En la reunión del Consejo Político del ALBA (Alternativa Bolivariana
para América Latina y el Caribe) que culminó el martes 10 en Caracas, el
ministro del Interior y Justicia de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres,
presentó pruebas sobre el intento de derrocamiento violento y
magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro por parte de sectores de
la oposición venezolana, así como sobre la injerencia directa de Estados
Unidos en todo este proceso que, según reveló, comenzó a gestarse en
2010.
Con anterioridad, el 28 de mayo, el alto mando bolivariano había
exhibido pruebas que implicaban a los dirigentes opositores María Corina
Machado, Pedro Burelli, Diego Arria y Ricardo Koesling en los planes de
magnicidio, conjuntamente con funcionarios del gobierno norteamericano,
entre ellos su embajador en Colombia, Kevin Whitaker.
El dirigente bolivariano Jorge Rodríguez exhibió correos electrónicos
de la ex diputada de ultraderecha María Corina Machado con estas
personas y con el banquero prófugo de la Justicia venezolana, Eligio
Cedeño, que los involucran en estos planes conspirativos, con el
agregado de que de esa manera se pretendía crear un clima de violencia
que justificara una intervención extranjera. Simultáneamente, esta misma
gente presionaba para que EEUU aprobara sanciones contra Venezuela.
El 9 de junio, estas personas debieron comparecer ante la Justicia,
por disposición de la fiscal general Luisa Ortega Díaz, quien expresó
que estaba en juego “la integridad de la nación y la autodeterminación
de los pueblos”.
El Consejo Político del ALBA respaldó el proceso de diálogo por la
paz en Venezuela, llevado adelante con determinación por el gobierno y
que, a poco de iniciado, quedó trunco por deserción de la oposición. Una
y otra vez el presidente Maduro ha instado a reanudar el diálogo. El
canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, apoyó esta postura, condenó el
proceso desestabilizador y las amenazas de sanciones contra Venezuela.
Su homólogo cubano Bruno Rodríguez felicitó al gobierno venezolano “por
su lucha contra la injerencia extranjera y los planes desestabilizadores
que promueve EEUU”.
El representante nicaragüense leyó un mensaje del presidente Daniel
Ortega en que reconoce “el formidable coraje del pueblo venezolano” por
lo que “cuenta y contará siempre con el respaldo de Nicaragua”. El
canciller boliviano David Choquehuanca expresó solidaridad con Venezuela
“por defender su democracia y a su presidente electo”.
Cabe destacar que Bolivia albergará desde el próximo domingo, en
Santa Cruz de la Sierra, la reunión del G-77 más China, instancia en que
este tema sin duda se replanteará. Asimismo, en la reunión se celebró
el hecho de que Venezuela pasará a presidir el poderoso y amplio
Movimiento de los Países No Alineados (Mnoal), que agrupa 120 naciones y
ya se pronunció en solidaridad con la democracia y la paz en Venezuela y
contra las maniobras injerencistas.
Desde la sede de la reunión, los cancilleres mencionados se
comunicaron con el presidente Maduro, como lo vimos por Telesur. Se
resolvió además que el próximo 14 diciembre se realizará en La Habana
una cumbre conmemorativa de la fundación del ALBA 10 años atrás, “en
tributo al sueño de los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro”. En
síntesis de la reunión, el canciller venezolano Elías Jaua declaró que
la misma consagró “el derecho del pueblo de Venezuela a vivir en paz y
sin injerencia y amenazas a la vida del presidente Maduro”.
De esta forma, la reunión sumó un nuevo pronunciamiento colectivo a
los que ya se han venido produciendo a favor de la paz en Venezuela,
entre los que se destaca (además de los mencionados más arriba) el de la
Unasur por la unanimidad de sus 12 países miembro tras la reunión
efectuada en las islas Galápagos, Ecuador, los días 22 y 23 de mayo
pasados, apoyando un sólido y fundamentado documento presentado por el
canciller Elías Jaua. Este demostró que la actitud injerencista de EEUU
contra Venezuela viola de manera descarada un conjunto de normas de la
Carta de las Naciones Unidas y de la Carta de la OEA, así como el
principio de no intervención consagrado en las normas básicas de la
Celac.
Todas ellas son decisiones de grupos de países que en distintas
formas reúnen a la mayoría de la humanidad y que sientan en el banquillo
de los acusados al gobierno de los Estados Unidos por sus actitudes de
agresión abierta contra Venezuela, planificada desde hace años (no
olvidar su participación en el golpe de Estado de abril de 2002 contra
Chávez), e incrementado en contubernio con los sectores de oposición a
partir de los atentados iniciados el 12 de febrero.
Estas intervenciones de EEUU no son las únicas, por cierto. Se
encargó de recordarlo el vicepresidente Danilo Astori, quien declaró
ante la TV rusa, al ser consultado sobre la situación en Crimea y
Venezuela, que con su política de intervención en otros países “EEUU ha
hecho mucho más daño que ayuda”.
*Fuente: La República
vía:
http://piensachile.com/2014/06/ingerencia-de-ee-uu-en-venezuela-y-planes-de-magnicidio/
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