jueves, 21 de enero de 2016

Argentina: Retiran nombre de fundadora de Madres de Plaza de Mayo a un hospital en Argentina....Ministro de Salud borra lo que era un homenaje a Laura Bonaparte....por Stella Calloni......El ministro argentino de Salud, Jorge Lemus decidió que se retirara el nombre de Laura Bonaparte, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, fallecida el 23 de junio de 2013, al Hospital Nacional en Red Especializado en Salud Mental y Adicciones, que se le puso en homenaje a esta mujer heroica, a la que la dictadura cívico–militar (1976-1983) le arrancó su familia, quedando como sobrevivientes ella y su hijo Luis Bruchstein.




Buenos Aires.

El ministro argentino de Salud, Jorge Lemus decidió que se retirara el nombre de Laura Bonaparte, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, fallecida el 23 de junio de 2013, al Hospital Nacional en Red Especializado en Salud Mental y Adicciones, que se le puso en homenaje a esta mujer heroica, a la que la dictadura cívico–militar (1976-1983) le arrancó su familia, quedando como sobrevivientes ella y su hijo Luis Bruchstein.

Entre diciembre de 1975 y fines de 1976 tres de los cuatro hijos de Laura fueron secuestrados y desaparecidos: Aída, Irene y Víctor Bruschstein Bonaparte. También su esposo, el doctor Santiago Bruschtein, fue llevado enfermo después de un brutal allanamiento en su casa y asesinado. Además fueron desaparecidos sus yernos Adrián Saidón, esposo de Aída; Mario Ginzberg, de Irene, y Jacinta Levi, de Víctor Bruschtein Bonaparte.

La primera esposa de Víctor, Shula Eremberg y su hija Natalia lograron salvarse como Luis Bruschstein y su familia, que fueron al exilio a México.

En distintos episodios sobrevivieron los nietos de Laura milagrosamente como ella relataba, porque cada uno de los niños se salvó como si hubieran manos o alas que los protegieran. Cada caso fue una historia desgarrante.

Como sicóloga dedicó su trabajo a hospitales públicos en una historia conmovedora, como se recuerda también en la Operación Santuario en los años 70, siendo luego –ya en el exilio en México-observadora de Amnistía Internacional en campos de refugiados en El Salvador y en la frontera con Guatemala, durante la guerra en Centroamérica.

Estuvo también en Líbano para expresar solidaridad y rechazo a las violaciones a los derechos humanos durante la invasión del ejército israelí, y también en Bosnia-Herzegovina para acompañar a las mujeres musulmanas, cuyas familias habían sido víctimas de la política de exterminio étnico.

La conmovedora historia de Laura Bonaparte fue la base argumental con que se trabajó para que aquel hospital llevara su nombre, sepultando el oscuro pasado de lo que fue el Centro Nacional de Reeducación Social.

Su hijo Luis Bruschtein confirmó a La Jornada esta nueva injusticia que debe sufrir Laura, otra forma de persecución para borrar la memoria de los pueblos.

Edith Benedetti, interventora de ese hospital explicaba en marzo de 2015 cuando se presentó el proyecto de ley para ponerle el nombre de Laura Bonaparte que esto contribuía a poner a la salud mental como un derecho fundamental que la ley vino a restituir. Es emblemático que, por primera vez, un establecimiento lleve el nombre de una luchadora por los derechos humanos, y en este caso de una trabajadora por la salud mental. Los nombres signan, contribuyen a cambiar prácticas.


En esos momentos su hijo el periodista Luis Bruschtein decía que el premio a su madre es a todas las madres. Ellas son las madres de esta democracia. Le dieron el bagaje de ética y dignidad que tiene y para él tenía otro significado emocionante porque el hospital era una de las cosas más sórdidas, una cárcel. El cambio sucedido durante el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo convirtió en un lugar digno para pacientes y trabajadores,y fundamentó la idea que siempre tuvo mi madre de lo que debía ser la salud mental, dijo Bruschtein.

Ahora se trata de solidarizarse frente a esta injusticia y reclamar a este gobierno, que avanza hacia la destrucción de todo lo construido en los últimos doce años.

Siguen los despidos

Otro caso simbólico en el poco más de un mes que va de gobierno del derechista Mauricio Macri es que fue despedida intempestivamente María Coronel, la única empleada en la Escuelita de Famaillá en Tucumán, que fue el primer centro clandestino de detención utilizado por la última dictadura y convertido en un espacio para la memoria en el marco de la política de Derechos Humanos de Fernández de Kirchner. Me acaba de llegar la carta de despido de la Escuelita de Famaillá, sin aviso previo, sin averiguar qué funciones cumplía. Seguramente la misma carta le llegó a compañeros con las mismas funciones en otros sitios, que quedan en la calle de la noche a la mañana como están quedando miles en el país, denunció Coronel en su Facebook.

María Coronel es hija de desaparecidos y conocida por su lucha por la justicia en la provincia de Tucumán.

Los sitios de memoria no son un puesto de trabajo, son lucha de años y vamos a seguir sosteniéndolos como sea, a nosotros no nos van a desaparecer, sostuvo y al solidarizarse con los trabajadores que se están quedando sin empleo advirtió que hay que unirse para impedir que sigan avanzando.

También se registraron nuevos despidos en varios centros clandestinos de detención en esta capital.

El nombramiento en Derechos Humanos de Claudio Avruj, que estuvo en la dirección de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, ligada a la más dura derecha israelí, está teniendo consecuencias muy graves, que han denunciado los organismos en los últimos días. 


vìa:
 http://www.jornada.unam.mx/2016/01/20/mundo/019n2mun

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