La declaratoria fue aprobada con el solitario voto en contra del representante del Ministerio de Defensa, coronel de Ejército Eduardo Villalón, quien fue “relevado” de su cargo este jueves, luego de que asumiera en mayo de 2012. Sin embargo, a todos les
“…queda la duda de si Villalón actuó por cuenta propia, como
un loco de atar, o si por algún motivo creía representar el sentir del
Ministerio, o -más probable aun- del Ejército, que se opone abiertamente
a la medida”
Los expositores, a nombre de las organizaciones de Derechos Humanos
patrocinantes de la petición, fueron el periodista Javier Rebolledo,
investigador de temas de derechos humanos; el arquitecto Miguel Lawner,
ex preso político, y Ana Becerra, ex presa y torturada en Santo Domingo a
los 17 años de edad.
Para sorpresa de todos, las preguntas del coronel Villalón a los expositores no fueron sobre el tema en debate. A Rebolledo y Lawner les preguntó lo mismo: “A usted, ¿quién le paga?”. Y a la ex presa política la descalificó como “cualquier persona”, sin méritos para estar allí.
Con su celular se dedicó además a tomarle fotografías a Rebolledo,
quien es objeto constante de amenazas por sus acuciosas investigaciones
sobre las atrocidades de la dictadura.
Según fuentes, durante la reunión a puertas cerradas del Consejo,
Villalón se dedicó a cuestionar todo el procedimiento y a desconocer la
veracidad de los numerosos testimonios y documentos acerca de lo
ocurrido en Rocas de Santo Domingo y en el cercano regimiento de Tejas
Verdes, comandados ambos por Manuel Contreras, el sicario de Pinochet.
Villalón acusó además a los miembros del Consejo de haber
organizado una especie de encerrona, en referencia a las familias de las
víctimas del Ejército apostadas fuera del recinto en apoyo a la
declaratoria.
El coronel fue criticado por los miembros del Consejo, por su
insolencia frente a los invitados y por negar hechos establecidos en
documentos judiciales e históricos. Una evidencia del numerito de
Villalón -y con él, el de su jefe nominal, el ministro de Defensa, Jorge
Burgos- es que entre los más duros críticos estuvo nada menos que Diego Matte, director del Museo Histórico Nacional, y vinculado a la UDI.
El Ejército desmanteló subrepticiamente el año pasado las antiguas
cabañas de veraneo construidas por el Gobierno de Salvador Allende para
los trabajadores chilenos, que en septiembre de 1973 fueron ocupadas por
el Ejército, el que se convirtió en propietario luego de que en 1990 se
blanquearan los numerosos predios usurpados por los militares. Tras la
formación de la DINA, el recinto sirvió de colonia de vacaciones para
los represores y sus familias.
Según la declaratoria de Monumento Histórico, el Ejército debe ahora
recuperar y devolver los materiales de las cabañas, pues los ex presos
se proponen reconstruir parte del campamento para convertirlo en museo
de la memoria. El Ejército, en un memorándum, se opuso a la medida
señalando que el terreno iba a ser vendido para financiar viviendas de
personal militar en Porvenir.
*Fuente: El Ciudadano
vía:
http://piensachile.com/2014/11/escandalo-coronel-del-ejercito-insulta-y-amenaza-en-sesion-del-consejo-de-monumentos-nacionales/
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