sábado, 4 de abril de 2015
Ecología-Nuestra América: Las amenazas al pulmón verde del planeta....La Jornada Ecológica
Las amenazas al pulmón verde del planeta
El bioma amazónico se extiende por casi 7 millones de kilómetros cuadrados a través de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y la Guayana Francesa. Es el mayor bosque tropical húmedo continuo que queda en el planeta.
La idea de una Amazonia aislada y protegida ya no es válido, pues la región se considera la frontera para la explotación de los recursos naturales. El bioma está cada vez más amenazado por la tala, la ganadería, la agricultura, la infraestructura, la minería y la deforestación. Los efectos negativos de estas actividades, junto con la mala planificación y una gobernanza débil se ven agravados por el impacto del cambio climático.
La importancia del sistema de áreas protegidas en la región reside en garantizar la conservación de la biodiversidad, controlar la deforestación y mantener la prestación de servicios ecológicos esenciales, incluyendo los sistemas hídricos, la mitigación del cambio climático y la riqueza social y cultural en beneficio de quienes viven en esa región y en otras regiones contiguas.
En todo el bioma amazónico se han creado unas 400 áreas protegidas, lo que representa unos 160 millones de hectáreas oficialmente protegidas. Pero todavía se necesita garantizar que los diferentes tipos de ecosistemas estén representados y protegidos. Urge un enorme esfuerzo para abordar de manera efectiva los problemas sociales y ambientales de esa gigantesca extensión. Sin olvidar las acciones que permitan incluir los sistemas de áreas protegidas como parte de las políticas públicas de los nueve países citados.
A juicio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés y con un panda como distintivo), a medida que las tendencias de destrucción de hábitats interactúan con el cambio climático, la principal preocupación es que la Amazonia quede atrapada en una serie de “retroalimentaciones negativas” que podrían acelerar el ritmo de la pérdida y degradación forestal de manera dramática y llevar al bioma amazónico a un punto sin regreso. Este límite, denominado también punto de inflexión, puede ocurrir cuando los bosques amazónicos mueran y sean reemplazados progresivamente por maleza inflamable y sabana (punto de inflexión ecológico), y las precipitaciones sean inhibidas a una escala regional (punto de inflexión climático).
Para la WWF, la sustitución de bosques por vegetación semiárida y de sabana causada por el clima y la deforestación han sido denominados la “muerte repentina” de los bosques amazónicos (Cox et al., 2000, Cox et al., 2004; Nobre et al., 1991; Oyama y Nobre, 2003). Mientras que aún existe un debate entre los científicos sobre este concepto, algunos modelos de vegetación simulados en escenarios de cambio climático predicen que tal “muerte repentina” podría ocurrir a finales de este siglo.
Sin embargo, para algunos científicos (Nepstad, 2008), tal margen de tiempo puede ser optimista, ya que estos modelos no tienen en cuenta el cambio en el uso de la tierra o los efectos sinérgicos de la deforestación y el cambio climático regional. Si se tomaran en cuenta estos factores, podríamos enfrentar un panorama nefasto en el que las tendencias actuales en ganadería, agricultura, expansión de la tala, incendios y sequías podrían destruir o dañar severamente 55 por ciento del bosque amazónico para el año 2030 (Nepstad, 2008).
vía:
http://www.jornada.unam.mx/2015/03/30/eco-e.html
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