Carlos Berzosa
Esta respuesta en defensa de los derechos de las mujeres ha
cuestionado al gobierno y a las posiciones mantenidas por el partido
Popular y Ciudadanos. Han puesto de manifiesto que se encuentran fuera
de la realidad, por un lado, y por otro, el fracaso que han obtenido
debido a que han hecho todo lo posible para que la huelga y las
manifestaciones fracasaran. Han tratado, con ayuda de algunos
periodistas, de descalificar al movimiento feminista, de proclamar a los
cuatro vientos las mujeres de estos partidos que no irían a la huelga,
algunas se han superado con la huelga a la japonesa, y que ante la
barbaridad de estas declaraciones hasta el propio Rajoy se tuvo que
desmarcar.
Ciudadanos a última hora se subió al carro de asistir a la
manifestación, seguramente cuando percibió que la ola a favor de la
lucha de este día iba en ascenso. Pero no deje de ser penoso que este
partido, que se presenta como una fuerza regeneradora y como una derecha
más moderna, haya demostrado que sigue aferrado en muchas cosas a
posiciones retrógradas propias del PP. Lo han puesto de manifiesto las
declaraciones de sus dirigentes, sobre todo, las realizadas por Inés
Arrimadas, en el programa El Objetivo de la sexta. Este programa que
estuvo dedicado, el domingo 4 de marzo, al día de la mujer puso en
evidencia que tanto la ministra de Sanidad como Arrimadas, que tiene por
otra parte valores políticos que aprecio positivamente, no entienden ni
conocen nada de lo que supone la lucha feminista.
La ministra siente aversión por el término feminista y se llevó la
palma de los despropósitos cuando anunció que el día de la huelga ella
iba a trabajar para la igualdad. Lo que no deja de ser paradójico que
haga unas declaraciones de este tipo como miembro de un gobierno que ha
intensificado la desigualdad en derechos, oportunidades y rentas. Pero
hay que decirle a la ministra que no se conocen en la historia casos en
los que los avances en derechos e igualdad se hayan producido desde los
despachos y menos del poder dominante. Todos- los de los trabajadores,
los de las mujeres, los de los homosexuales, los de los negros- han sido
resultado de luchas sociales. Hay muchos libros académicos y de ficción
sobre ello. No voy a pretender que lea pero por lo menos que vea
películas en las que se exponen las muchas luchas que ha habido que dar y
que hay que seguir dando para lograr lo obvio.
Observo de todas maneras, que esta ignorancia no es propia de la
ministra, sino es más amplia, y abarca fundamentalmente a la derecha,
aunque no solo, y es que la historia de los movimientos sociales no está
en los curricula académicos ni del bachillerato ni de la Universidad,
salvo en las facultades de historia, y no en todas ellas. Es una
historia que no interesa que se conozca. Su conocimiento viene del
esfuerzo individual y hay mucha bibliografía y buena para hacerlo. Pero
la lectura no suele estar entre las preferencias de la mayor parte de
los políticos.
En suma, que tenemos unos gobernantes que se encuentran en una
burbuja ajena a la realidad, desconocedores de la historia social y que
marchan en contra de la corriente de la historia en defensa de los
derechos. ¿Cómo pueden gobernarnos personas que ignoran la realidad de
las mujeres, los jubilados, los excluidos, los pobres con trabajo y sin
trabajo, las diferencias sociales y la desigualdad? El 8 de marzo de
2018 ha sido un día de lucha y de reivindicación pero que ha cuestionado
a su vez a un gobierno y a unas ideas conservadoras y retrógradas
impropias del siglo XXI.
Catedrático Emérito de la Universidad Complutense de Madrid
Publicado en nueva tribuna
vía:https://www.attac.es/2018/03/11/el-8m-y-la-retrograda-derecha-politica/
No hay comentarios:
Publicar un comentario