miércoles, 12 de octubre de 2016

Nuestra América: De la lucha de ideas a la lucha política...Emir Sader



Emir Sader – Público.es

Todo gran avance de la izquierda en el plano político ha de tener su antecedente en el plano de las ideas. El precepto gramsciano, retomado con fuerza por Álvaro García Linera, permite entender cómo fue posible el periodo de gobiernos posneoliberales en América Latina, así como su crisis actual.

Los gobiernos neoliberales han logrado imponerse tras promover como sentido común la idea de que el motivo de la crisis económica residía en los excesivos gastos del Estado, preparando así el terreno para los posteriores ajustes fiscales. Se trataba de hacer del Estado el blanco sobre el cual dejar caer la ira de la gente.

El fracaso de los gobiernos neoliberales ha dejado el campo libre para que las reacciones a esos gobiernos impusieran un nuevo consenso nacional. En el continente más desigual del mundo, la prioridad tiene que ser —si los gobiernos reflejan las necesidades de la sociedad— revertir dichas desigualdades en lugar del ajuste fiscal. Por lo tanto, se necesita de más Estado y no de menos para implementar políticas sociales. Aquí también la lucha de las ideas generó las condiciones de un nuevo avance político progresista en los países que han terminado por adherirse a la visión posneoliberal.

La derecha ha logrado frenar esos avances en algunos de esos países y amenaza con hacerlo en otros, logrando criminalizar al Estado sirviéndose de las campañas sistemáticas llevadas a cabo por el monopolio de los medios. Obviando que el verdadero problema de nuestras sociedades es la corrupción. Esta es la base de la contraofensiva de la derecha, que trata de imponer de nuevo el fracasado modelo neoliberal, intentando borrar todos los avances en lo que llevamos de siglo en estos países, así como el mal recuerdo que supuso la aplicación de ese mismo modelo en los años 90.

Superar esta ofensiva requiere, por parte de la izquierda, reconstruir un proyecto de sociedad, de país y de Estado, así como desarrollar una extensa lucha de ideas en todos los espacios de la sociedad con el fin de recomponer el bloque social y político que pueda reconquista la hegemonía ideológica en base a nuevas ideas y valores.

Para ello la izquierda necesita hacer balance de las experiencias y avances acumulados, sin olvidar la participación del pensamiento crítico latinoamericano, que más que nunca está llamado a colaborar con la izquierda en la intensa disputa hegemónica que se desarrolla en nuestras sociedades.

Los avances políticos no se dan ni por la práctica pura y simple, ni por la elaboración teórica por si sola. Se dan como resultado de la combinación concreta entre las experiencias de prácticas políticas y sociales, y de la construcción intelectual. Es un movimiento que no se da en las entidades que congregan a la intelectualidad, como la universidad y los centros de investigación, pero que tiene que volver a contar con esos eslabones, articulados con los análisis llevados a la práctica por los partidos, los movimientos sociales y los sindicatos, para que la práctica no se pierda en su dimensión singular ni la elaboración teórica se convierta en instrascendente por estar alejada de la práctica política.

Temas como el nuevo rol del Estado, las formas concretas de participación política de las fuerzas sociales, la refundación del Estado, las formas de la Asamblea Constituyente por las cuales se debe luchar, el tipo de sociedad radicalmente democrática que se ambiciona, los grandes retos de la juventud, de las mujeres, de los distintos sectores oprimidos en la sociedad actual, tienen que conformar nuevos objetivos de lucha, de búsqueda de futuro, de construcción de nuevos consensos de transformación radical de nuestras sociedades.

La intelectualidad latinoamericana tiene deudas con el periodo histórico actual debido a las grandes disputas de ideas que tienen que ver directamente con las duras luchas políticas que el continente enfrenta en esta segunda década del nuevo siglo. Se deben recuperar los espacios donde antes se elaboraban teorías vinculadas directamente a los grandes dilemas contemporáneos para movilizar y promover el trabajo teórico articulado con las necesidades y las prácticas de las fuerzas sociales y políticas.

Emir Sader es profesor universitario brasileiro, autor, entre otros, de ‘El nuevo topo – Los caminos de la izquierda latinoamericana’ (Ed. El Viejo Topo).



vía:http://www.attac.es/2016/10/11/de-la-lucha-de-ideas-a-la-lucha-politica/

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