miércoles, 2 de noviembre de 2016
Europa: La tragedia de los migrantes, migración y humillación
Es una operación humanitaria. Francia grita al mundo cuán humana es.
De hecho, le está dando todas las facilidades a 700 reporteros de diferentes medios internacionales para que cubran el gran acontecimiento del año: darles por primera vez a miles de migrantes, el derecho a dormir en un lugar más digno, con cobijas tibias, con techos cálidos, lejos de la intemperie y del frío de suelo de tierra, de del campamento de refugiados y migrantes más grande de toda Europa.
El campamento de Calais, mejor conocido como "La Jungla" (Calais, se pronuncia "Calé", es el último punto de la tierra francesa para cruzar el Canal de la Mancha hacia el Reino Unido).
Ahí, 6,484 migrantes están siendo llevados a un mejor destino, porque Francia debe estar a la altura del respeto a los derechos, expresa con mucha alegría el ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve. Pero ¿qué hay detrás de toda esta maroma oficial del Gobierno francés?
¿Es de verdad altruismo del bueno, del que se hace desde el fondo del corazón, o es porque las elecciones de Francia están a tan sólo 6 meses? Porque déjeme decirle que primero no los están llevando a un hotel de 5 estrellas, porque en realidad es que el gobierno decidió destruir y demoler este famoso campamento de Calais.
En segundo lugar, el gobierno le está poniendo prácticamente una pistola en la sien a los migrantes: o escoges pedir asilo o de regreso al infierno de donde viniste, es decir la deportación. Si escoge la primera opción, entonces será repartido en algún pueblo de Francia, en algún otro campamento enrejado mientras analizan si le dan el asilo o no.
El futuro entonces es incierto. Muchos tendrán que enfrentarse al racismo, a la xenofobia y al desprecio de muchos franceses. Como los incendios a centros de refugiados para manifestar que la xenofobia es más importante que la ayuda humana al desprotegido.
Otros enfrentarán por lo menos a autoridades que disfrazan su discurso de protección de la sociedad francesa que por tener migrantes dicen, caerá la economía, el empleo, la seguridad: ‘En primer lugar, somos una pequeña ciudad, e incluso, sí podemos entender el desmantelamiento de Calais por razones sanitarias y de cohabitación, pero nuestras ciudades pequeñas no son la solución para este desalojo.
Es demasiado pequeña para albergar a tanta gente’, afirma con ceño fruncido Patrick Martinelli, gobernador de Pierrefeu du Var (sureste). Y si no es eso entonces regresarán al infierno de donde llegaron, de donde huían, de la muerte, miseria y la guerra.
Esperaron casi mil días. Calais comenzó a recibir en 2009 muchos refugiados detenidos que querían cruzar el mar hacia Inglaterra. En 2014 se intensificó el aumento de migrantes coincidiendo con la crisis de refugiados sirios hacia Europa. Así, muchos, esperaron mil días, más o menos, porque su sueño era llegar al Reino Unido.
‘Detrás de la Razón’. Nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. La realidad, hace lo que quiere, y nosotros volveremos a preguntar.
Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete de la tarde, México y Colombia, una de la tarde; Madrid, ocho de la noche.
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