Mundo: Nuevo Orden Mundial ¿profecía o realidad? Brexit, Putin, Trump, Rusia, EU

Ni para allá ni para acá. ¿Qué son?, pregunta Sancho. Son europeos, pero no lo son, eran ciudadanos europeos pero ahora son extranjeros. Estos dentro de lo que histórica, geográfica y hasta espiritualmente era Europa, o la Unión Europea (UE), pero ahora su estatus de europeos no les vale para vivir ni trabajar en lo que antes era parte de su identidad. Esto que le relato podría vivirse en escasas dos semanas, si el desacuerdo continúa y ganan los que odian la unión de la Europa. El 12 de abril se aplicaría el Brexit salvaje, la salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo alguno, lo que implicaría el levantamiento de fronteras y la detención de cualquier ciudadano extranjero así como mercancía producto o cualquier cosa que viaje hacia territorio británico. Los flemáticos triunfaron en este escenario. Pero las cosas son aun más complejas que irse, es algo así como este juego de palabras: El Parlamento le quitó el poder a la primera ministra británica, Theresa May, para decidir ellos el destino del Brexit. Es la primera ministra más débil de la historia, sin respaldo y el Reino Unido sin saber cómo se divorcia de Europa, o peor aún, si se va, se queda o ni se va ni se queda, o ni se sabe cómo se va. Si se quedó con cara de “what”, es que así están las cosas. Hay tanta división que entre los mismos bandos contrarios hay dentro más bandos contrarios. Con decir que es posible que no destituyan a Theresa May porque están tan desacuerdo que sería difícil acordar su sustituto. En este programa le resumimos las propuestas que estarían por revisarse en los próximos días en la Cámara de los Lores, que parecían loros en la sesión que le quitaron el poder a May del destino del Brexit. Aunque hay más escenarios, tres digamos son los importantes. Un Brexit duro o salvaje, que ya lo describimos; un Brexit a la May o laborista que es más suave y sujeto a muchas cosas de la UE, como el mercado común, las aduanas comunes, el respeto de libre tránsito entre Irlanda e Irlanda del Norte para no herir el acuerdo del Viernes Santo que paró la sangre entre irlandeses hace más de 30 años; y uno que crece como la espuma, la ola de arrepentidos o de los que nunca se quisieron divorciar de la Unión. Ya hay 6 millones de firmas y la manifestación del domingo con un millón de personas fue una de las demostraciones más grandes en la historia londinense. Los amantes de la Unión aseguran que el Brexit fue todo un engaño. Y ahí todavía queda en misterio quién, cómo y por qué se apoyó el divorcio hace 3 años. Las malas lenguas apuntan a los supremacistas blancos, racistas, nacionalistas como el presidente estadounidense, Donald Trump, y Steve Bannon que están detrás del asalto de la ultraderecha al mundo entero, el presidente Jair Bolsonaro en Brasil, el Brexit desde luego, Trump en EE.UU.; el primer ministro húngaro, Viktor Orbán; el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini; la dirigente nacionalista francesa Marine Le Pen, el partido Vox en Europa, y además acusan que todos estos tienen relación e influencia de una u otra forma del Kremlin de Vladimir Putin. ¿Qué pasó en el Reino Unido que nadie se pone de acuerdo? ¿Estamos viendo el ocaso de la civilización occidental tal como la conocemos? ¿Está ganando el mundo del Donald Trump, el del nacionalismo, racismo caótico, donde los tratados, acuerdos y alianzas internacionales son quebrados? ¿Cómo será el mundo con una Europa desunida y cómo será el mundo con una Europa unida? No olvidar que una de las chispas que encendió o reencendió el Brexit fue detener la migración, el aire de superioridad, la idea de invasión del extranjero y el temor a ver menos empleo, derechos y beneficios de los que nacieron en territorio británico. En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la noche; México, doce, y Colombia, una de la tarde. Por: Roberto de la Madrid.