Es
de público conocimiento que la mayoría de la atención mediática se
centra en las grandes ciudades, es algo lógico que la atención y
fiscalización que ejercen los órganos públicos y también privados, se
avoque a aquellas poblaciones más habitadas y también por dicha cantidad
de población es natural que sucedan acontecimientos que llamen la
atención y quizás sean más entretenidos de cubrir.
Desde el año 2000, es decir cuatro periodos electorales, nada menos que 16 años, la comuna ha sido dirigida por el mismo alcalde don Arturo Palma, técnico paramédico de profesión, quien una vez más, fue reelecto, -alcanzando nada menos que los 20 años en ejercicio de un cargo-, algo impensado para países desarrollados, que fomentan el traspaso de un cargo público, como método de alternancia y además como señal de probidad y buena gestión y que exigen preparación académica de acuerdo al cargo que se postula. Es el límite a la reelección una deuda histórica que como sistema político debemos trabajar, y evitar así líderes, que más que ser dirigentes se transforman en patrones de fundo.
Junto al alcalde, concejales amigos, han sido obligados al reintegro de platas públicas y además uno de ellos, ha sido condenado por la Corte de Apelaciones de Talca, en circunstancias que ejercía como funcionario de servicio público de salud (cargo directivo) y ocupaba a su vez cargos concejil; no suficiente con aquello, familiares directos ejercían en el mismo lugar de trabajo, algo que expresamente la ley prohíbe. Casos investigados por Contraloría.
¿Podríamos hablar de un caso de corrupción?, ¿podríamos hablar de falta de fiscalización?, Son muchos años de silencio de la Contraloría y también de la Fiscalía como ente persecutor. ¿Por qué se persigue y fiscaliza solo en las grandes ciudades como Talca o Santiago pero no se ha detenido a mirar en pueblos pequeños: Villa Alegre, Longaví, Pelluhue, etc. todos con antecedentes importantes?
La Municipalidad de Villa Alegre es una de las más endeudadas a nivel nacional, o mejor dicho que funciona con grandes déficit de presupuestos, es una comuna olvidada por la autoridad central, en donde ha aumentado la pobreza, la mala gestión en el departamento de salud y que ha llevado a una sobrecontratación de personal, que sirve básicamente como aparataje político de unos pocos.
Es precisamente curioso que a medida que avanza el tiempo, las autoridades son electas con mayor porcentaje de aprobación, pero con una cantidad de votos decrecientes, debido a la baja participación de los electores, cuya causa principal es obviamente el desinterés en la participación política, en circunstancias que no ven reflejado en su voto una posibilidad de cambio. El pesimismo ha reinado, con justo motivo de ser, la legitimación de la que gozan las autoridades al menos está en tela de duda, sobre todo cuando quienes votan tienen interés directo en beneficios, produciéndose el “acarreo político”.
Villa Alegre, una tierra olvidada que no cuenta con educación pública de calidad, y cuyos niños se encuentran con un rendimiento académico muy por debajo del promedio nacional, son justamente los hijos de aquellas personas que ganan el sueldo mínimo, que trabajan el campo “bajo el sol y bajo la lluvia”, que no pueden costear vacaciones, que viven hacinados en sus casas “viviendas sociales”, que son en muchos casos, víctimas de diversos tipos de violencia y que se han transformado tristemente en olvidados sociales. Circulo de la pobreza que es muy difícil de romper; personas que son recordadas bajo campañas electorales con la promesa constante de cambio, que ven como se gastan millones de pesos en eventos veraniegos, antes que en priorización de necesidades comunes.
Este círculo vicioso nos permite preguntarnos, ¿se preocupan realmente las autoridades centrales y regionales de comunas con poca cantidad de población, alejadas, que tienen una serie de problemas locales? ¿Cuánto de culpa tiene aquí el centralismo al que estamos acostumbrados?
He citado a Felipe Camiroaga en el título para llamar la atención, y también en conocimiento de que él amaba esta tierra, y como hijo ilustre, sus restos descansan aquí. Cenizas que han sido utilizadas además, como un mal fomento al turismo, porque se ha hecho una “sátira” -ruta turística- entre el museo y cementerio local.
Finalmente, la crisis de valores en la que estamos insertos, nos ha llevado al olvido de lo fundamental, el contrato social, y el valor de los cargos públicos para servir a otros, antes que a uno mismo, situación que se replica en innumerables comunas de nuestro país.
vía:
http://www.elquintopoder.cl/politica/municipios-olvidados-villa-alegre-algo-mas-que-felipe-camiroaga/?utm_source=boletin_semanal&utm_medium=Email&utm_campaign=boletin-169_20170117&utm_content=destacado_principal_1
En un lejano lugar de la región del Maule, se encuentra la comuna de Villa Alegre; pueblo cuyo nombre resulta ser paradójico y que no representa la realidad cotidiana de un pueblo viejo y triste, cuya población se caracteriza por ser en su mayoría personas con muy bajo nivel educacional, pero más aun gente de mucho esfuerzo que se dedica principalmente a actividades agrícolas y que ha caído tristemente en un circulo de pobreza y olvido.
He citado a Felipe Camiroaga en el titulo para llamar la atención, y también en conocimiento de que él amaba esta tierra, y como hijo ilustre, sus restos descansan aquí. Cenizas que han sido utilizadas además, como un mal fomento al turismo, porque se ha hecho una “sátira” -ruta turística- entre el museo y cementerio local.
Desde el año 2000, es decir cuatro periodos electorales, nada menos que 16 años, la comuna ha sido dirigida por el mismo alcalde don Arturo Palma, técnico paramédico de profesión, quien una vez más, fue reelecto, -alcanzando nada menos que los 20 años en ejercicio de un cargo-, algo impensado para países desarrollados, que fomentan el traspaso de un cargo público, como método de alternancia y además como señal de probidad y buena gestión y que exigen preparación académica de acuerdo al cargo que se postula. Es el límite a la reelección una deuda histórica que como sistema político debemos trabajar, y evitar así líderes, que más que ser dirigentes se transforman en patrones de fundo.
Junto al alcalde, concejales amigos, han sido obligados al reintegro de platas públicas y además uno de ellos, ha sido condenado por la Corte de Apelaciones de Talca, en circunstancias que ejercía como funcionario de servicio público de salud (cargo directivo) y ocupaba a su vez cargos concejil; no suficiente con aquello, familiares directos ejercían en el mismo lugar de trabajo, algo que expresamente la ley prohíbe. Casos investigados por Contraloría.
¿Podríamos hablar de un caso de corrupción?, ¿podríamos hablar de falta de fiscalización?, Son muchos años de silencio de la Contraloría y también de la Fiscalía como ente persecutor. ¿Por qué se persigue y fiscaliza solo en las grandes ciudades como Talca o Santiago pero no se ha detenido a mirar en pueblos pequeños: Villa Alegre, Longaví, Pelluhue, etc. todos con antecedentes importantes?
La Municipalidad de Villa Alegre es una de las más endeudadas a nivel nacional, o mejor dicho que funciona con grandes déficit de presupuestos, es una comuna olvidada por la autoridad central, en donde ha aumentado la pobreza, la mala gestión en el departamento de salud y que ha llevado a una sobrecontratación de personal, que sirve básicamente como aparataje político de unos pocos.
Es precisamente curioso que a medida que avanza el tiempo, las autoridades son electas con mayor porcentaje de aprobación, pero con una cantidad de votos decrecientes, debido a la baja participación de los electores, cuya causa principal es obviamente el desinterés en la participación política, en circunstancias que no ven reflejado en su voto una posibilidad de cambio. El pesimismo ha reinado, con justo motivo de ser, la legitimación de la que gozan las autoridades al menos está en tela de duda, sobre todo cuando quienes votan tienen interés directo en beneficios, produciéndose el “acarreo político”.
Villa Alegre, una tierra olvidada que no cuenta con educación pública de calidad, y cuyos niños se encuentran con un rendimiento académico muy por debajo del promedio nacional, son justamente los hijos de aquellas personas que ganan el sueldo mínimo, que trabajan el campo “bajo el sol y bajo la lluvia”, que no pueden costear vacaciones, que viven hacinados en sus casas “viviendas sociales”, que son en muchos casos, víctimas de diversos tipos de violencia y que se han transformado tristemente en olvidados sociales. Circulo de la pobreza que es muy difícil de romper; personas que son recordadas bajo campañas electorales con la promesa constante de cambio, que ven como se gastan millones de pesos en eventos veraniegos, antes que en priorización de necesidades comunes.
Este círculo vicioso nos permite preguntarnos, ¿se preocupan realmente las autoridades centrales y regionales de comunas con poca cantidad de población, alejadas, que tienen una serie de problemas locales? ¿Cuánto de culpa tiene aquí el centralismo al que estamos acostumbrados?
He citado a Felipe Camiroaga en el título para llamar la atención, y también en conocimiento de que él amaba esta tierra, y como hijo ilustre, sus restos descansan aquí. Cenizas que han sido utilizadas además, como un mal fomento al turismo, porque se ha hecho una “sátira” -ruta turística- entre el museo y cementerio local.
Finalmente, la crisis de valores en la que estamos insertos, nos ha llevado al olvido de lo fundamental, el contrato social, y el valor de los cargos públicos para servir a otros, antes que a uno mismo, situación que se replica en innumerables comunas de nuestro país.
vía:
http://www.elquintopoder.cl/politica/municipios-olvidados-villa-alegre-algo-mas-que-felipe-camiroaga/?utm_source=boletin_semanal&utm_medium=Email&utm_campaign=boletin-169_20170117&utm_content=destacado_principal_1
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