domingo, 6 de septiembre de 2015
Argentina: Un año sin Melina y sin justicia...la vaca
El reloj de la violencia marca que cada 30 horas un hombre asesina a una mujer y la cuenta sigue cuando, de pronto, llega un mensaje de texto de Ana María, la mamá de Melina Romero, recordando que este domingo sería el cumpleaños número 18 de su hija y que, al mismo tiempo, se cumple un año de su desaparición y muerte.
Ana María Martínez, acompañada por uno de sus hijos. Foto: Lina Etchesuri
Melina desapareció el día que cumplía 17 años, 23 de agosto del 2014, cuando salió a festejarlo al boliche Chankanab de San Martín y finalmente, un mes después, fue encontrada muerta, abusada y golpeada, adentro de una bolsa de residuos.
No hay ningún detenido en la causa que investiga el crimen y tampoco ninguna prueba contundente que tienda a aclararlo.
Con la excusa de su cumpleaños, su madre eligió recordarla en una charla en MU. Punto de Encuentro que repasó la investigación, clamó por justicia y porque no haya ni una chica menos.
Los nadies
Si bien la desaparición de Melina Romero motivó horas de bombardeo televisivo, una vez apagados los flashes la investigación sobre su muerte se pinchó. Los dos sospechosos fueron presos en octubre del año pasado pero ya en diciembre quedaron libres por falta de mérito. Y empezaron las dudas sobre los peritajes hechos, los que faltaban hacer y lo que nunca se hizo. “Me están tomando el pelo”, dijo en MU Ana sobre jueces y fiscales.
Acompañada por uno de sus hijos, hermano de Melina, Ana María Martínez viajó desde El Palomar –donde vive la familia Romero– hasta Mu.Punto de Encuentro para “pedir con todas las voces posibles que se haga justicia” y detalló: “Si hubiese sido la hija de un juez o un fiscal, quizá ya habría alguien preso. Pero como era Melina Romero, o sea nadie, no pasa nada”.
La teoría de los nadies se extiende a aquellas casos en que los afectados son los que menos tienen: sus causas llamativamente se congelan en los tribunales y, salvo excepciones, el tiempo pasa sin novedades. “Hace 20 días fui a hablar con el secretario del fiscal, que le echa la culpa a la morgue”, dice Ana. La otra característica de estas causas es que se empieza a sembrar dudas sobre lo que parecía concreto: “La nota de muerte de la morgue data del 25 de agosto del 2014”, dice Ana María, cuando el cuerpo de Melina fue encontrado, supuestamente, un mes después de esa fecha. Y otra: “La bolsa de residuos en la que estaba metido el cuerpo parecía nueva, no como si hubiese estado un mes ahí”.
Lo imborrable
Las dudas se transformaron en planteos de la defensa representada por Marcelo Biondi, el abogado de la familia, pero la causa se mantiene aún en el plano de la investigación. Mientras tanto, Ana María se mete adentro de la bolsa: “Cuando la vi no tenía rostro: estaba desfigurada y en estado de putrefacción. No tenía cara”.
Ana relata sin asco lo que quiere compartir para dejar de cargar ella sola con la imagen, y graficar sin hipocresía lo que significa decir Ni una menos. “No tenía vestimenta: tenía sus zapatillas y una medalla que yo le regalé”, sigue. “Murió por traumatismo de cráneo causado, se ve, con un elemento contundente, más las trompadas de hombres. Pero cuando la tiraron estaba viva, porque tenía una bolsa de supermercado en la cabeza. Tenía mordedura de roedores”. La autopsia lo confirma: Melina murió por “sofocamiento” cerca de la fecha en que desapareció.
La investigación imposible
¿Qué se está investigando todavía, a un año del hecho? “Los hisopados que hicieron se perdieron todos. No entregaron el perito toxicológico”, cuenta Ana. Los argumentos de la fiscalía son que las muestras tomadas del cuerpo no sirvieron “por la impureza de los reactivos”. La familia sospecha que no hubo meticulosidad en la realización de la técnica.
La abogada Verónica Heredia, representante de la familia del joven desaparecido Iván Torres, apoyó esta teoría en la charla, planteando que la justicia no sabe investigar. “La investigación de los hechos la hace la policía. ¿Qué pasa cuando la policía está involucrada en el delito? Los fiscales no saben investigar, los jueces tampoco, y todos los casos en que trae la prueba la policía quedan con total impunidad porque el sistema no está preparado. Si no se rompe esta lógica, no hay investigación posible”.
Ana María cerró: “Hoy me hago presente para hacer un recuerdo y pedir con todas las voces posibles que se haga justicia. Y que no vuelva a pasar. Es una situación vergonzosa y aterradora. No puede ser que sigan apareciendo cuerpos: algunos no se han encontrado, de otros sus causas van a archivo. Yo considero que se tiene que seguir trabajando más. No solamente por la causa de mi hija, sino que se haga justicia para todas las mujeres. Que los femicidas no puedan estar en la calle deambulando como si nada...."
vía:
http://www.lavaca.org/notas/un-ano-sin-melina-y-sin-justicia/
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