Xavier Caño – ATTAC Madrid
En el supermercado donde compro, a menudo coincido en la cola para
pagar con personas mayores, pensionistas. Con frecuencia he visto como
una anciana hurga en el monedero para completar la cantidad que le
indica la cajera por su modesta compra; a veces, la mujer no tiene las
monedas que esperaba y, suspirando, indica a la cajera que deje alguno
de los alimentos que ha comprado para que le alcance el dinero. No es un
cuento ni hecho excepcional.
En España, más de la mitad de 9 millones de pensionistas cobran menos
de 800 euros mensuales y la pensión de más de tres millones de ellos es
inferior a 600 euros, 500, 400… Viva usted sin apuros con esas
cantidades en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Bilbao…
Pese a ello la bajada de pensiones es una exigencia de la Unión Europea a
los países “rescatados”. Ahora toca el asalto a las pensiones en
España.
Olli Rehn, responsable económico de la Comisión Europea, insiste una y
otra vez desde hace meses que España ha de rebajar ya (perdón,
“reformar”) sus pensiones públicas. Para facilitarlo, el gobierno creó
un comité de doce “expertos” que propusiera cómo asegurar la
“sostenibilidad” de las pensiones. Ese fue elpretexto. Y ese comité ha
propuesto retrasar ya la jubilación a los 67 años, así como calcular
pensiones y su actualización sin tener en cuenta la evolución de los
precios, pero confusamente ligadas al crecimiento económico. Las
pensiones pueden congelarse indefinidamente e incluso disminuir.
En Grecia, se rebajó un 20% las pensiones de 1.200 euros mensuales;
en Irlanda, 10% menos para las nuevas pensiones y las que superaban
1.000 euros al mes, y en Portugal se rebajó entre 5 y 10% todas las
pensiones. En España, el Gobierno quiere evitar incendios políticos y
una huelga general; por eso aplaza de momento la recomendación de
aplicar en 2014 la rebajadora contrarreforma y pospone aspectos
provocadores a 2019. Pero no renuncia. Las pensiones serán rebajadas. De
momento amenazan con aumentos de las pensiones del ¡0,25%! Un derroche.
Con tanto mensaje disuasorio y alarmista cabe preguntarse, ¿tan cruda
es la situación de las pensiones? No. Y, además, no hay que creer ni
una palabra a los presuntos “expertos” del informe de “sostenibilidad”.
Nueve de los doce han cobrado o cobran de la banca, grandes empresas y
aseguradoras. Bancos y compañías de seguros que obtendrán cuantiosos
beneficios si las pensiones públicas son muy insuficientes y la gente
contrata pensiones privadas. Como denuncia reiteradamente Miren
Etxezarreta y ya ha ocurrido en Gran Bretaña, por ejemplo.
Según el único “experto” del equipo perpetrador del informe sobre
sostenibilidad de las pensiones que no ha vendido su alma al diablo, el
profesor Santos M. Ruesga, vinculado al sindicato UGT, “el gobierno sólo
busca un aval para recortar las pensiones de inmediato”. Y, como
escribe el abogado sindicalista Sabino Cuadra, en España el dinero para
pensiones públicas es inferior al de Francia, Italia, Alemania o
Portugal. El profesor Nacho Álvarez a su vez recuerda que “según
Eurostat (agencia estadística de la Unión Europea), el sistema español
de pensiones es de los más baratos de Europa. El gasto español en
pensiones fue en 2010 (último dato disponible) de 1.862 euros por
habitante (10,7% del PIB). Muy inferior a los 2.769 euros de gasto medio
de la Unión Europea (13% del PIB), 3.658 de Francia (14,4% del PIB),
3.421 de Alemania (12,8% del PIB) o 3.295 de Italia (16% del PIB)”. En
los últimos años, insiste Cuadra por su parte, en España el fondo de
pensiones ha disminuido un 25% y el gobierno se propone reducirlo otro
25% más. A ese pillaje denominan “sostenibilidad”.
Lo cierto es que la nefasta política de austeridad y recortes
gubernamentales han expulsado a más de tres millones y medio de
cotizantes de la Seguridad Social por el aumento millonario del paro.
Ese sí, insostenible.
La cuestión no es económica ni presupuestaria sino de derechos.
Derechos de los trabajadores que se retiran de la vida laboral. Y con
los derechos humanos no se juega: hay que ser inflexible. Por eso, las
pensiones podrían financiarse a cargo de los presupuestos del Estado sin
depender del volumen de cotizantes. Quienes han de ser sostenibles son
los pensionistas con una pensión mínima que asegure una vida digna. Lo
indiscutible es que hasta la crisis-saqueo, la austeridad y los recortes
no hubo problema con las pensiones públicas. Había superávit. El
sistema de pensiones no es insostenible; lo que es insostenible es este
gobierno al servicio de la banca y grandes empresas.
Para garantizar las pensiones públicas, otros servicios esenciales y
los derechos hay un camino: acabar con el fraude fiscal (más de 80.000
millones de euros anuales) y establecer impuestos justos, progresivos y
suficientes por los que pague más quien más tiene y más gana.
http://xacata.wordpress.com
Vía:http://www.attac.es/2013/09/09/ahora-el-asalto-a-las-pensiones/
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