Diariamente conocemos casos de abuso de poder de las farmacéuticas que se aprovechan de su monopolio para generar desorbitados beneficios a costa de la salud de millones de personas. Médicos sin fronteras pide a estas empresas que reduzcan considerablemente el precio de la vacuna que protege a los niños del neumococo.
Deben existir traumas infantiles o
antiguos rencores que justifiquen la actitud de las farmacéuticas que,
frente a las enfermedades que asolan el mundo, sólo ven beneficios
billonarios para aumentar -aún más- sus fortunas. Es escandaloso la
forma de inflar los precios de los medicamentos que
tienen estas multinacionales que saben aprovecharse perfectamente del
monopolio que controlan y sacar el máximo beneficio de ello.
La ONG Médicos Sin Fronteras
-MSF- publicó este mes de enero un informe sobre los precios de las
medicinas en los diferentes países del mundo, defendiendo y apoyando una
vacunación sin fronteras. A partir de este informe, MSF pide
públicamente a las compañías farmacéuticas GSK -GlaxoSmithKline- y
Pfizer la reducción del precio de la vacuna antineumocócica a 5 dólares por niño en los países más pobres.
La vacuna contra el neumococo sirve para proteger a los niños más pequeños
de la enfermedad neumocócica, una dolencia que se lleva la vida de casi
un millón de niños al año. Existen más de 90 tipos de bacterias
neumocócicas y la vacuna comercializada -conocida como PCV13- protege
contra las 13 más peligrosas.
El informe de MSF dice que el precio actual de la vacuna antineumocócica en los países en desarrollo es hasta 68 veces más elevado
que en el año 2001, por lo que, lógicamente, muchos países no pueden
pagar el desorbitado precio de este fármaco. Por ello, la ONG pide a GSK
y Pfizer aplicar la lógica y reducir el precio de la vacuna a 5 dólares por niño, incluyendo las tres dósis necesarias.
El director de política y análisis de la campaña de acceso a medicamentos de MSF, Rohit Malpani, argumenta que la subida desmesurada del precio de la vacuna se debe principalmente a “un
puñado de grandes empresas farmacéuticas que están aumentando los
precios de la vacuna en los países en desarrollo, cuando esa vacuna ya
genera billones de dólares en los países ricos“.
Desde su lanzamiento, la vacuna contra el neumococo ha generado unos beneficios de más de 19 mil millones de dólares en ventas, por lo que Malpani considera que “es
hora de que GSK y Pfizer pongan de su parte para hacer las vacunas más
accesibles para los países a largo plazo, ya que los descuentos que
estás empresas están ofreciendo hoy en día no son suficientemente buenas“.
La ONG denuncia el secreto y la opacidad
que envuelve las negociaciones sobre el precio de los medicamentos que
llevan a cabo los estados con las farmacéuticas. Las prácticas
-puramente mafiosas- que realizan estas empresas deberían ser limitadas
por los estados, pero en lugar de eso, muchos de ellos se convierten en
cómplices del delito contra la salud pública.
Kate Elder, asesor en
la campaña de acceso a medicamentos de MSF, urge a priorizar la salud
pública frente al uso de los países pobres para hacer negocio con los medicamentos con el objetivo último de aumentar los beneficios empresariales a costa de las vidas de los más vulnerables.
Es rocambolesco y gigantescamente absurdo, que en países como Francia se pague menos por la vacuna que en Túnez o Marruecos, entre otros estados. “Debido
a los costos astronómicos de las nuevas vacunas, muchos gobiernos se
enfrentan a la dificil decisión de escoger de qué enfermedades mortales
protegerán a sus hijos“, denuncia Elder Kate.
Marta Úbeda
El Ciudadano
http://www.elciudadano.cl/2015/01/21/140715/que-problema-tienen-las-farmaceuticas-con-el-resto-de-la-humanidad/
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