sábado, 22 de abril de 2017

Indignado: Cantidades industriales de mierda.....Ricardo Acevedo



Este articulo originalmente se llamaría la cultura del valor de lo cuantificable, pero que al reflexionar sobre como la sociedad está inmersa en una crisis de civilización planetaria por culpa del excesivo deseo de utilidades de los empresarios y que invierte en los ciudadanos para crearles necesidades ficticias que la economía y la industrialización necesita para generar ganancias, gracias a que el sistema genera enormes cantidades industriales de mierda de productos que no necesitamos, saturándonos al punto de casi asfixiarnos en nuestra propia basura.

1. El capital en contra de los valores comunitarios.


Los seres humanos usan estimulantes para el cerebro, que lo lleve a estados mentales que trascienda visiones distorsionadas de la realidad en momentos de ocio. Consumo de Drogas como cigarro, alcohol, mota, cocaína, o sexo en exceso, compras compulsivas de productos y servicios entre otras promovidas desde tempranas edades en los sujetos desde las multinacionales y el gobierno por medio de la mercadotecnia, es el control que se ejerce sobre los ciudadanos de México, permaneciendo en un estado de sumisión total al status quo.

El problema en esencia no es la existencia en el caso de las drogas en México, la sociedad se caracteriza por la industrialización de la producción y la rapidez, que la gran mayoría de la población tiene el criterio ciego para decidir cuál es la cantidad límite que soporta el físico y la mente provocando deteriorados seres humanos al servicio de los caprichos del capital o de la decadente presión social que difunde de manera indiscriminada la cultura de la chatarra.

Por ejemplo, si un individuo consume estimulantes en una comunidad que está apegada a la naturaleza y práctica principios comunitarios como la solidaridad, en donde establecen redes de apoyo y un apego más humano que digital practicados como en las comunidades indígenas alejados de la dinámica de las ciudades en la que la mercancía es el amo supremo.

Por lo tanto, es casi imposible que esta persona presente enfermedades mentales originadas por el medio rapaz, individualista, competitivo y vicioso típicas del capitalismo. El desarrollo de los individuos que habitan en las ciudades de México en la cultura industrial de la cantidad sobre la calidad abundando encuentros casuales de placeres en excesos, tenemos a un ser humano carente de discernir que es bueno o malo ya que la mercadotecnia se encargó de cegarlo.

La mercadotecnia seduce a las poblaciones haciéndolo ver como natural el consumo desmedido de productos y servicios que la gran mayoría de las veces carecen lo más elemental que puedan ser saludables con nuestra salud, amables con el medio ambiente, o fomente relaciones sociales que fortalezcan los deteriorados lazos comunitarios.

2. El problema del placer en la vida rápida de las ciudades y los trucos de magia para aguantar la carga existencial.


Muchas instituciones de países de primer mundo con políticas postcolonialistas, donde el mercado global posiciona por ejemplo la cafeína (café, soda) para que los explotados toleren grandes jornadas de trabajo en donde requiere el trabajo intelectual o físico, promoviendo la cultura de trabajar duro con ayuda del truco de magia.

No se puede trabajar si no hay truco, no se puede convivir si no hay alcohol o consumir drogas potentes que aceleren la mente o la calme. Nuevas prisiones mentales que esclavizan al individuo en su eterno búsqueda de insatisfacción dotándolo el vacío de cantidades exorbitantes proporcionadas por la industria del placer, que evade la dura realidad en donde pareciera que el placer manejado de manera industrializado es el nuevo opio del pueblo.

Legalización o prohibición en nuestra opinión, el consumo de estimulantes en esta sociedad crea enfermedades típicas de las sociedades capitalistas y sonar con el retorno a estar en contacto con la naturaleza fuera del estrés, ansiedad que se genera.

La destrucción del sistema tecno-industrial en la que se sustenta el capital y que fomenta las relaciones sociales sean imitadas por los seres humanos para parecerse a las máquinas y carezcan la educación para evitar consumir el uso excesivo atascado de basura para ayudarlos a llevar una vida que se ajuste a la lógica del capitalismo, es una necesidad que apremia en estos tiempos de que el progreso nos lleva al abismo.

Para concluir, terminaré con dos preguntas, que han estado rondando mi cabeza por más de una década.
¿Cómo detener la industrialización y la generación constante de tecnología que influye en lo más íntimo de nuestras vidas?
¿La revolución social detendrá por instantes o en su totalidad a la sociedad industrializada que produce cantidades industriales de mierda una vez destruido el estado?

Ricardo Acevedo
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vía:
Portal Libertario OACA.


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