevas alergias, aparición de nuevos tóxicos y efectos inesperados son algunos de los riesgos.
Los OMG refuerzan el control de la alimentación mundial por parte de unas pocas empresas multinacionales. Los países que han adoptado masivamente el uso de cultivos transgénicos son claros ejemplos de una agricultura no sostenible. En Argentina, por ejemplo, la entrada masiva de soja transgénica exacerbó la crisis de la agricultura con un alarmante incremento de la destrucción de sus bosques primarios, el desplazamiento de campesinos y trabajadores rurales, un aumento del uso de herbicidas y una grave sustitución de la producción de alimentos para consumo local.
Defendemos la aplicación del Principio de Precaución y nos oponemos por lo tanto a cualquier liberación de OMG al medio ambiente. Los ensayos en campo, incluso a pequeña escala, presentan igualmente riesgos de contaminación genética, por lo que también deben prohibirse.
Greenpeace no se opone a la biotecnología siempre que se haga en ambientes confinados, controlados, sin interacción con el medio. A pesar del gran potencial que tiene la biología molecular para entender la naturaleza y desarrollar la investigación médica, esto no puede ser utilizado como justificación para convertir el medio ambiente en un gigantesco experimento con intereses comerciales.
Los grupos económicos dominantes no pueden ya silenciar la discusión sobre los alimentos transgénicos, entonces pretenden, a través de los medios masivos de comunicación que también les pertenecen o están comprometidos con ellos bajo una forzosa "obediencia debida", encasillar el tema en la dicotomía de si son o no son perjudiciales para la salud humana, cuando este problema en realidad abarca muchos otros aspectos igual o mas importantes que éste.
Para que una plantación de OGM "rinda" ésta debe abarcar un gran espacio de tierra, lo que significa que se debe disponer de la misma o del dinero para adquirirla o arrendarla y cubrir los costos que significa encarar esta producción.
Este espacio se ocupa entonces con un solo cultivo (monocultivo) y en manos de una única persona o empresa, cuando antes, en la mayoría de los casos era utilizado para el cultivo de varias especies diferentes (biodiversidad) por muchos pequeños o medianos agricultores.
Aquí nos surgen dos nuevos problemas ya que, en primer lugar tenemos el paso de un cultivo diverso a un monocultivo, lo cual causa degradación de la tierra, resistencia a los herbicidas, desaparición de insectos beneficiosos, como los polinizadores, entre otros efectos perjudiciales para el ambiente.
El otro problema que también surge como consecuencia directa es el hecho de que muchos pequeños y medianos productores quedan arruinados y endeudados porque se crea una gran dependencia de insumos, semillas OGMs, herbicidas de Monsanto y carísimas maquinarias de siembra directa o porque arrendaron sus tierras a un precio vil para tal vez recuperarlas algún día cuando se hayan vuelto improductivas, o las vendieron por unas monedas pasando a integrar las masas de desocupados o subocupados urbanas y suburbanas.
Sólo en Argentina se calcula que hay mas de 300 mil pequeños o medianos productores en estas condiciones, con el problema social que esto significa.
También debemos tener en cuenta que algunas especies modificadas genéticamente son contagiosas y pueden infectar a las especies no transgénicas de los campos vecinos. Otro aspecto que no podemos obviar es que muchas veces, para ampliar el terreno cultivable se desmontan grandes extensiones de tierra o incluso se talan bosques enteros, con todos los perjuicios ambientales que esto trae aparejado.
fuentes: http://www.greenpeace.org/espana/campaigns/transgenicoses
http://www.ecoportal.net/Contenido/Temas_Especiales/Transgenicos
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