El expresidente ecuatoriano Rafael Correa -que arribó el pasado viernes a Ecuador procedente de Bélgica- ha dado inicio a la campaña por el ‘No’ en la consulta popular del 4 de febrero, impulsada por el actual mandatario, Lenín Moreno. Aunque cuestiona en conjunto el referendo, Correa llama a sus seguidores a votar “No” en tres de las siete preguntas, concretamente las referidas a la reelección indefinida, la situación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y a la minería a gran escala. En opinión del exjefe del Estado ecuatoriano, la consulta popular de Moreno es una maniobra para dejar atrás la ideología de izquierdas y, de paso, evitar su posible regreso a la Presidencia en 2021. Unos trece millones de electores están facultados para participar en la consulta popular, donde el voto es obligatorio para los mayores de 18 años y facultativo para los menores de entre 16 y 18 años. Juan Carlos Pilataxi, activista de la Revolución Ciudadana, subraya que “el presidente ha traicionado a muchos ecuatorianos, que es la continuidad de la derecha". Katty Solórzano, investigadora social, dice que “la consulta popular lo que realmente pretende es dejar fuera toda posibilidad de regreso de Rafael Correa y controlar los poderes del Estado”. Víctor Valencia, coordinador para Europa del partido ecuatoriano Centro Democrático, cuestiona al expresidente y se pregunta “cómo puede decir "7 veces NO" ante preguntas que benefician al pueblo ecuatoriano”. Manuel Llamas, periodista, cree que “la guerra a la que están asistiendo los ecuatorianos es una cuestión de lucha entre dos populistas, Lenín y Correa, y que en Ecuador no hay división de poderes”.
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