sábado, 28 de mayo de 2016

Estados Unidos-Rusia: La partida de ajedrez geopolítica EEUU-Rusia en América Latina.... Germán Gorraiz López



Germán Gorraiz López

La división de Ucrania en dos mitades casi simétricas ( quedando el Sur y Este del país-incluida Crimea- bajo la órbita rusa mientras el Centro y Oeste de la actual Ucrania navegarán tras la estela de la UE), significó “de facto” el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría Rusia-EEUU, siendo Putin plenamente consciente de la nueva dinámica acción-reacción en la que verán envueltas las relaciones ruso-estadounidenses a partir de este momento. Así, EEUU se servirá de la Alianza Panamericana, refinado proyecto de ingeniería geopolítca cuya finalidad última sería dinamitar el proyecto integracionista representado por la UNASUR e intensificar la política de aislamiento de los Gobiernos progresista-populista de la región, en especial de Venezuela tras quedar huérfana del alma mater de la Revolución Bolivariana (Chávez) mediante la estategia kentiana del “palo y la zanahoria” que conjugará la ayuda económica y la firma de acuerdos preferenciales con países ideológicamente afines con los intentos de desestabilización de los Gobiernos de corte populista-progresista (Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Venezuela), convirtiendo de paso a Colombia en el portaaviones continental de EEUU.

Por parte rusa, las relaciones con Iberoamérica vendrán marcadas por el pragmático económico y los acuerdos bilaterales para la venta de productos militares y el traspaso de tecnología a los países sudamericanos. Además, Rusia estaría negociando instalar sus bases militares con Cuba, Venezuela, Nicaragua, Seychelles y Singapur con el objetivo inequívoco de ampliar el radio militar ruso, pues según el analista Lajos Szaszdi ”la apertura de la bases en el exterior es necesaria para la disuasión estratégica de Rusia, la inteligencia, así como para verificar los acuerdos del desarme y también determinar qué planes hay de parte del Pentágono en caso de operaciones o intervenciones en el extranjero”, no siendo descartable que en la reciente visita de Putin a la Isla se haya procedido a la firma de un nuevo Tratado de Colaboración militar ruso-cubana (rememorando el Pacto Secreto firmado en 1.960 en Moscú entre Raúl Castro y Jruschov) que incluiría la instalación de una base de Radares en la abandonada base militar de Lourdes para escuchar cómodamente los susurros de Washington.

Putin y Cuba

La firma por parte de Mendeiev del Pacto por la Amistad y Cooperación con Cuba contribuyó a sanear la maltrecha economía de la isla tras ser arrasada por sucesivos huracanes(el impacto en 2008 de los ciclones Gustav, Ike y Paloma provocó pérdidas por unos 10 mil millones de dólares) y ver mermados considerablemente sus ingresos por exportación del níquel, (los precios han caído de unos 54.000 dólares la tonelada de níquel a poco más de 10.000 dólares), debido a la crisis global. Cuba, que ocupa el décimo lugar de las exportaciones rusas a países latinoamericanos aunque las cifras de intercambios comerciales sean manifiestamente mejorables (el intercambio comercial entre Rusia y Cuba alcanzó en los últimos años una media de unos 300 millones de dólares al año). Respecto al acercamiento de EEUU a Cuba, las medidas cosméticas tomadas por la Administración Obama en su primer mandato, (relajación de las comunicaciones y el aumento del envío de remesas a la isla así como el inicio de una ronda de conversaciones sobre temas de inmigración), dejan intacto al bloqueo y no cambian sustancialmente la política de Washington aunque reflejan el consenso de amplios sectores del pueblo norteamericano a favor de un cambio de política hacia la Isla auspiciado por la decisión del régimen cubano de terminar con el paternalismo estatal y permitir la libre iniciativa y el trabajo por cuenta propia.

Obama habría encontrado en el Papa Francisco un estrecho colaborador en su ardua tarea de sustituir la diplomacia de las armas por el diálogo y el consenso y Francisco habría participado discretamente en la secreta negociación llevada a cabo entre Cuba y EEUU para logar el deshielo entre ambos países mediante el intercambio de Alan Gross y un oficial estadounidense por tres miembros de “Los 5”, seguido de la desaparición de Cuba de la lista estadounidense de Países Terroristas y de la apertura de Embajadas. Sin embargo, casi dos meses después del anuncio de la Administración Obama de que se permitiría a las instituciones financieras cubanas el uso del dólar para realizar ciertas transacciones, Cuba sigue sin poder realizar ninguna operación bancaria en dicha moneda lo que aunado con la renovación automática por parte de EEUU por un año más del embargo comercial a la isla podría suponer para Cuba pérdidas estimadas en cerca de 70.000 millones de $ .Si se recompone la OEA, (que es el ambiente natural donde América Latina se comunicaba con EEUU) se podría avanzar en temas como el bloqueo a Cuba y se podrían mejorar las relaciones con gobiernos considerados “non gratos” por Washington como Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Venezuela pero en caso contrario, podríamos asistir a la firma de un nuevo tratado de colaboración militar de Cuba con la Rusia que incluiría la instalación de bases dotadas con misiles Iskander y con aviones estratégicos con armas nucleares ( los temibles TU-160 conocidos en Occidente como BlackJak), pudiendo reeditarse la Crisis de los Misiles (octubre 1962).

Putin y Venezuela

Representantes del gobierno venezolano y ruso coincidieron en fortalecer las relaciones entre ambos países durante la clausura de una reunión organizada por el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), con el claro objetivo aumentar el volumen comercial entre las partes (ascendente casi 967,8 millones de dólares en 2008), al ser considerado Venezuela como un socio estratégico para Rusia. Con respecto a la creación del Banco Binacional ruso-venezolano, ambas partes esperan potenciar el comercio bilateral y constituir un nuevo esquema de unión dentro de la alianza estratégica, utilizando monedas nacionales en las transacciones comerciales entre ambos países para luego utilizarlas como fuente de acumulación de reservas y así adquirir preeminencia frente al dólar en las operaciones financieras internacionales, dentro de la ofensiva de Putin para acabar con el papel del dólar como patrón monetario mundial. Por su parte, el holding ruso Gazprom junto con la compañía estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la francesa Total E&P habrían firmado un acuerdo para el proyecto de exploración de gas en el bloque Azero en el sur-oriente boliviano que significará una inversión de 4.500 millones de dólares. Sin embargo, la posible instalación de una megabase naval y logística en Venezuela aunado con el acuerdo chino-venezolano por el que la empresa petro-química estatal china Sinopec invertirá 14.000 millones de dólares para lograr una producción diaria de petróleo en 200.000 barriles diarios de crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco, (considerado el yacimiento petrolero más abundante del mundo), serían un misil en la línea de flotación de la geopolítica global de EEUU (cuyo objetivo inequívoco sería secar las fuentes energéticas de China), por lo que no sería descartable un intento de golpe de mano de la CIA contra Maduro.

Implicación de EEUU en el golpe blando contra Dilma Rouseff

Putin esperaba intensificar las relaciones comerciales con Brasil, al ser ambos miembros del BRICS y aunque se descarta que dichos países forman una alianza política como la UE o la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), últimamente habrían intensificado su cooperación política para obtener acuerdos en comercio exterior y extraer concesiones políticas de los Países desarrollados, (cooperación nuclear propuesta con la India y Brasil), pues dichos países tienen el potencial de formar un bloque económico con un estatus mayor que del actual G-8 (se estima que en el horizonte del 2050 tendrán más del 40% de la población mundial y un PIB combinado de 34.951 Billones de $).

El objetivo ruso sería duplicar la facturación de los intercambios comerciales ruso-brasileños (10.000 millones de $ al año), intercambios que incluirían la exportación a Rusia de aviones, máquinas herramienta y equipos, piezas de repuesto para automóviles, dispositivos electrónicos, instalaciones para hospitales, artículos textiles y cosméticos aunado con la ampliación de la exportación de productos agrarios (maíz, soja, frutas y zumos) y Brasil crearía conjuntamente con Rusia empresas mixtas especializadas en fabricar turbinas y equipos destinados a extraer petróleo y gas y transportar energía eléctrica, (del que sería paradigma el Gasoducto del Sur). Así, Gazprom ayudará a la petrolera brasileña Petrobras a construir un gasoducto para distribuir por el país el gas que se extraiga en las aguas de Santos Basin, una zona situada en el sudeste de Brasil en la que los estudios geológicos definen unas reservas capaces de proporcionar 30 millones de metros cúbicos diarios, (seis más que los 24 que en la actualidad Bolivia vende a Brasil y que suponen la mitad del consumo diario del país carioca).

En el plano político, el objetivo de Putin sería neutralizar la influencia de la UE y EEUU en el cono sur americano y evitar la posible asunción por Brasil del papel de “gendarme de los neoconservadores” en Sudamérica al ser considerado por todos ellos como un potencial aliado en la escena global y al que podrían apoyar para su ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente , con el consiguiente aumento del peso específico de Brasil en la Geopolítica Mundial. Así, según el ex-Presidente Lula Da Silva, “los americanos no soportan el hecho de que Brasil se haya convertido en un actor global y en el fondo, lo máximo que ellos aceptan es que Brasilia sea subalterno, como ya lo fue” y la Presidenta Rousseff exigió a Estados Unidos explicaciones convincentes de las razones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para presuntamente violar las redes de computadoras de la petrolera estatal Petrobras y tras su enérgico discurso en la apertura de la 68 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), con lo que se granjeó la enemistad de la Administración Obama que procederá a la implementación del “caos constructivo” en Brasil para desestabilizar su mandato presidencial (impeachement).

Por último, la agudización de la crisis económica podría dar lugar a una severa constricción de las exportaciones de productos iberoamericanos y de la entrada de remesas de los emigrantes (sobre todo en Ecuador y Bolivia cuyas remesas de inmigrantes supusieron en el 2007 el 10% del PIB) lo que podría suponer una debacle económica y social y terminar por desencadenar frecuentes estallidos de conflictividad social y la expansión de ideologías izquierdistas, siendo previsible una clara regresión de las libertades democráticas y un posible regreso a escenarios ya superados de dictaduras militares y guerrillas revolucionarias en la América Latina y del Caribe en la próxima década.

Germán Gorraiz López es analista internacional

vìa:http://www.attac.es/2016/05/26/la-partida-de-ajedrez-geopolitica-eeuu-rusia-en-america-latina/

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