La caída del 35 por ciento en el precio del petróleo en los últimos
cinco meses es, sin duda, el mejor regalo navideño para muchos
habitantes del planeta. Sin embargo, lo que oculta la caída en el precio
del petróleo no es motivo de regocijo. Este descenso nos muestra la velocidad en que el gasto del consumidor está cayendo,
con el tsunami financiero que conlleva la escalada de liquidaciones así
como la desesperada situación de los países productores de crudo que
ven cómo un tercio de su principal fuente de ingresos se ha desvanecido.
La Organización de Países Productores de Petróleo, OPEP, el cartel
petrolero responsable del 30 por ciento de la producción mundial de
petróleo, decidió ayer no reducir la producción a pesar del exceso de
oferta, una decisión que pondrá más presión a la baja sobre los precios.
La producción de la OPEP se mantendrá en 30 millones de barriles
diarios hasta junio de 2015 y solo en la reunión que se celebrará en
Viena el 5 de junio decidirá si aplica un recorte en la producción.
Ahora comenzamos a ver el duro golpe que ha provocado el
desvanecimiento del milagro exportador chino y cómo el descenso de su
demanda de recursos retroalimenta el ciclo recesivo. Al mismo tiempo,
este año y merced a los caprichos del fracking, Estados Unidos ha
llegado a su mínimo en 30 años de las importaciones de petróleo de la
OPEP. La asfixia se hace sentir de lleno en las redes del sistema
financiero que sufre la amenaza de un desplome sin control del esquema
ponzi de los precios futuros.
Bajo el cáncer de la deflación
No existe un ciclo de sobreinversión tan prolongado que amenace la
estabilidad financiera como la contracción que hoy sufre el precio del
petróleo. Préstamos que ya son incobrables se hacen aún más incobrables
con el verdadero cáncer de la deflación. Las consecuencias más graves
llegan a los países productores de petróleo cuya estabilidad
presupuestaria depende de los ingresos procedentes de sus exportaciones
de crudo. El rublo ruso ha perdido un 27 por ciento de su valor desde
junio, la corona noruega ha perdido un 12 por ciento mientras el naira
nigeriano está en un mínimo histórico.
También el valor de la empresas petroleras ha caído en picada y las
acciones de British Petroleum han descendido un 17 por ciento, las de
Chevron un 12 por ciento y las de Seadrill (el mayor propietario de
plataformas petroleras del mundo) ha perdido un 23 por ciento.
Las pérdidas también ponen a la banca bajo presión y Barclays, Wells y
UBS han comenzado a vender sus participaciones accionarias a 60
centavos por dólar asumiendo una pérdida del 40 por ciento. Aún así se
estima que la banca no podrá reliquidar todos sus activos y deberá
absorber pérdidas cuantiosas sobre montos de varios miles de millones de
dólares. El esquema ponzi de los precios futuros que apostó siempre por
el consumo creciente de petróleo que ayudaría a mantener los precios
elevados, choca hoy con la brutal realidad y abre un nuevo foco de
conflicto en la mayor crisis económica de los últimos cien años.
El Blog Salmóm
vía:
http://www.attac.es/2014/12/04/caida-en-el-precio-del-petroleo-deja-al-descubierto-la-grave-situacion-de-la-economia-mundial/
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