viernes, 22 de abril de 2016

Chile: Ex presidente Patricio Aylwin.... No todos los muertos son buenos / Y más sobre el golpista.....Por Dr. Tito Tricot / Asociación Mutual de ex Presos y Presas Políticas del Mir y de la Resistencia Popular







Dicen que cuando uno se encuentra en el abismo del último , tus seres queridos miran a la muerte y su guadaña de frente para intentar arrebatarle su cautivo. La siguen hasta más allá del más allá en la esperanza de salvar lo imposible, jamás mirando hacia atrás para no perderla de vista. Así, en el camino, entre lágrimas y desvaríos, se van uniendo amigos, conocidos y desconocidos, todos mirando adelante, mientras el pasado se extravía en el horizonte, fragilizándose la memoria.

Es lo que sucede con el fallecimiento del ex presidente Patricio Aylwin, entonces surgen por doquier las elegías, los clamores, las alabanzas verdaderas e inventadas. Y se le llama el “presidente de la transición” o el “estadista”, “el hombre justo”, el “demócrata”, porque la muerte es tan dolorosa, incomprensible e injusta, que los humanos tratamos de ignorarla o, al menos, cubrirla con un manto de generosidad hacia el extinto. Por eso callamos defectos y exaltamos virtudes y cuando uno declama que no todos los muertos son necesariamente buenos, pasa a ser un paria en esta patria aletargada por el sopor del duelo oficial.

Pero la hibernación del duelo no es suficiente para erradicar la memoria que porta una paciencia india que pocos entienden y que muchos temen. Es la que nos recuerda que Aylwin desempeñó un papel activo y preponderante en el derrocamiento del presidente Salvador Allende y del gobierno de la Unidad Popular. Apoyó explícita y decididamente el golpe militar. Lo justificó con los mismos argumentos que los militares: la supuesta existencia de milicias armadas de izquierda, un ejército paralelo que se aprestaba a llevar a cabo un auto-golpe para tomar el poder total. Para él “…la acción de las fuerzas armadas simplemente se anticipó a ese riesgo para salvar al país de una guerra civil o de una tiranía comunista…” Decía, además, que creía que las FFAA habían procedido con patriotismo y desinterés. Huelga decir que ese ejército subversivo jamás existió, y que aquel patriotismo y desinterés se transformaron en 17 años de terrorismo de Estado, privatizaciones, corrupción y enriquecimiento personal del dictador, su familia, colaboradores y simpatizantes.

Casi dos décadas de dictadura en las cuales, efectivamente, Patricio Aylwin se constituyó en opositor a Pinochet y, posteriormente, tal como se señala hogaño, en el presidente de la Transición. Lo que no se indica es que ésta fue una negociación con la dictadura, en otras palabras, Patricio Aylwin fue el presidente de la Transacción. En una lectura histórica sus adherentes, y él mismo, dirían que fue un proceso transicional en la medida de lo posible. Sus críticos argüirán que no puede haber democracia en la medida de lo posible o justicia en la medida de lo posible. Tal vez por ello es que las víctimas de las violaciones a los derechos humanos se sintieron traicionados por el primer gobierno post-dictadura cuando no cumplió su compromiso programático de Verdad y Justicia. El Informe Rettig fue una verdad oficial a medias que mantuvo en la impunidad a asesinos y torturadores. Asoma la interrogante entonces: ¿Fue Aylwin un hombre justo cuándo privilegió más a victimarios que a las víctimas?

¿Fue Aylwin realmente un demócrata, cuando alguna vez declaró que si tenía que optar entre una dictadura marxista y una de militares chilenos elegiría a ésta última? Además, ¿Sabría algo que el resto de los chilenos desconocía, porque esta afirmación fue realizada tres semanas antes del golpe de 1973? Los hechos son más sólidos que las meras palabras y estos revelan que Patricio Aylwin fue un golpista. Punto, lo demás es lírica para recitales y funerales.

¿Fue Aylwin realmente un demócrata cuando creó la Oficina para desarticular a remanentes de organizaciones armadas que habían combatido contra la dictadura? Este organismo de seguridad recurrió a métodos similares a los utilizados por la dictadura: informantes, infiltrados, montajes.

¿Fue Aylwin realmente un estadista cuando en 1992 reprimió, aplicó la Ley de Seguridad Interior del Estado y encarceló a 144 comuneros mapuche del Consejo de Todas las Tierras que luchaban por su derecho a la auto-determinación? A la sazón, en 1989, antes de la primera elección presidencial democrática en 17 años, se había firmado el Tratado de Nueva Imperial entre el entonces candidato Patricio Aylwin y diversas organizaciones indígenas. En el Pacto se estipulaba, entre otros puntos, que el nuevo gobierno se comprometía a reconocer constitucionalmente a los pueblos indígenas y a ratificar el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Jamás hubo tal reconocimiento constitucional y el Convenio 169 sólo se ratificó 20 años después. Si el ex presidente Aylwin hubiese tenido una visión de estadista tal vez el conflicto chileno-mapuche no habría alcanzado las dimensiones que hoy tiene.

¿Fue Aylwin realmente un estadista cuando no cumplió las promesas del programa de la Concertación de revisar todas las privatizaciones de las empresas estatales realizadas durante la dictadura? Es decir, preservó y generó las condiciones para la consolidación del modelo neoliberal actual donde, al igual que en la época de la dictadura, dominan los empresarios en todas las esferas de la sociedad. Un país empresa donde la mayoría trabaja todo el día para una minoría.

Dicen que cuando alguien muere es tal el desconcierto y el desconsuelo que no nos atrevemos a exhumar los pecados del muerto, pero aunque no nos guste admitirlo, no todos los muertos son buenos. Y el ex presidente Aylwin se lleva un golpe a cuestas.

Dr. Tito Tricot

Sociólogo

Director

Centro de Estudios de América Latina y El Caribe-CEALC

——————————————————–
Por nuestras y nuestros desaparecidos
Por nuestras y nuestros muertos y ejecutados
Por aquellos que no se rindieron
Por la verdad y la Justicia
Patricio Aylwin ha muerto, pero no nos engañemos, se fue un golpista, un conspirador y un dirigente político Demócrata Cristiano que se alió a los sectores más reaccionarios de la burguesía chilena y junto al imperialismo provocaron el Golpe de Estado que sumergió al pueblo de Chile en el peor calvario de su vida democrática : la dictadura de Augusto Pinochet.
Esto era lo que declaraba el Presidente de la DC al Washington Post el 26 de agosto de 1973, si le dieran a elegir entre “una dictadura marxista y una dictadura de nuestros militares, yo elegiría la segunda”.
Luego de producirse el bombardeo a la Moneda, el 17 de septiembre de 1973 el jefe de la DC mediante una declaración pública a la prensa extranjera, señalaba que “el gobierno de Allende había agotado, en el mayor fracaso, la ‘vía chilena hacia el socialismo’, y se aprestaba a consumar un autogolpe para instaurar por la fuerza la Dictadura Comunista”.
“Las informaciones que nos transmite el cable revelan que lo sucedido en Chile se está enjuiciando en el exterior con mucho desconocimiento de la realidad”, acotó.
Agregando que “la mayor prueba es la enorme dotación de armas que tenían las ilegales milicias marxistas que formaban un verdadero ejército paralelo, con un poder de fuego equivalente a 12 regimientos regulares y con la presencia activa de más de diez mil extremistas extranjeros”
Patricio Aylwin no solo apoyó el Golpe de Estado, mientras miles de chilenas y chilenos eran asesinados, fusilados y torturados, salió en defensa en reiteradas oportunidades de la naciente dictadura chilena.
Mientras la dictadura creaba y desarrollaba el aparato represivo, mientras la Caravana de la Muerte recorría el país, mientras la Dina se organizaba y miles de chilenos y chilenas repletaban estadios, campos de concentración, islas apartadas, recintos militares y hasta el buque escuela de la marina se llenaba de torturados, mientras se fusilaba y se arrojaban cadáveres de militantes de la izquierda y de la Unidad Popular en pozos, minas abandonadas y desiertos … Patricio Aylwin apoyaba y justificada el golpe de estado.
El opositor feroz, el enemigo cuyo partido bajo su dirección participó y organizó atentados que costaron la vida de trabajadores y estudiantes durante el gobierno de la Unidad Popular ; el hombre que trabajo y urdió con la reacción y la CIA el Golpe de Estado que ayudó a instalar a Augusto Pinochet en los escombros de la democracia asesinada.
Dieciocho años más tarde, Pinochet le entrega la banda presidencial y Aylwin se transforma en el padre de la salida pactada entre militares, social-liberales, partidarios del tirano como la UDI y la vieja guardia golpista. Aylwin organiza el andamiaje que dará vida al monstruo de la democracia de los acuerdos y en donde ningún torturador será detenido ni condenado, para ello terminó con la prensa de oposición, los diarios y revistas que habían enfrentado y denunciado la dictadura fueron desapareciendo uno a uno, bajo la presión directa de la Moneda dirigida por Patricio Aylwin.
La justicia en la medida de lo possible, la impunidad, y la organización de un Estado en el cual la corrupción se ha transformado en una forma de gobernar y hacer política, es el gran legado de Patricio Aylwin.
Nada ni nadie podrá olvidar sus acciones, los desaparecidos y desaparecidas, los ejecutados y ejecutadas, los torturados y torturadas y los encarcelados y encarceladas son una herida abierta en la historia de Chile… Los ametrallamientos de poblaciones y barrios populares, los campos de concentración seguirán siendo parte de la historia, de nuestra historia, lo señalan como un golpista y un félon.
Patricio Aylwin ha muerto y la historia recordará sus acciones, el pueblo de Chile no olvida.
¡¡ Ni Perdón ni Olvido !!
¡¡ Juicio y Castigo a los Culpables Ahora !!
Asociación Mutual de ex Presos y Presas Políticas del Mir y de la Resistencia Popular.
Santiago 19 de Abril de 2016


vìa:
http://kaosenlared.net/chile-ex-presidente-patricio-aylwin-no-todos-los-muertos-son-buenos-y-mas-sobre-el-golpista/

No hay comentarios:

Publicar un comentario