Pocas veces tenemos la
oportunidad de ver con tanta claridad los entretelones del sistema de
corrupción estructural que tiene postrada a la nación. Los cobardes
asesinatos de Norma Angélica Bruno, en Iguala, y de Antonio Zambrano, en
Seattle, constituyen la contracara de las insultantes fortunas de
importantes políticos mexicanos en Nueva York y Suiza. Y mientras Raúl
Salinas, La Tuta y Sandra Ávila Beltrán hoy se pasean por las
calles con toda tranquilidad, luchadores sociales, como Nestora Salgado,
José Manuel Mireles y Mario Luna, están encerrados en la cárcel en
condiciones de extrema precariedad.
Somos malgobernados por un grupo de autoridades neofeudales priístas
que no conocen límites. Las fortunas y las mansiones de los políticos
mexicanos han sido extraídas con sangre de un pueblo mexicano empujado
hacia la miseria, donde por lo menos 50 millones no pueden satisfacer
sus necesidades básicas. Y nos encontramos en medio de un proceso de integraciónnorteamericana en que los vecinos del norte reciben a los corruptos con los brazos abiertos pero pisotean con saña a los mexicanos más dignos.
Llama la atención que los reportajes recientes del New York Times y Le Monde señalan a figuras relacionadas directamente con los dos proyectos estrella del sexenio actual: el Pacto por México y la contrarreforma energética. De acuerdo con el rotativo estadunidense, el antiguo coordinador ejecutivo del Pacto por México, José Murat, cuenta con propiedades millonarias en los Estados Unidos. Y de acuerdo con el rotativo francés, dos de los principales promotores de la reforma energética, Luis Téllez y Alfredo Elías Ayub, tienen cuentas millonarias en Suiza.
Otro dato importante es que los mecanismos de triangulación financiera que la familia Murat según el reportaje del New York Times utilizaría para encubrir sus propiedades son similares a las estrategias utilizadas por Peña Nieto y su equipo jurídico, encabezado por Jesús Murillo Karam, para financiar las tarjetas Monex y Soriana durante la campaña de 2012. En ambos casos se crearon empresas fantasmas con el fin de esconder las verdades identidades de los dueños o patrocinadores. Las empresas Nivea Management, Himo Limited, XILA Company y LOMA AEAI, de los Murat, tendrían la misma función que Comercializadora Efra, Grupo Comercial Inizzio y Comercializadora Atama, utilizadas por Enrique Peña Nieto.
Este tipo de estrategias también son utilizadas para lavar dinero. Se crean empresas fantasmas que tendrían una actividad supuestamente lícita, como un restaurante, un cine o un salón de fiestas, con el fin de justificar el ingreso de recursos multimillonarios de personajes anónimos e inidentificables. Así es más difícil para la autoridad encontrar o confiscar las cuentas de los criminales, ya que a primera vista dan la impresión de pertenecer a empresarios honestos.
El reportaje de Le Monde coloca a Carlos Hank Rhon, integrante clave del Grupo Atlacomulco que llegó al poder con Peña Nieto, en el primer lugar de la lista de mexicanos clientes de HSBC en Suiza con cuentas que sumarían 157 millones de dólares. También aparece en la lista Eugenio Ebrard, hermano de Marcelo Ebrard y antiguo vicepresidente de Walmart México.
Recordemos cómo hace apenas dos años el New York Times también reveló la extensa participación de Walmart en la extorsión y corrupción de autoridades en el país y en particular en el estado de México. También es importante recordar que Ebrard y el senador Armando Ríos Piter fueron los dos principales impulsores de la candidatura de Aguirre para la gubernatura de Guerrero en 2011.
Solamente el observador más ingenuo podría imaginar que los asesinatos, las corruptelas y las fortunas mexicanas hoy exhibidas frente al mundo entero sean simples casos aislados. Al contrario, hoy nos encontramos frente a una síntesis macabra entre el
viejoy el
nuevoPRI, y entre los supuestos
tecnócratasy los
dinosauriosde antaño, que ha generado una perversión institucional nunca visto en el país.
El presidente de la Concanaco ha proclamado que no permitirá a los padres de familia de los estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa entrar a los cuarteles militares porque implicaría
meterse a las entrañas de la sociedad mexicana, la parte más íntima de nuestro ser. Pero los ciudadanos conscientes sabemos que la verdadera violación a nuestra humanidad no viene de parte de los dignos luchadores sociales de Guerrero, sino de parte del sadismo saqueador amparado en el poder público que hoy goza de cabal salud. Urge poner límites al poder.
www.johnackerman.blogspot.com
Twitter: @JohnMAckerman
vía:
http://www.jornada.unam.mx/2015/02/17/opinion/018a2pol
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