Marco Antonio Moreno
La inesperada contracción en el PIB trimestral de Japón muestra que
el fracaso de las políticas monetarias no es algo exclusivo de Europa. El país del sol naciente ha vuelto a entrar en recesión (una
vez más) echando por tierra los planes de recuperación que se urdían en
torno a las propuestas de Shinzo Abe, el Primer Ministro nipón que se alzó hace dos años prometiendo
un cambio radical en las políticas económicas asegurando que sacaría al
país de sus dos décadas de mala racha. La estrategia poco ortodoxa de
disciplina fiscal y flexibilización cuantitativa era mirada con interés
por Europa dado que podía convertirse en la hoja de ruta para los países
europeos que buscan subir impuestos para escapar a la pandemia de los
desequilibrios fiscales. Sin embargo, la fórmula de aumentar los
impuestos e inyectar dinero a la banca ha fracasado al no lograr
impulsar una recuperación significativa. Esto ha generado más
incertidumbre en las economías europeas que se quedan ahora sin un
modelo a seguir. Queda claro que la inyección de dinero de los bancos centrales no es una práctica que genere impulso económico dado que solo aumenta la desigualdad porque ese dinero llega a los banqueros y a los más ricos.
La economía de Japón se contrajo un 1,6 por ciento en el tercer
trimestre, iniciando la cuarta recesión desde 2008. La cifra sorprendió
porque fue mucho peor a todas las previsiones y acentuó la desastrosa
contracción del trimestre anterior cuando la economía se desplomó -7,3
por ciento. Se especula que Shinzo Abe, que asumió el poder hace dos
años con la promesa de sacar a Japón del letargo económico, llamará a
elecciones anticipadas.
La situación de Japón interesa porque la economía nipona sigue siendo
la tercera más grande del mundo, después de Estados Unidos y China, y
se esperaba que las propuestas de abenomics (llamadas así por el
entusiasmo económico con que Shinzo Abe inició su mandado hace dos años)
proporcionaran una luz de ideas que iluminaría la oscuridad de la
economía mundial. Sin embargo el plan fracasó porque el aumento de
impuestos en plena crisis nunca ha sido una buena idea.
Una receta de corto alcance
La idea detrás de Abenomics para impulsar la economía era con
estímulos masivos del Banco de Japón y un programa de reformas
estructurales del gobierno. Se pretendía mejorar los salarios y
disminuir el valor del yen con una portentosa guerra de divisas para
mejorar la competitividad nipona en los mercados mundiales. La receta
resultó en los primeros meses de 2013 mientras los precios de las
acciones se dispararon.
La agresividad de las propuestas de Shinzo Abe acusa
fatiga y la recuperación económica ha perdido impulso. El resultado es
que el potencial real de la economía no ha mejorado, como tampoco ha
mejorado el bienestar de la familia japonesa promedio. Tampoco han
avanzado los salarios, mientras que los precios han aumentado.
Si algo confirma la situación actual de Japón, es el nulo efecto que
tienen las políticas de los bancos centrales para impulsar la economía. A
pesar del torrente de dinero inyectado al sistema financiero la
economía de Japón sigue en la senda del estancamiento dada la brutal
desconexión que existe entre el sistema financiero y la economía real.
Lo de Japón es un claro antecedente de lo que espera a Europa, que ha
dejado la resolución de la crisis en manos de los banqueros centrales.
La fatiga de estas políticas y su erosíón en los engranajes de la
economía productiva comienza a verse también en Estados Unidos.
Dejar la tarea de la crisis a un sistema financiero que cohabita con
la corrupción y la banca en la sombra solo ha alimentado el
estancamiento de larga data. La lección es que ningún plan de políticas
monetarias puede funcionar si no se aplican antes profundas reformas al
sistema financiero. La experiencia de Japón obligará a los líderes
europeos a acelerar las reformas al sistema financiero (debe servir a la
economía real y no servirse a sí mismo), si es que no desean que Europa
siga nuevamente la senda de Japón, con dos décadas perdidas.
El Blog Salmón
vía:
http://www.attac.es/2014/12/09/pese-a-los-torrentes-de-dinero-de-su-banco-central-japon-entra-en-una-nueva-recesion/
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