miércoles, 30 de noviembre de 2016

Chile: Vivir más, un dolor de cabeza para economistas e inversionistas.....

Al parecer para los economistas el aumento en nuestra esperanza de vida resulta ser un grave problema, idea que se extrae de las siguientes opiniones:




"Nuestras sociedades occidentales, capitalistas y neoliberales, tienen una situación muy parecida. Estamos sometidos a la religión mercado-céntrica o mejor dicho, vivimos una Econocracia."


  1. Según Christine Lagarde (directora gerente del Fondo Monetario Internacional – FMI), los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global.
  2. El responsable japonés del área económica Taro Aso, pidió el 2013 a los ancianos del país que “se den prisa en morir” para que de esta manera el Estado no tenga que pagar su atención médica.
  3. Nuestro Chile no podía ser ajeno a estos desafortunados y descarnados comentarios y Felipe Larraín dice; “Las AFP no son el problema, el problema es el aumento de la esperanza de vida”.
Para quienes administran la economía y el país el resto de los seres humanos son simples clientes, consumidores y también son una mercancía, dicho de otra manera, somos vistos igual a un rebaño que solo sirve para producir. Esta forma de pensar podría ser la base de algunos efectos indeseados de la economía neoliberal anglosajona, para ejemplificar; sabemos que la sociedad Árabe vive bajo una Teocracia, es decir, la religión domina la sociedad. Pues bien, nuestras sociedades occidentales, capitalistas y neoliberales, tienen una situación muy parecida. Estamos sometidos a la religión mercado-céntrica o mejor dicho, vivimos una Econocracia. Y ella produce de forma natural la deshumanización de la sociedad, aquí el dinero y el capital se convirtieron en fetiches que deben ser adorados y el mercado pasa a ser la única vía a la felicidad, una felicidad que debemos lograr de forma individual, donde los otros son nuestros rivales y debemos ganarles de cualquier forma. Bajo la Econocracia, mejor sería elegir al ministro de Hacienda y no al presidente.
Aquí, jubilar pasa a ser un desastre para la economía y las AFP. Las razones son simples, dejas de ser productivo y te conviertes automáticamente en un gasto, ya que hay que pagar una pensión. Para los grandes inversionistas nuestro dinero solo es útil en sus manos, en las nuestras es una perdida, un despilfarro. Lo mismo podemos decir de las Isapres, aquí es pecado mortal ser mayor o tener alguna enfermedad catastrófica, por eso al final nos mandan a Fonasa. Visto así y si meditamos un poco, se puede comprender la aplicación de las Necropolítica en AFP e Isapres.
Pero, tenemos dos buenas noticias para economistas en la línea de Christine Lagarde, Taro Aso y Felipe Larraín.
  1. Los efectos de la vida “moderna”, aparte de las variadas formas de contaminación, promueven el sedentarismo y tener dietas poco saludables, esto dará por resultado que la esperanza de vida de nuestros hijos será menor a la nuestra. Y tristemente y por primera vez, los hijos vivirán menos que sus padres. Nuestros hijos, cuando lleguen a edad adulta, sufrirán una serie de trastornos de salud producto del sobrepeso. Está demostrado que la obesidad a temprana y mediana edad reduce sustancialmente las probabilidades de tener una vida larga y saludable.
  2. Gracias a las nuevas tecnologías de Industria 4.0, la automatización está avanzando a pasos agigantados y cada vez las fábricas requerirán menos intervención humana para su funcionamiento.
Conclusión, estamos trabajando para un mundo donde se vivirá menos y donde los robots trabajaran por nosotros. En un mundo así y dado lo breve de nuestras existencias, ¿de qué sirve poseer tanta riqueza? 


vía:
http://www.elquintopoder.cl/economia/vivir-mas-un-dolor-de-cabeza-para-economistas-e-inversionistas/

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