RODRIGO RATO, ALIAS RR
Rodrigo Rato llegó a a dirigir el FMI en
el año 2004, apoyado entusiastamente por el socialista Luis Rodríguez
Zapatero, presidente del gobierno español. Zapatero lo apoyó para
sacárselo de encima, aún cuando José María Aznar ya le había hecho la
cruz a RR como su posible sucesor en un gobierno de derechas. Se lo
propuso dos veces y dos veces Rato rechazó el ofrecimiento. Cuando
finalmente se decidió, Aznar había recurrido a Mariano Rajoy y este le
había ganado la mano.
La brillante carrera de RR hizo pues un
desvío hacia Washington, en donde dirigió el FMI desde el 7 de junio de
2004 al 1 de noviembre de 2007. Viendo que había posibilidades de
hacerse con el gobierno de España, Rato renunció y regresó a Madrid.
Según la prensa, “…lo que para la mayoría, incluido el Gobierno español,
fue un enorme chasco, esto es que Rato dimitiera como director del FMI
tras solo tres de los cinco años de mandato, en 2007, para los ratistas
fue un momento de euforia.” Algo así como el regreso del Jedi.
En todo caso RR anunció que lo que
quería era ganar plata, y puso manos a la obra volviendo a la banca
privada. Hasta ahí… ¿todo bien? En el año 2009, luego de algunas
escaramuzas internas en el PP –partido heredero del franquismo– Rato se
hizo con el poder en Caja Madrid y luego en Bankia, uno de los grandes
bancos españoles. De paso fijó su propio sueldo en 2 millones 400 mil
euros: tan excelente banquero no podía recibir un salario “reguleque”.
RR volvió a ser alguien con quién había
que contar para las grandes decisiones. Sin embargo, a la cabeza de
Bankia presidió su penoso y opaco hundimiento. Al banquero del mundo la
tarea le quedó grande. Bankia acumuló tantas pérdidas que tuvo que ser
nacionalizado: quienes pagaron la borrachera bancaria fueron los
ciudadanos españoles de a pie.
Rodrigo Rato, el tipo de fulano que ponen en el trono del FMI para darle lecciones a los países rascas.
Pero el cuento no termina ahí. El 7 de
mayo de 2012 el hasta entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato,
presentó su renuncia por “estimar que es lo más conveniente para esta
entidad”, y declaró muy suelto de cuerpo que dejaba “una entidad
sólida”. Tan sólida que hubo que inyectarle 22 mil 424 millones de euros
para salvarla.
Entretanto, el mísero salario de Rodrigo
Rato –sólo 2 millones 400 mil euros anuales por hundir el banco– le
llevó a utilizar una tarjeta corporativa para pagar algunos gastos
menudos: alcohol, regalos, fiestas, restaurantes… y de paso sacar dinero
en efectivo.
Por ejemplo, 3.547 euros el 27 de marzo
de 2011 bajo el concepto “Venta bebidas alcohólicas”. O bien 2.500 euros
en una tienda el 11 de diciembre de 2010, y casi 1.500 euros en un
billete de avión el 4 de septiembre de 2011. O un cargo por más de 2.000
euros en un viaje a esquiar el 3 de abril de 2010. En esa época, se
gastó más de 1.300 euros en una tienda de lámparas de diseño del
madrileño barrio de Salamanca y más de 800 euros en una marisquería. Los
retiros en cajeros automáticos tampoco estaban nada mal: unos 17 mil
euros extraídos de mil en mil durante su presidencia de Bankia. Y otros
gastillos menores, discotecas, taxis, cosillas varias.
Como Rodrigo Rato, ex vicepresidente del
gobierno español y ex director gerente del FMI, es español y vive en
España –no en Chile– no hubo ni impunidad ni ‘justicia en la medida de
lo posible’. Ahora está procesado, y pagó una millonaria fianza para no
ir directamente a chirona. Los directores que le acompañaban en el
saqueo, y que se gastaron cada uno medio millón de euros del dinero del
banco, también están procesados.
La Universidad de Alicante, que le había
acordado un doctorado “honoris causa”, se vio obligada a retirárselo…
Ese es el peligro con los “honoris causa” inmerecidos, un día te los
dan, otro día te los quitan.
El Partido Popular (hermanado con RN y
la DC) decidió expulsar a Rodrigo Rato y a otros doce militantes
abusadores de tarjetas bancarias institucionales.
DOMINIQUE STRAUSS-KAHN, ALIAS DSK
Cuando Rodrigo Rato dimitió de la
dirección del FMI, su sucesor fue el socialista francés Dominique
Strauss-Kahn, apoyado entusiastamente por el derechista Nicolas Sarzozy,
presidente de la República francesa.
Sarkozy necesitaba sacárselo de encima
porque DSK era EL candidato que le disputaría la presidencia al terminar
su mandato. Que DSK sería presidente era una suerte de secreto a voces,
la elección ya estaba ganada de antemano. Para empezar, en el seno del
partido socialista francés, en donde ‘Dominique’ era la rock-star
indiscutida.
DSK asumió pues la gerencia del FMI, y a
muy poco andar se metió en un lío con una subordinada a la que, luego
de someterla a un derecho de pernada, despidió como un preservativo
usado. El escándalo fue acallado por el FMI, que recibió las disculpas
de su flamante director gerente.
Sin embargo, mientras sus secuaces le
hacían una muy notable campaña en Francia, DSK se hacía traer
prostitutas de alto vuelo al FMI, acompañadas de dos altos cargos de la
policía francesa y de algún empresario. No contento con lo que más tarde
daría lugar en Francia a un proceso por “proxenetismo agravado en banda
organizada”, DSK aprovechó su pasó por un hotel de New York para
violentar a una mucama que venía a limpiar su habitación.
La policía de New York le sacó de la
lujosa Primera Clase del vuelo que le llevaría a París, y lo condujo
esposado a un lugar de detención. Un año –y dos o tres millones de
dólares de indemnización más tarde– DSK se liberó de la acusación de la
mucama.
Pero como DSK, ex ministro de Finanzas y
ex director gerente del FMI, es francés y vive en Francia –no en Chile–
no hubo ni impunidad ni ‘justicia en la medida de lo posible’, y
enfrenta un proceso que aun perdura por “proxenetismo agravado en banda
organizada”.
Para ganar algún dinerín haciendo uso de
sus talentos profesionales, DSK creó una consultora financiera junto a
Thierry Leyne, un asociado providencial, sociedad que llamaron LSK, por
Leyne, Strauss-Kahn & partners. Como era de esperar, la consultora
fue creada en Luxemburgo, EL paraíso fiscal de la Unión Europea.
Pero se ve que el dios Mercurio –dios de
los mercaderes y los ladrones– no está con DSK: a poco andar su socio
Thierry Leyne se suicidó y la situación financiera de la empresa se
degradó a tal punto que su presidente, DSK, dimitió.
Hace unos días, el 5 de noviembre, la
consultora LSK se declaró en cesación de pagos, como una concesionaria
del Transantiago cualquiera. La explicación fue simple: el socio
suicidado habría cometido algunas indelicadezas con el billete… y tú ya
sabes, pasa lo que pasa.
Dominique Strauss-Kahn, el tipo de
fulano que ponen en el trono del FMI para darle lecciones a los países
rascas, estuvo en el cargo desde el 1 de noviembre de 2007, hasta el 18
de mayo de 2011, fecha en la que renunció por los motivos ya expuestos.
CHRISTINE LAGARDE
Como Dominique Strauss-Kahn, su sucesora
a la cabeza del FMI también había sido ministro de finanzas de Francia.
Pero no es economista –un punto a su favor– sino abogado.
Nicolas Sarkozy, quién la puso a cargo
de las finanzas francesas, solía decir: “Lo único que Christine hace
bien es hablar inglés”. Antes de entrar en política, Christine trabajó
durante años en un bufete de abogados de negocios en New York.
Parte del legado de Christine Lagarde y
Nicolas Sarkozy consiste en un aumento de la deuda pública de 600 mil
millones de euros, incremento que fue acompañado en su día por una
fuerte baja de los impuestos que pagaban los más ricos. Pecata minuta.
Mientras era ministro de finanzas,
Christine Lagarde tuvo que intervenir en un diferendo entre el Estado y
Bernard Tapie, un rufián dedicado a los negocios, uno de esos
filibusteros de las finanzas que fascinaban al presidente François
Mitterrand a tal punto que lo nombró ministro durante su segundo
mandato.
Bernard Tapie salió directamente de su
ministerio a la cárcel, porque en su calidad de propietario del
Olympique de Marsella (OM), popular club de fútbol galo, había comprado
árbitros, jugadores adversos, dirigentes y partidos para ganar una Copa
europea.
El caso es que mientras estaba en cana y
su imperio se hundía, un banco vendió una de sus joyas, la empresa
Adidas, y Bernard Tapie estimó haber sido estafado. Así como lo lees.
La justicia no le dio la razón, pero
como la fidelidad política de Bernard Tapie se ejerce a título oneroso y
en las últimas elecciones había apoyado a Nicolas Sarkozy, le cobró el
favor.
De ese modo Christine Lagarde, en su
calidad de ministro de Finanzas, aprobó la creación de una comisión de
arbitraje que pasó por encima de la justicia, acordándole a Bernard
Tapie una reparación superior a los 400 millones de euros (520 millones
de dólares), la mayor parte de la cual estaba destinada a reparar
“perjuicios morales” (sic).
HASTA AHÍ… ¿TODO BIEN? CHRISTINE LAGARDE SE FUE AL FMI.
Pero como Christine Lagarde, ex ministro
de Finanzas de Francia y ex directora gerente del FMI, es francesa y
vive en Francia –no en Chile– no hubo ni impunidad ni ‘justicia en la
medida de lo posible’: la justicia francesa descubrió que la comisión de
arbitraje estaba integrada por algún esbirro de Bernard Tapie, y que la
famosa “reparación” de 400 millones de euros había sido una estafa.
El domicilio parisino de doña Christine
Lagarde fue allanado, y la directora gerente del FMI fue inculpada
“sólo” por negligencia, pero inculpada al fin y al cabo en un proceso
por daño al erario público, y su suerte depende del silencio de algún ex
colaborador.
Christine Lagarde, el tipo de fulana que
ponen en el trono del FMI para darles lecciones a los países rascas,
rehúsa dimitir de su cargo en el FMI.
Cuando en la TV veas a los “expertos”
financieros que vienen a comentar la importancia del agua en la
navegación, pregúntate por qué no mencionan estos hechos. Ellos, que se
llenan la boca con los “mercaos…” y las previsiones del FMI. La pregunta
conlleva la respuesta.
Luis Casado
Politika – El Ciudadano
Politika – El Ciudadano
http://www.elciudadano.cl/2014/11/09/125207/los-rufianes-del-fmi/
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