Hasta hace poco, sólo de vez en cuando llegaba a escuchar esta expresión.
Entonces, delante de los ojos aparecían imágenes de grupúsculos de
partisanos polacos de extrema derecha (NSZ/NZW) –nacionalistas y
anticomunistas– que después de la Segunda Guerra siguieron en la
clandestinidad (algunos hasta los años 50), apostando que pronto entre
Occidente y la URSS estallaría la Tercera Guerra Mundial, el nuevo invasor(Moscú) quedaría derrotado y la patria
finalmente libre.
Esperándola se entretenían asesinando a judíos sobrevivientes del Holocausto, campesinos
que se vendían con los comunistasy a todos los que se conformaban con el
nuevo ordeno simplemente querían empezar a reconstruir el país.
Ahora la escucho casi a cada rato.
Abro los ojos y veo políticos de todo el mundo moviendo los labios.
Slavoj Zizek captó bien el momento en que el espectro de la
Tercera Guerra Mundial por venir y/o en cursoreapareció y empezó su carrera en los medios: fue en 2014, el año del centenario del estallido de la Primera.
Algo, sin embargo, había en todo esto.
Hablando de Obama y del (autoimpuesto) papel de Estados Unidos como
policía global, Zizek apuntaba a semejanzas entre los principios de los siglos XX y XXI:
• igual que ayer, presenciamos una lucha geopolítica en medio de transición hegemónica con un imperio en declive (entonces el británico, ahora el estadunidense), nuevos pretendientes (entonces Alemania, ahora Rusia y China) y un
focode disputa (entonces los Balcanes, ahora el Medio Oriente).
• igual que ayer, observamos una licitación
quién provoca más a quién–Rusia a la OTAN con sus
ambicionesy
amenazasa sus vecinos, o la OTAN a Rusia
conteniéndolay cercando sus fronteras– que sólo agudiza la tensión.
• igual que ayer, está en obra el mismo
mecanismo supersticiosoque nos hace creer que
estar conscientes de la amenazay hablar de ella hará que no se materialice, pero es justamente al revés:
es exactamente por eso que puede ocurrir(¡sic!).
Una bulla en medio de la cual se pierde lo verdaderamente alarmante: el escenario de la Tercera Guerra está en la mesa del Pentágono desde hace más de 10 años; la guerra contra Rusia entró en
fase operacionaly el
uso selectivo/limitadode armas nucleares –a diferencia de la guerra fría– ya dejó de ser un tabú (In These Times, 10/12/14).
Es más: quizás estamos ya en un punto en que decir que uno no quiere la guerra significa lo opuesto.
Es la impresión que dejaba David Cameron, el premier británico, cuando aseguraba que
no empezaría la Tercera Guerra Mundial por Ucrania, echando gasolina al fuego con comparaciones de
actitud rusacon la alemana antes de la Primera (en caso de Bélgica) y la Segunda Guerra (en caso de Checoslovaquia y Polonia) y llamados a
mejorar la respuesta a la agresión rusa(The Telegraph, 30/7/14).
Todo dicho seguramente sin quitar el dedo del
renglóndel sistema nuclear Trident (hoya y base del poder británico).
John Pilger, el veterano periodista y documentalista australiano –“un faro en estos ‘tiempos oscuros’” (Noam Chomsky dixit)–, asegura que la
guerra mundialya había empezado.
Por el momento es sólo
guerra de propaganda, mentiras y distracción, pero esto puede cambiar
con la primera orden errónea y el primer cohete.
es un secretoy
hay que romper el silencio.
¡¿Un
secreto?! ¡¿Un
silencio?!
De diestra y siniestra todos hablan de la
guerra, hasta el Papa, que desde 2014 (sic) viene asegurando que
vivimos una Tercera Guerra Mundial en fragmentos, así que no es ningún
secreto(y tal vez ninguna unidad de análisis radical...).
Aun así, lo demás del análisis de Pilger no tiene desperdicio:
• la propaganda que distorsiona el papel de la OTAN en Ucrania, el cerco a Rusia, alimenta la histeria en los países bálticos (y Polonia) o tapa los preparativos para la guerra con China; es la misma que llevó a la desastrosa guerra en Irak.
• la perspectiva de una guerra nuclear después de que Obama autorizara una nueva minibomba atómica (B-61/12) –el mismo que prometió
un mundo sin armas nuclearesen un famoso discurso en Praga (2009), tras el cual fue galardonado con el Nobel de la Paz (¡sic!)– es mucho más
pensableque antes.
• la amenaza que representaría Trump (en caso de ganar),
figura odiosa, pero también alguien
cuyas opiniones sobre migración no son más grotescas que las de Cameron(sic) y
objeto favorito de vapuleo mediático, lo que
debería despertar nuestro escepticismo, es –o puede ser...– menor a la que representaría Hillary Clinton.
Trump –subraya Pilger–, un outsider, al contrario de ella, que “encarna la violencia del sistema y del stablishment estadunidense”, no quiere ir a la guerra con Rusia ni China (Counterpunch, 23/3/16).
O al menos es lo que dice por el momento, porque dice muchas cosas: quiere que Estados Unidos deje de ser
policía globaly de
meterse en las guerras, pero también que...
autorizaría un ataque nuclear a Europa(The Guardian, 1/4/16).
No obstante, también para Diana Johnston –autora de The queen of chaos (2015), que habla del sendero de sangre detrás de Clinton y sus políticas– es ella, y no Trump, quien sería
más capazde iniciar la Tercera Guerra Mundial.
En la situación actual,
que se asemeja a la que precedía a la Primera Guerra cuando faltaba sólo un incidente, Clinton es más peligrosa:
no tiene límites para empujar al adversario, incluso si es la Rusia nuclear(Counterpunch, 10/3/16).
¿Entonces? Pienso que hay que denunciar y hablar de esta amenaza, pero también pienso que denunciar y hablar demasiado de ella tiende a convertirla en una
profecía autocumplida.
Además: es un tipo de narrativa que encaja perfectamente con la agenda de extrema derecha en auge, sirviendo de excusa para más
medidas extraordinariasy otras restricciones.
Hoy, Polonia está en manos de políticos –de un partido nacionalista y anticomunista (PiS)– que se dicen herederos de aquellos partisanos reaccionarios que soñaban con la Tercera Guerra Mundial.
Como ellos, también irían a la guerra con Rusia.
Esperándola se entretienen destruyendo instituciones democráticas, organizando campañas de odio contra refugiados y musulmanes y contra todos los que se atreven a criticarlos o simplemente resultan ser
no lo suficiente patriotas.
*Periodista polaco
Twitter: @periodistapl
vìa:http://www.jornada.unam.mx/2016/04/08/opinion/019a2pol
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